Predicas Cristianas
Predicas cristianas predica de hoy: Hijos de Dios ¿Por dónde empezamos?
Predicas cristianas lectura bíblica de hoy: Efesios 1:3-14
Introducción
El domingo pasado iniciamos una nueva serie de sermones titulada “El Orden de Dios”.
Aprendimos que este nuevo orden es LA VOLUNTAD DE Dios.
En esta mañana le explicaré cómo Dios nos hace partícipes de este nuevo orden. ¿Qué se necesita para que usted y yo seamos parte de este nuevo orden de Dios? Déjeme contarle una pequeña historia.
Se cuenta que un niño con la ayuda de su padre construyó un pequeño barco, dedico horas, días y semanas hasta ver terminado ese pequeño barco tallado en madera, con sus velas y mástiles acabado y listo para navegar. Para llevarlo al río cercano de casa le añadió un pequeño cordel para poder controlar.
Su entusiasmo y alegría eran evidentes su pequeño barco estaba navegando, de pronto un viento del norte llegó con una gran fuerza y el cordel se rompió y el barco comenzó a irse río abajo sin que el pequeño pudiera hacer nada para evitarlo, corrió río abajo intentando acercarse lo suficiente para alcanzarlo, pero todos sus esfuerzos fueron inútiles su barco se había perdido.
Pasaron algunas semanas para que el pequeño tomara animo de acompañar a sus padres a pueblo a los compras, caminando por la calle principal del pueblo de pronto sus ojos parecían desbordarse por sus órbitas mismas, ¡Sí! ahí estaba en el aparador, flamante y totalmente a salvo su barco.
El pequeño entró a la tienda y pidió al encargo que le entregara el barco porque era suyo, él lo había hecho con sus propias manos. El encargado de la tienda le dijo: – lo siento mi pequeño amigo, pero este barco lo encontré yo y es mío, si tú quieres tener debes pagar el precio que tiene.
El pequeño salió con tristeza de la tienda, pero con una decisión en su corazón, ese barco sería suyo nuevamente. Le tomaron varias semanas de trabajo y ahorro para lograr completar la suma necesaria, al tenerla en sus manos salio corriendo a la tienda del pueblo, entró a ella con decisión y le dijo al encargo: – Aquí es el precio del barco. El encargado le entregó el barco y el niño lo tomo entre su mano y dijo: Barco eres mío primeramente porque yo te hice, pero ahora eres mío porque yo te compre.
Amados hermanos nosotros también somos de Dios primeramente porque fuimos creados por él, pero también somos de Dios porque él entregó a Jesús para pagar el precio por nuestros pecados a fin de darnos un propósito y un sentido a nuestras vidas.
¿Qué se necesita para que usted y yo seamos parte del nuevo orden de Dios? Se necesita mi amigo y mi hermano que usted y yo seamos hechos HIJOS DE Dios. Pablo va a explicarnos en esta mañana como usted y yo hemos llegado a ser hijos de Dios y como siendo hijos debemos cumplir con ciertas responsabilidad y recibir bendiciones y privilegios exclusivo y únicos de los verdaderos hijos de Dios.
1. ¿Cómo somos hechos hijos de Dios?
Somos hijos de Dios por elección de Dios.
Efesios 1:4-5 “Dios nos escogió en él antes de la creación del mundo, para que seamos santos y sin mancha delante de él. En amor 5 nos predestinó para ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, según el buen propósito de su voluntad”
Por favor subraye “nos escogió”…”nos predestino”. Es decir, Dios tomo la decisión dice la Palabra “en Él”. Es decir, en su propia y soberana voluntad. Dios no considero nada en nosotros, nosotros somos ahora sus hijos porque el lo decidió así según el propósito de su voluntad y lo hizo dice este pasaje “antes de la creación del mundo”. Esta elección dice que está fundada en su amor dice: “En amor nos predestinó”.
La Biblia enseña a lo largo de todas sus página que Dios amó tanto al mundo que dio a su único hijo. Este amor nos capacita ahora para que usted y yo seamos llamado “hijos de Dios” Pablo afirma categóricamente: “nos predestinó para ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo” Jesús vino al mundo a pagar para que aquellos que fueron elegidos por Dios sean sus hermanos.
Somos hijos con un propósito. Efesios 1:6 “para alabanza de su gloriosa gracia, que nos concedió en su Amado” Por favor circule “alabanza“. Se ha preguntado alguna vez ¿Cuál es la diferencia entre ser cristiano y no serlo? Parece ser que a todos nos pasan las mismas cosas.
Enfermedad, dolor, crisis, problemas económicos, soledad, éxito, logros, etc. Hay un diferencia muy clara para Pablo en este pasaje, nosotros como hijos de Dios tenemos que “alabar a Dios en cada una de las circunstancias de nuestra vida”, y usted lo sabe eso no es fácil siempre.
Es fácil cuando las cosas van bien, pero cuando hay enfermedad, dolor, ansiedad, soledad, miedo. Usted y yo tenemos que recordar que Dios nos ama y tiene el control de todas las cosas aun cuando a nosotros nos parezca que no y por lo tanto, podemos ALABAR SU NOMBRE EN TODA CIRCUNSTANCIA de nuestras vidas.
2. ¿Qué beneficios recibimos como hijos de Dios?
Efesios 1.7-8 “En él tenemos la redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados, conforme a las riquezas de la gracia 8 que Dios nos dio en abundancia con toda sabiduría y entendimiento“
Primero recibimos redención.
