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En el mundo si, en la iglesia no

Bosquejos Biblicos – Bosquejos para Predicar

2 Reyes 5:1-14

Según el hombre, la línea que separa su capacidad humana y su capacidad de ser hijo de Dios es muy delgada.

“…Dios tiene a un pueblo escogido: Y Jehová ha declarado hoy que tú eres pueblo suyo, de su exclusiva posesión, como te lo ha prometido, para que guardes todos sus mandamientos; 19a fin de exaltarte sobre todas las naciones  que hizo, para loor y fama y gloria, y para que seas un pueblo santo a Jehová tu Dios, como él ha dicho…”  Deuteronomio 26:8-19.

Siria representa al mundo y lo que él permite. Israel representa a la iglesia.

1. Un general, grande delante de su señor.

2. Tenido en alta estima.

3. Valeroso en extremo.

4. Su rey lo envió con cartas de recomendación.

5. Con plata, oro y vestidos.

6. Y una compañía. Tenía de todo “hasta lepra”

Los estudios bíblicos no enseñan que si Naamán hubiera vivido en Israel, no tendría esos privilegios.

Una cosa es el mundo “Siria” otra es Israel “Iglesia”.  En Siria un General en Israel un leproso. La lepra es tipo de pecado, en el mundo el hombre o la mujer surge y alcanza alguna posición por su capacidad, pero en la iglesia hay un requisito más “Espiritualidad”

Los estudios bíblicos nos dejan saber que el leproso se excluía del campamento, era mejor uno fuera que muchos infectados. 

Siria representa a la iglesia mundanalizada: donde muchos no cumplen ningún requisito están en pecado y tienen una  posición de liderazgo en la iglesia.

Naamán llegó a Israel a la casa del profeta, pero este no salió a recibirlo, no lo tocó, la ley de Dios se lo prohibía.

No apareció la orquesta, nadie puso globos que dijeran bienvenido, tampoco un parqueo para sus camellos.  Naamán estaba esperando todo eso, esto motivó a Dios a no hacer nada”; aparte de lepra traía orgullo. Lo envían a lavarse en un rió bastante sucio el jordán.

Las prédicas cristianas y mensajes cristianos basados en la sana doctrina nos hacen saber que una persona puede venir en la condición que sea a la iglesia, más Dios no hará nada si primero no se humilla. (Salmos 147:6; Santiago 4:6; 1 Pedro 5:5).

Una vez sano, la lepra y el orgullo quedaron en el río, entonces si lo recibió el profeta.

Abramos la puerta para que entren los necesitados de Dios.

Gracias bendita trinidad.

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