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Un camino, un guía

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Bosquejos Bíblicos Predica de Hoy: Un camino, un guía

Bosquejo Bíblico Lectura Bíblica: Juan 14:6

Introducción

Hoy, reflexionaremos sobre el versículo poderoso que se encuentra en Juan 14:6, donde Jesús declaró: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida: nadie viene al Padre, sino por mí“.

A menudo, escuchamos afirmaciones de que todas las religiones llevan a Dios, pero en este momento, exploraremos la verdad detrás de esta declaración y cómo Jesús es la guía única y definitiva hacia nuestro Padre Celestial.

I. Reflexionando sobre Juan 14:6

La gente, ¿qué piensa de este versículo? Desafortunadamente, muchos creen que “todas las religiones llevan a Dios.” Pero, ¿será al mismo Dios que nosotros conocemos?

a. El Propósito de Jesús

Nuestro Señor Jesús derramó Su sangre por cada uno de nosotros. Sería más sencillo si Él se manifestara a todos, pero tenemos un propósito en este mundo. Debemos trabajar arduamente con aquellos cuyos corazones están endurecidos y no le permiten entrar.

A menudo, estas personas claman a Dios en silencio, y aunque no podemos verlo, el nombre de Dios se refleja en ese silencio. Duele saber que, a pesar de necesitarlo, algunos no lo buscan o lo buscan de manera incorrecta. Reflexionemos sobre cómo podríamos haber sido uno de ellos y desarrollemos amor por los extraviados que aún no han encontrado el camino.

b. Versículos Clave

  • Juan 14:6: Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida: nadie viene al Padre, sino por mí.
  • Mateo 25:13: Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del hombre ha de venir.
  • 1 Timoteo 2:5: Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.
  • 1 Timoteo 2:4: El cual quiere que todos los hombres sean salvos, y que vengan al conocimiento de la verdad.

II. Velar por la Venida de Jesús

En este segundo punto, profundizaremos en la importancia de velar por la venida de Jesús, tal como nos exhortan las Escrituras en Mateo 24:42, Mateo 25:13, Marcos 13:33, Marcos 13:35-36 y 1 Pedro 4:7. Velar no solo significa estar despiertos físicamente, sino también estar alerta en Su obra, trabajando diligentemente en la extensión de Su reino y ayudando a otros a encontrar el único camino hacia Dios.

Mateo 24:42 nos dice: “Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del hombre ha de venir“. Aquí, Jesús nos insta a estar preparados, a mantenernos alerta, ya que Su retorno será inesperado. Velar implica vivir nuestras vidas con la conciencia constante de que Jesús puede regresar en cualquier momento.

Mateo 25:13 reafirma esta verdad al decirnos: “Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del hombre ha de venir“. Jesús repite esta exhortación para subrayar su importancia. Estar despiertos es mantener nuestros corazones y mentes centrados en Él, viviendo con expectación y fidelidad.

Marcos 13:33 nos recuerda: “Mirad, velad y orad; porque no sabéis cuándo será el tiempo“. Aquí, Jesús nos llama a estar atentos a los signos de los tiempos y a orar sin cesar. Velar implica estar comprometidos en la oración y la búsqueda de la voluntad de Dios en nuestras vidas.

Marcos 13:35-36 nos presenta una analogía de un amo que regresa a casa. “Velad, pues, porque no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa; si al anochecer, o a la medianoche, o al canto del gallo, o a la mañana“. La lección aquí es que no importa cuándo regrese, debemos estar listos en todo momento, día o noche. Velar significa mantener una vigilancia constante.

1 Pedro 4:7 nos aconseja: “Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración“. Aquí, el apóstol Pedro nos llama a la sobriedad y la oración mientras anticipamos el regreso de Jesús. Velar implica una vida de devoción y comunión constante con Dios.

Entonces, velar por la venida de Jesús no es solo mantenernos despiertos físicamente, sino estar alerta en Su obra, compartiendo el mensaje del único camino hacia Dios, viviendo en obediencia a Su Palabra y en comunión constante con Él. Al hacerlo, estaremos preparados para el glorioso día de Su retorno. Sigamos velando y trabajando en Su obra con la esperanza y la expectación de ver a nuestro Salvador cara a cara.

III. Solo Cristo Puede Salvar

No existe otra forma de salvación, a pesar de lo que otros puedan creer. Nuestra labor es demostrar que solo Cristo tiene el poder de salvar.

¿Alguna vez te has preguntado qué estarás haciendo cuando Él regrese a buscar a los suyos? Lamentablemente, muchos estarán en lugares desagradables. Debemos estar preparados para Su venida, velando y trabajando en Su obra.

Ayudemos a las personas a encontrar el único camino hacia Dios, que es a través del arrepentimiento y aceptar a Jesús como su único y suficiente Salvador.

1 Timoteo 2:5 y 1 Timoteo 2:4 nos recuerdan que solo Cristo tiene el poder de salvar. Nuestra misión es demostrar esto a quienes aún no lo conocen.

IV. Vivir en Temor y Amor

En este último punto, exploraremos la poderosa enseñanza de Deuteronomio 10:12, que nos insta a temer a Jehová, andar en Sus caminos, amarlo y servirlo con todo nuestro corazón y alma. Esta instrucción nos llama a una vida de devoción y entrega total al Señor, basada en un temor reverente y un amor sincero.

Deuteronomio 10:12 nos dice: “Ahora pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma?“.

Temor a Jehová: El temor a Jehová no es un miedo paralizante, sino un profundo respeto y reverencia hacia Dios. Significa reconocer Su soberanía y autoridad en nuestras vidas. Implica vivir de manera que honremos Su santidad y evitemos el pecado conscientemente. Temer a Jehová es la base de una relación sólida con Él.

Andar en Sus Caminos: Andar en los caminos del Señor significa seguir Sus mandamientos y principios en nuestra vida diaria. Es obedecer Su Palabra y buscar constantemente Su dirección. Es vivir una vida que refleje la justicia y la rectitud que Él nos enseña.

Amor a Jehová: El amor a Jehová es la respuesta natural al reconocimiento de Su amor inmenso por nosotros. Implica un compromiso sincero y profundo con Dios. Amar a Jehová significa amar a nuestro prójimo y reflejar Su amor en nuestras acciones y actitudes.

Servir con todo el Corazón y Alma: Servir a Jehová con todo el corazón y alma es un acto de entrega total. Significa que no reservamos nada para nosotros mismos, sino que nos entregamos completamente a Su servicio. Es vivir con pasión y dedicación, buscando agradar a Dios en todo lo que hacemos.

Este llamado a vivir en temor y amor a Jehová es un recordatorio de la importancia de una relación profunda y comprometida con nuestro Creador. Que cada uno de nosotros pueda responder a este llamado con humildad y gratitud, buscando siempre caminar en Sus sendas, amarlo con todo nuestro ser y servirlo con un corazón dispuesto. Al hacerlo, experimentaremos una vida plena y significativa en la presencia del Dios que nos ama incondicionalmente.

Conclusión

Recordemos que Jesús es el único camino hacia Dios. No importa cuán confusos puedan parecer los caminos del mundo, Él es nuestra guía segura. En este momento, les animo a tomar acción.

Reflexionen sobre su relación con Jesús y compartan este mensaje con aquellos que aún buscan el camino. Oremos juntos para que más personas encuentren a Cristo como su Salvador.

Vivamos nuestras vidas en temor y amor a Dios, siguiendo el camino que Jesús nos ha mostrado. Que Su gracia nos fortalezca y Su amor nos guíe en cada paso que damos.

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