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Salmo 115: 12–15 – Jehová se acordó de nosotros; nos bendecirá; Bendecirá a la casa de Israel; Bendecirá a la casa de Aarón. 13 Bendecirá a los que temen a Jehová, A pequeños y a grandes. 14 Aumentará Jehová bendición sobre vosotros; Sobre vosotros y sobre vuestros hijos. 15 Benditos vosotros de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra.
Introducción:
A todos nos agrada recibir bendiciones de Dios, pero ¿seremos capaces de entender lo que significa ser bendecido por Dios? O ¿Comprenderemos la magnitud de las Bendiciones de Dios?
Primeramente veamos el significado de bendición que dan los diccionarios y lo compararemos con lo que nos enseña la Biblia:
El término bendición proviene de un vocablo latino que hace referencia a la acción y efecto de bendecir. Este verbo, por su parte, es una forma de denominar la acción de alabar, ensalzar o engrandecer, de consagrar algo al culto divino o de invocar la bendición divina a favor de algo o de alguien.
Bendición: Una bendición es la expresión de un deseo benigno dirigido hacia una persona o grupo de ellas que, en virtud del poder mágico del lenguaje, se espera que ayude a lograr que ese deseo se cumpla.
Diccionario de la Real Academia española
Bendecir. (Del lat. benedicĕre).
1.tr.Alabar, engrandecer, ensalzar.
2.tr.Dicho de la Providencia: Colmar de bienes a alguien, hacerlo prosperar.
3.tr.Invocar en favor de alguien o de algo la bendición divina.
4.tr.Consagrar al culto divino algo, mediante determinada ceremonia.
La Biblia en Proverbios 10:22. La bendición de Jehová es la que enriquece, y no añade tristeza con ella.
Este versículo nos demuestra que es Voluntad de Dios bendecirnos y que la bendición que proviene de Dios es todo aquello que enriquece nuestras vidas y nos mantiene alegres y en Victoria. Si hay algo que te roba el gozo eso no puede ser bendición y no proviene de Dios.
Cabe aclarar que Dios permite que las pruebas vengan a nuestras vidas para probar nuestra fe y formar nuestro carácter (Santiago 1:2-3, 1 Pedro 1:7), pero no nos confundamos, él permite que las pruebas vengan a nuestras vidas pero esas pruebas no provienen de Dios (Santiago 1:13-14)
I. Fidelidad de las Bendiciones de Dios (v. 12)
Salmo 36: 5, 117: 2, 1 Corintios 1: 9
Dios es fiel a sus promesas, él prometió y el cumplirá, solo demanda de nosotros que alcancemos sus bendiciones con fe, porque es a través de la fe que nos movemos y alcanzamos sus promesas, es la fe lo que mueve la mano de Dios.
1 Tesalonisences 5: 24. Fiel es el que os llama, el cual también lo hará.
II. Justicia de las Bendiciones de Dios (v. 13)
Salmo 11: 7, Romanos 2: 11, Deuteronomio 10: 17
Dios es un Dios justo, que ama la justicia y no hace acepción de personas. El prometió que nos iba a bendecir a todos, no dijo que bendeciría solo a un grupo y a otro no, el dijo que nos bendeciría por igual, es por ello que debemos reclamar nuestras bendiciones sin temor porque es un derecho legal que nos corresponde como herederos de la promesa.
III. Alcance de las Bendiciones de Dios (v. 14 y 15)
– Sobre su pueblo (Salmo 3:8)
– Sobre la Ciudad en que habitamos (Proverbios 11:11a)
– Sobre toda la tierra (Gálatas 3:14)
Dios prometió bendecirnos, pero más aún, prometió que aumentaría su Bendición sobre nosotros de tal modo que alcanzaría a nuestros hijos, familias, amigos, vecinos, etc.…
El prometió que por nuestra causa bendecirá a la ciudad en que habitamos y más aun su Bendición alcanzaría toda la tierra.
Conclusión:
Solo queda de nuestra parte ser un instrumento en las manos de Dios para alcanzar con gracia y su Bendición toda la tierra haciendo buena administración de los bienes materiales y espirituales que ÉL nos da.
1 Pedro 4:10 – Cada uno ponga al servicio de los demás el don que ha recibido, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.
