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La pasión de Cristo – Parte 1

Bosquejos Biblicos

Bosquejos Bíblicos Predica de Hoy: La pasión de Cristo – Parte 1

Bosquejo Bíblico Texto Bíblico: Mateo 27:26-31

Introducción

¿Por qué los Soldados lo Torturaron?

A la luz de este texto, quiero hacer hoy una pregunta ¿Por qué? Esta pregunta la mayoría de veces se hace cuando pasamos o vemos un sufrimiento injusto o dolor inexplicado. Siempre necesitamos una razón – Y claro que hay una razón – algo que tenga sentido y que responda al ¿Por qué?

Del sufrimiento y el dolor. Lo que hace aún más difícil entender la pasión de Cristo, es que todo lo que le hicieron a Jesús, no se lo hicieron forzadamente. En otras palabras, nadie le estaba haciendo algo a Jesús encontrá de Su propia voluntad.

En un segundo, Él pudo haber puesto fin a todo. Entonces podemos concluir, los Judíos no lo mataron, los Romanos no fueron los responsables – Jesús sufrió voluntariamente. Ahora, ¿Por qué Dios no detuvo esto?

Absolutamente nada se compara al dominio propio que Dios demostró cuando Su único hijo estaba siendo golpeado y escupido. Jesús mismo en Mateo 26 lo deja claro, que si El hubiera querido, El hubiera mandado 12 legiones de ángeles, eso es 72 mil ángeles a Su defensa. Con cada latigazo, con cada clamor de agonía, con cada gota de sangre que derramaba, los ángeles del cielo se ponían mas impacientes.

Con sus músculos tensionados ellos miraban al hijo de Dios ser torturado y humillado, esperando tan solo una orden o un gesto para venir a Su rescate. Mas sin embargo, Jesús soporto los golpes y la humillación. El día de hoy vamos a tratar de responder la pregunta del ¿Por qué los Romanos lo torturaron?

Yo se que en el relato de la pasión de Cristo, nosotros descubriremos que somos tan culpables como aquellos que lo torturaron, aunque no lo queramos admitir. Miremos porque los soldados lo torturaron…

I. Por ignorancia

Los soldados no sabían lo que estaban haciendo. Lucas 23:34ª34 Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.” (RVR1960)

a. Parece ser que la ignorancia es una de las excusas favoritas del ser humano.

Los Romanos no sabían que estaban torturando a aquel que los había formado desde el vientre de su madre. Y es que por la ignorancia hacemos muchas cosas por las cuales nos arrepentimos. Más sin embargo, mientras que la ignorancia es una explicación, la ignorancia no es una excusa.

b. Habrá un día donde seremos llamados a dar cuentas.

La culpabilidad podrá invocar misericordia en aquel día, pero no removerá tu culpabilidad. Mateo 11:20-2220 Entonces comenzó a reconvenir a las ciudades en las cuales había hecho muchos de sus milagros, porque no se habían arrepentido, diciendo: 21 ¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en vosotras, tiempo ha que se hubieran arrepentido en cilicio y en ceniza. 22 Por tanto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para Tiro y para Sidón, que para vosotras.” (RVR1960)

En otras palabras, Dios tendrá más misericordia en Su juicio para aquellos que rechazaron a Cristo por ignorancia; mas sin embargo, la ignorancia no será suficiente para absolverlos de su culpa.

Hechos 3:17,1917 Pero hermanos, estoy convencido de que todo el mal que hicisteis a Jesús, por ignorancia lo hicisteis; y lo mismo podría decirse de vuestros gobernantes. 19 Arrepentíos, pues, cambiad de actitud y volveos a Dios, para que él os limpie de vuestros pecados, para que desde su propia presencia traiga sobre vosotros tiempos de paz y tranquilidad.” (CST)

Algunas personas le han cerrado la puerta a Cristo por ignorancia. Posiblemente porque no saben que sus pecados llevaron a Jesús a la cruz. No se han dado cuenta que la sangre de Jesús fue derramada por su mentira, por su codicia, por su orgullo, por su lujuria… simplemente no lo saben. Pero aquí todos nosotros ¡Ya lo sabemos! El suplicar ignorancia ya no es una opción. Es hora de arrepentimiento y de correr hacia Jesús.

II. Por prejuicio los romanos habían sido decepcionados por el pueblo de Dios.

a. Los Romanos y los judíos se odiaban.

Los soldados Romanos odiaban el hecho de que tenían que prestar servicio militar en Palestina. Por el otro lado, los Judíos eran orgullosos, un pueblo independiente que no querían estar bajo la opresión de Roma. Es muy posible, que por los prejuicios que ellos tenían hacia los Judíos, ellos se deleitaron en la oportunidad de torturar y crucificar a un carpintero Judío.

b. Posiblemente algunos de ustedes o alguien que usted conoce, no es salvo por el prejuicio que tienen hacia la el pueblo de Dios hoy en día.

Posiblemente la iglesia de Cristo te a dejado un mal sabor en la boca, que no quieres probar y ver que el Señor es bueno. Quizás tú le has cerrado la puerta a Jesús por que un cristiano te ha dado un mal ejemplo. Posiblemente tú piensas que los cristianos son raros. Yo te reto hoy a que veas más aya de la hipocresía y la imperfección de los cristianos y que vallas y veas a Cristo.

III. Por familiaridad

Ellos habían visto y experimentado esto antes.

a. El azotar y humillar a Jesús era algo que los soldados Romanos disfrutaban.

Estos soldados probablemente habían hecho tantos azotes en sus vidas, que ya era algo metódico. La impresión del maltrato por parte de los soldados no era algo casual, sino algo que para ellos era divertido. Los soldados Romanos estaban jugando y apostando a los pies de la cruz.

b. Es posible que para aquellos que atendemos a la iglesia regularmente, nos familiaricemos con el sufrimiento de Cristo, que ya no somos movidos por el.

Posiblemente creciste en la iglesia toda tu vida, y cada semana has escuchado de la sangre de Cristo y has participado de la cena del Señor. Pero ahora es tan familiar que ya no te conmueve como antes te conmovía, eres inmune a Su sufrimiento.

Conclusión

Posiblemente como los soldados Romanos ya no eres conmovido por el sufrimiento de Jesús. De una manera u otra para aquellos que han escuchado de la pasión de Cristo, el mensaje no a sido comunicado, no han sido conmovidos por lo que Jesús pasó. Esto les sucedió a los soldados Romanos, le paso a uno de los ladrones que estaba colgado en la cruz junto a Jesús, y te puede suceder hoy a ti. ¡Ven a El!

© Joshua Pinto. Todos los derechos reservados.

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