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Yo Soy el Camino

Bosquejos Bíblicos

Prédica de Hoy: Yo soy el camino

Bosquejos Bíblicos Lectura Bíblica: Juan 14:4-7

YO SOY EL CAMINO – INTRODUCCIÓN

Hemos estado viendo acerca de las palabras que el Señor nuestro Dios le dijo a Moisés el día que decidió sacarlos de la tierra de Egipto. Las palabras: “Yo Soy el que soy”, y Yo Soy me envía a ustedes.

Vimos por cuatro semanas las palabras de Jesús cuando dijo Yo Soy la Puerta, Yo Soy la Resurrección y la Vida, Yo Soy el Pan de Vida, Yo Soy la Luz del mundo, y hoy en este día veremos precisamente estas palabras que le dijo a Tomás un hombre totalmente incrédulo, este hombre era un apóstol de Jesús pero muy incrédulo, por cierto hay un dicho que dice acerca de él (“yo como Tomas, hasta no ver no creer”).

Este mensaje aunque es evangelístico, también es para reflexionar, en pocas palabras también es y creo y puedo decir que Jesús se refiere a creyentes, que dicho sea de paso los dos hombres que cuestionaban eran de sus discípulos principales los cuales llevaban con Él ya tres años mínimo.

Yo soy el camino Texto Bíblico:

Juan 14:4-7 Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino. 5 Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino? 6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. 7 Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto.

Proposición: Hoy veremos lo que nos puede separar del Camino…

I.  LA TURBACIÓN

a) Está fuera de lo natural

• Déjame decirte que esta palabra quiere decir algo más que estar inquieto. “Alterar o interrumpir el estado o curso natural de algo”

• Jesús les dice: (vers. 1) “…no se turbe vuestro corazón…”

b) No deja que te deleites en el Señor

• No es natural que el hombre este turbado o preocupado. Dios diseñó al hombre con el propósito de que se deleitara en adorar y servir a Dios con su vida y con sus acciones. Por cierto el Salmo 37:4 “…Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón…”

• Una persona turbada, no solo no cree, sino que está fuera de lo establecido por Dios para su vida.

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