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Alábenlo las naciones

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Predicas cristianas predica de hoy: Alábenlo las naciones

Predicas cristianas lectura bíblica de hoy: Salmo 117

Introducción

Bienvenidos a nuestra nueva serie de sermones que hemos titulado “SER Y HACER DISCÍPULOS”. En nuestra Iglesia Presbiteriana “La Casa de Dios” nosotros declaramos que “Somos llamados a ser y hacer discípulos que celebren la grandeza de Dios, guarden la Palabra, compartan su fe, vivan como familia y juntos sirvan a las necesidades de otros” Esta declaración de propósito norma, guía y determina lo que somos. Así que durante las siguientes semana iremos desarrollando cada una de las facetas que nos “hacen discípulos” de Cristo.

Quiero que a lo largo de las siguientes semanas usted pueda con cada uno de los que integran esta Iglesia, definir con claridad lo que es un discípulo. Si decimos que en esta Iglesia nos dedicamos a SER Y HACER DISCÍPULOS. Nuestra meta y anhelo en Cristo es que cada uno de nosotros sea un discípulo de Cristo, que sus rasgos y características sean evidentes en nosotros.

Así que ser un discípulo de Cristo es…Celebrar la grandeza de Dios, a esto lo llamamos adoración, hemos sido creados por Dios para rendirle adoración, Génesis 1:26-28 “y dijo: «Hagamos al *ser humano a nuestra imagen y semejanza. Que tenga dominio sobre los peces del mar, y sobre las aves del cielo; sobre los animales domésticos, sobre los animales salvajes, y sobre todos los reptiles que se arrastran por el suelo.» 27 Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó, 28 y los bendijo con estas palabras: «Sean fructíferos y multiplíquense; llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar y a las aves del cielo, y a todos los reptiles que se arrastran por el suelo” Somos creados a imagen y semejanza de Dios y por lo tanto, nos ha sido dado el encargo y la bendición de adorar a Dios, note el énfasis el autor: “Que tenga dominio”… ” Sean fructíferos y multiplíquense; llenen la tierra y sométanla; dominen” Sólo nosotros que somos imagen y semejanza de Dios tenemos la encomienda de tener dominio y este debe ser para rendir a toda la creación al servicio, honra y exaltación de su creador, nosotros somos los “directores” comisionados por creación para guiar a la creación para que en todo le adore a Dios.

Ser pues un discípulo de Cristo es Celebrar la Grandeza de Dios, porque hemos sido diseñados y comisionados por Dios para hacerlo. Nuestra labor más importante es la de rendir adoración a nuestro Creador y ser ministros guiando a su creación entera a hacerlo.

Este es el sentir del salmista en nuestro texto de esta mañana. Nuestro autor nos presenta dos razones por la cuales debemos CELEBRAR LA GRANDEZA DE Dios.

Salmo 117:1 “¡Alaben al SEÑOR, naciones todas! ¡Pueblos todos, cántenle alabanzas!” Este es un llamado a la adoración, pequeño sí, pero que el Apóstol Pablo lo incluye en Romanos 15:11 “en otra parte: «¡Alaben al Señor, naciones todas! ¡Pueblos todos, cántenle alabanzas!” “Por mucho tiempo sólo en Judá se conocía a Dios y su nombre era alabado; en aquel entonces este llamado no fue dado a los gentiles. Pero se ha ordenado que el evangelio de Cristo sea predicado a todas las naciones, y por Él, sean hechos cercanos los que estaban lejos. Estamos entre las personas a quienes habla aquí el Espíritu Santo, a quienes pide se unan a su pueblo antiguo para alabar al Señor. La gracia ha abundado así para millones de pecadores que perecían. Escuchemos, entonces, los ofrecimientos de la gracia de Dios y roguemos, orando por el tiempo en que todas las naciones de la tierra mostrarán sus alabanzas. Y bendigamos a Dios por las inescrutables riquezas de la gracia del evangelio “

