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Prisionero de Jesucristo

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El saludo de Pablo en la epístola a Filemón; el se introduce como un prisionero de Jesucristo, preso y cautivo y atado al evangelio de Cristo. Cuando leía esta epístola de Filemón; me llamó la atención inmediatamente ese inusual saludo de Pablo, y yo creo que Dios quería que la entendiera y creo que será de bendición para usted también.

Yo me pregunté, ¿Por qué el apóstol Pablo se presentó a Filemón como un prisionero de Cristo? Porque estoy seguro que a muchos se les haría aterrorizante saber, que debemos servir a Dios como Pablo lo describe aquí; porque debo confesar, que; a mi si me sorprendió.

Un prisionero no es libre de hacer lo que quiera; esta sujeto al que lo apreso, de tal manera que no puede hacer lo que quisiera hacer, sino lo que le es ordenado hacer. Un prisionero está restringido de todos sus privilegios y deseos, de tal manera que no puede ir más allá de lo que le sea permitido ir o hacer.

En Efesios 4:1 Pablo dice: “…Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que sois llamados…” Una de las grandes diferencias de los presos que están en la cárcel por crímenes contra la sociedad, es que ellos quisieran se sueltos de esa prisión porque no pueden soportar el encierro y la soledad a la que se ven expuestos.

El apóstol Pablo por lo contrario, se gozaba de ser prisionero por su propia voluntad, ya que el mismo se había nombrado prisionero de Cristo: Por lo cual soy embajador en cadenas; que resueltamente hable de él, como debo hablar haciendo morir mis deseos, mis metas, mi conocimiento y mi persona, entregándome completamente en las manos de aquel que me a apresado.

Recuerdo de un hermano en una iglesia en Bakersfield que se molesto, y me reclamo diciéndome que él no era ningún prisionero y tampoco traía ninguna cadena, porque Dios lo había hecho libre. Y yo le conteste: ciertamente hermano tu eres de los que no entiendes el mensaje de Pablo, que toman la libertad como libertinaje, que no traen ninguna cadena ni se sienten prisioneros, porque prisionero y cadena esta relacionado con compromiso, con lealtad, con obediencia, con fe, y con agradar Dios y no a nosotros mismos.

Gálatas 2:20 “…Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí…”

El apóstol Pablo gemía para que Dios le pusiera palabras en su boca, para poder mostrarle al mundo al salvador que lo había apresado; pero también para que todos los que hemos sido llamados, supiéramos claramente, que no sería fácil agradar a Dios, si no tomamos el reto que el mismo apóstol Pablo tomo, de ser un prisionero incondicional y sumiso y a la orden de aquel que nos tomo como soldados.

Colosenses 4:3 “…Orando también juntamente por nosotros, que el Señor nos abra la puerta de la palabra, para hablar el misterio de Cristo, por el cual aún estoy preso…”

Pablo vuelve a decir: “…Lo que aprendiste y recibiste y oíste y viste de mí, esto haced; y el Dios de paz será con vosotros…” (Filipenses 4:9)

Pablo sabía perfectamente, que aquel que no escoge ser prisionero de Cristo; entonces es prisionero del pecado, así; que de todas maneras somos prisioneros; la pregunta es: ¿DE QUIEN QUEREMOS SER PRISIONEROS? Pensemos que todo lo que Pablo experimentó; fue para nuestra enseñanza, y no fue como para mostrarse como héroe, sino para mostrarse como ejemplo.

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