Para Pablo es muy claro el asunto: “Que el Dios que infunde aliento y perseverancia les conceda vivir juntos en armonía, conforme al ejemplo de Cristo Jesús, 6 para que con un solo corazón y a una sola voz glorifiquen al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo” Romanos 14:5,6, Pablo esta haciendo un llamado a una vida de adoración a aquellos que son el cumplimiento de esta convocación hecha por el salmista del 117, estos cristianos en Roma quienes en Cristo han sido llamado a vivir en armonía como una familia, son aquellos a quienes el salmista llama a rendirle adoración al Dios vivo y verdadero.

Este llamado a la adoración es las “naciones gentiles”, los que no son pueblo son llamados a “Alabar al Señor” y somos nosotros el pueblo de Dios, los discípulos de Cristo quienes a nombre del Gran Rey debemos convocar al mundo a ADORARLO

¿Cuáles son las razones por las naciones deben CELEBRAR LA GRANDEZA DE Dios? Para el autor del Salmo 117 no son nuestros méritos ó nuestra forma de alabanza, no dice que Dios debe ser alabado porque somos presbiterianos, tampoco afirma que debe ser alabado por nuestro estilo de adoración, ni mucho menos que debe ser alabado por nuestras obras. “El centro de nuestra alabanza es el carácter del Señor… ” Para el Salmista del 117 son dos:

1. La Misericordia de Dios.

Salmo 117:2ª. “¡Grande es su amor por nosotros!” la RV-60 lo traduce: “Porque ha engrandecido sobre nosotros su misericordia”. A. W,. Pink nos explica:

“La misericordia nace de la bondad de Dios. La primera consecuencia de la bondad de Dios es su benignidad o merced, por la cual da libremente a sus criaturas como tales; por eso ha dado el ser y la vida a todas las cosas. La segunda consecuencia de la bondad de Dios es su misericordia, la cual denota la pronta inclinación de Dios a aliviar la miseria de las criaturas caídas. Así, pues, la “misericordia” presupone la existencia del pecado “

Debemos reconocer como criaturas de Dios que su misericordia es grande para toda su creación, sin embargo, el Salmista dice: “”¡Grande es su amor por nosotros!” Circule la palabra “nosotros”. Se refiere sin duda al pueblo de Israel, a los escogidos de Dios, su pueblo santo. Las naciones deben ser convocadas a “celebrar la grandeza de Dios” por la manera en la que Dios muestra su “misericordia especial” a su pueblo amado, ya que esta es GRANDE. Así que podríamos decir que hay dos tipos de misericordia, una general y otra especial, A. W. Pink lo define para nosotros:

Misericordia general:

“…hay una misericordia… que Dios ejerce en los hijos de los hombres, ayudándoles y socorriéndoles a pesar de sus pecados. A éstos, también, Dios da lo que necesitan: “hace que su sol salga sobre malos y buenos, y llueva sobre justos e injustos ” (Mat. 5:45)”

Misericordia especial:

“hay una misericordia soberana que está reservada para los herederos de la salvación, y que les es comunicada por el camino del pacto, a través del Mediador “

A. W. Pink no explica la diferencia entre estas dos: “Si nos fijamos un poco más en la diferencia entre las distinciones… notaremos que las misericordias que Dios otorga a los impíos son de naturaleza puramente temporal; es decir, se limitan estrictamente a la vida presente. La misericordia no se extenderá, para ellos, más allá de la tumba: “Aquél no es pueblo de entendimiento; por tanto su Hacedor no tendrá de él misericordia, ni se compadecerá de él el que lo formó” (Isa. 27:11) “

Así las naciones al ser convocadas a “alabar al Señor” lo deben hacer al ver como Dios es misericordioso con su pueblo, no porque el pueblo de Dios sea perfecto y sin defecto, sino precisamente porque no lo es. Su misericordia no esta basada en los méritos, números, educación o fuerza del pueblo de Dios, sino en el carácter de Dios mismo. Él ha pactado con este pueblo, recuerde, Génesis 12:1-3 “El SEÑOR le dijo a Abram: «Deja tu tierra, tus parientes y la casa de tu padre, y vete a la tierra que te mostraré. 2 »Haré de ti una nación grande, y te bendeciré; haré famoso tu *nombre, y serás una bendición. 3 Bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los que te maldigan; ¡por medio de ti serán bendecidas todas las familias de la tierra!”.

Si usted lee con cuidado el Antiguo Testamento se encontrara que por la misericordia de Dios, el dispuso que José fuera llevado a Egipto para salvar a su pueblo del hambre y la muerte, por su misericordia llamo a Moisés y libero a su pueblo de manos de la nación más poderosa de la tierra, por la misericordia de Dios el mar fue abierto y ellos pasaron en seco, por su misericordia las plagas cayeron sobre los egipcios, por su misericordia la tierra que fluye leche y miel fue conquistada, por su misericordia ellos tienen ahora un rey conforme al corazón de Dios.

Recuerde que estos salmos eran cantados en la alabanza del templo judío y que debían convocar correctamente a la adoración a nuestro Dios.

Nosotros hoy como Pedro podemos decir: 1ª. Pedro 1:3-5 “¡Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo! Por su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo mediante la resurrección de Jesucristo, para que tengamos una esperanza viva 4 y recibamos una herencia indestructible, incontaminada e inmarchitable. Tal herencia está reservada en el cielo para ustedes, 5 a quienes el poder de Dios protege mediante la fe hasta que llegue la salvación que se ha de revelar en los últimos tiempos”

Esta es la expresión soberana de su misericordia para nosotros por medio de nuestro mediador y consumador del Pacto de Gracia, no teníamos oportunidad por nosotros, si por medio de Cristo, por eso debemos convocar a las naciones: “”¡Alaben al SEÑOR, naciones todas! ¡Pueblos todos, cántenle alabanzas!”

2. La Fidelidad de Dios.

Salmo 117:2b. “¡La fidelidad del SEÑOR es eterna!” Por favor circule la palabra “fidelidad” A. W. Pink nos explica: “La infidelidad es uno de los pecados más predominantes de estos días malos. En el mundo de los negocios, salvo excepciones cada vez más raras, los hombres no se sienten ligados ya a la palabra empeñada. En la esfera social, la infidelidad conyugal abunda por todos lados; los sagrados lazos del matrimonio son quebrantados con la misma facilidad con que se desecha una prenda vieja.

En el reino eclesiástico, miles que prometieron solemnemente predicar la verdad, la atacan y niegan sin escrúpulo alguno. Ningún lector o escritor puede pretender ser inmune a este terrible pecado; ¡de cuántas maneras diferentes hemos sido infieles a Cristo y a la luz y privilegios que Dios nos ha confiado! Esta cualidad es esencial a su ser, sin ella no sería Dios. Para Dios, ser infiel sería obrar en contra de su naturaleza, lo cual es imposible: “Si fuéremos infieles él permanece fiel: no se puede negar a sí mismo” (2Tim. 2:13). La fidelidad es una de las gloriosas perfecciones de su ser. 

La fidelidad de Dios está arraigada en las promesas de su pacto.

El centro de la alabanza es el carácter del Señor…cuando el pueblo de Dios recuerda sus maravillosas obras, milagros y juicios, la única respuesta apropiada es la alabanza” Así que las naciones deben celebrar la grandeza de Dios por la fidelidad de Dios con aquellos con quienes ha pactado. Es pueblo de Israel debe recordar las promesas que Dios le dio a Abraham Génesis 12:1 “El SEÑOR le dijo a Abram: «Deja tu tierra, tus parientes y la casa de tu padre, y vete a la tierra que te mostraré” y dice la Escritura que él creyó, sin embargo el hijo de la promesa tardo en venir ya que no podía ser traído en el tiempo del hombre sino bajo el tiempo de Dios y aquellos dos ancianos dieron a luz un hijo que llego a ser un gran nación, ¿casualidad? No, Dios lo había prometido y él es fiel a sus promesas. El prometido que ese pueblo tomaría posesión de la tierra prometida, ¿Qué paso? Que el pueblo de Dios conquisto la tierra de Canaán, ¿habilidad militar de Josué? No, la fidelidad de Dios a las promesas del Pacto es manifiesta.

El Salmista del 117 lo sabía y por esos convoca a las naciones con la seguridad de que Dios cumple sus promesas porque no depender de nosotros sino de su carácter, El profeta Isaías lo proclama así: Isaías 40:6-8 “Una voz dice: «Proclama.» «¿Y qué voy a proclamar?», respondo yo «Que todo *mortal es como la hierba, y toda su gloria como la flor del campo. 7 La hierba se seca y la flor se marchita, porque el aliento del SEÑOR sopla sobre ellas. Sin duda, el pueblo es hierba. 8 La hierba se seca y la flor se marchita, pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre” Por favor circule “pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre” Esta es la fidelidad del Señor por favor recuerda como lo dice el Salmista del 117 “”¡La fidelidad del SEÑOR es eterna!”, es decir, no muda, cambia ó es fluctuante, es eterna.

Si usted sigue la historia de Israel, el pueblo fue infiel al Pacto y fue llevado al cautiverio y dispersado entre las naciones, sin embargo, Dios sigue siendo fiel a sus promesas y en su momento dado cumplió la más grande promesa, la promesa de un redentor. Si leemos el Evangelio de Mateo, es muy claro que para este evangelista el Evangelio de la Gracia es el Evangelio de la Fidelidad de Dios, usted va a encontrar una y otra vez la expresión: “Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el profeta dijo” y entonces cita las promesas hechas por Dios en el A. T. Dios es fiel a sus promesas y por eso dice en Mateo 1:20-23 “Pero cuando él estaba considerando hacerlo, se le apareció en sueños un ángel del Señor y le dijo: «José, hijo de David, no temas recibir a María por esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu Santo. 21 Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.» Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había dicho por medio del profeta: 23 «La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamarán Emmanuel» (que significa «Dios con nosotros»)”

Las naciones debe celebrar la grandeza de Dios porque Dios ha enviado a este mundo a su único Hijo para Salvarlo de pecado, esto es lo que usted y yo debemos proclamar poderosamente.

Conclusiones:

El Salmo 117 es un llamado a la adoración del cual debemos aprender mucho. Un llamado es una invitación, una convocatoria. Hemos aprendido en esta mañana que debemos invitar a las naciones a alabar a Dios, las debemos invitar porque Dios prometido que en Abraham serian benditas todas las naciones de la tierra, debemos convocar porque Cristo nos envió a las naciones, pero debemos aprender a convocarlas por la razón correcta.

No invitamos a las personas que vengan a ver lo bien que nos llevamos ó como nos amamos ó la manera en la que la que nosotros cantamos. La gente no debe ser convocada a la alabanza por estas u otras razones, No alabamos a Dios por todo lo que nos da ó pudiera darnos, debemos alabarlo por quien es Él y El Salmista dice que: “¡Grande es su amor por nosotros! ¡La fidelidad del SEÑOR es eterna! *¡Aleluya! ¡Alabado sea el SEÑOR!”

Debemos convocar a las naciones y decirle que Dios ha sido misericordioso con nosotros y que es fiel a las promesas de su Pacto, que quiere ser fiel y misericordioso con ellos también. Así la alabanza que involucra muchos elementos pero que tiene que tener su fundamento en el carácter de Dios, no llevará a cumplir nuestro propósito en la tierra. ¿Cuál es el fin principal del hombre? El fin principal del hombre es de glorificar a Dios y gozar de Él para siempre.

© Esaú Reyes De La Cruz. Todos los derechos reservados.

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