Solo los hijos de Dios reciben este hermoso regalo que se llama “redención”. Palabra del griego quiere decir “rescate ó precio pagado por” y era aplicado cuando alguien compraba a un esclavo para ponerlo en libertad. Es claro que usted y yo somos ahora “hijos de Dios” porque Dios pago por nosotros en Cristo el precio de nuestra condenación eterna. Los hijos de Dios son rescatados de las garras del pecado, la muerte eterna. Usted merecía la condenación por sus pecados pero ahora, en cambio, usted fue rescato, liberado y hecho por lo tanto hijo de Dios.
Los hijos de Dios recibimos el perdón de nuestros pecados.
La Biblia declara que no sólo recibimos redención sino que en consecuencia de esto hemos recibido “el perdón de nuestros pecados, conforme a las riquezas de la gracia”. Por favor subraye la palabra “riquezas”. No es mezquino cuando nos adopta como sus hijos, cuando el decide hacernos parte de su familia, el lo hace en grande y dice que lo hizo conforme a “las riquezas de la gracia”, es decir, “hecho toda la carne al asador”.
No somos medio hijos ó hijos incómodos ó hijos de segunda categoría, somos en realidad el sobre quienes derrama todas sus riquezas y por lo tanto, todos y cada uno de nuestros pecados han sido perdonados por la obra de Cristo Jesús.
Los hijos de Dios recibimos el privilegio ser “verdaderos adoradores”
Efesios 1:3 “Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en las regiones celestiales con toda bendición espiritual en Cristo“.
Por favor circule las palabras “Padre” “…toda bendición” Este privilegio es también nuestra razón de existir. Sólo los hijos de Dios pueden alabar a su Padre que esta en los cielos. Nadie más, sus criaturas no pueden, sólo dice la Escritura que sus hijos pueden y deben hacerlo, ¿Por qué?
Porque han recibido dice “toda bendición espiritual en Cristo” Dice que los hijos de Dios hemos recibido “…toda bendición” no dice que hemos recibido un adelanto del 25 que en la medida que vayamos creciendo en nuestra santidad y conocimiento de él iremos recibiendo abonitos de la bendición de Dios. El dice y asegura que “toda bendición” nos ha sido dada.
Note que el verso 12 aporta algo más al respecto “a fin de que nosotros, que ya hemos puesto nuestra esperanza en Cristo, seamos para alabanza de su gloria” Por favor circule la palabra “esperanza”. Si Dios me pudo librar de la condenación eterna en el infierno y me perdono cada uno de mis pecados, ¿no podrá con las cargas de mi vida cotidiana? Nosotros dice Pablo hemos puesto nuestra esperanza en él.
Poner la esperanza en Cristo es “descansar de nuestras cargas, dolor, aflicción, soledad, miedo, desesperanza” y dejar que él las lleve por nosotros. Cuando hacemos esto, dice que “somos alabanza de su gloria”.
Como hijos de Dios recibimos “conocimiento”
Efesios 1:9 “Él nos hizo conocer el *misterio de su voluntad conforme al buen propósito que de antemano estableció en Cristo”
Por favor subraya “…nos hizo conocer” Dios nos ha dado la Biblia y en ella nos ha revelado su voluntad y esta es que vivamos conforme a la medida de Cristo. el hijo tiene que aspirar a ser como el Padre, imitarlo en todo, seguirlo en todo, hablar como él, caminar como él, reaccionar antes los conflictos de la vida como él lo haría.
Ser hijo es saber la voluntad de Dios. Muchos pueden leer y estudiar la Biblia, pero Pablo afirma aquí que sólo aquellos que son verdaderos hijos, sólo a ellos se les ha revelado, es decir, dado a conocer el misterio de su voluntad.
Los hijos de Dios recibimos herencia.
Efesios 1:11 “En Cristo también fuimos hechos herederos, pues fuimos predestinados según el plan de aquel que hace todas las cosas conforme al designio de su voluntad”
Por favor, circule “hechos herederos”. Sólo los hijos reciben herencia, esta herencia no se recibe por lo que hacemos aquí, se recibe porque Dios lo ha planeado para nosotros desde antes de la creación del mundo.
Más adelante el apóstol Pedro hablara de esta herencia 1ª. Pedro 1:3-4 “¡Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo! Por su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo mediante la resurrección de Jesucristo, para que tengamos una esperanza viva 4 y recibamos una herencia indestructible, incontaminada e inmarchitable. Tal herencia está reservada en el cielo para ustedes” La promesa de la vida eterna.
Conclusiones.
Efesios 1:13-14 “En él también ustedes, cuando oyeron el mensaje de la verdad, el *evangelio que les trajo la salvación, y lo creyeron, fueron marcados con el sello que es el Espíritu Santo prometido. 14 Éste garantiza nuestra herencia hasta que llegue la redención final del pueblo adquirido por Dios, para alabanza de su gloria“
Sabe cuando compro una nueva computadora, auto, casa, televisión, o algún aparato nuevo siempre compro una “garantía”. La garantía me permite saber que durante un número de meses ó años si algo le pasado a mi televisión, auto ó computadora la garantía se hará cargo de los gastos.
Lo maravilloso de ser hechos hijos de Dios es que nosotros también recibimos una garantía, dice Pablo que somos “marcados con el sello que es el Espíritu Santo prometido. Éste garantiza nuestra herencia”.
Usted y yo recibimos el Espíritu Santo, porque somos hijos de Dios y por lo tanto, nunca nadie podrá separarnos del amor de Dios.
Recuerda que estamos hablando de un nuevo orden y este nuevo orden comienza con ser HECHOS HIJOS DE Dios. y todas y cada una de la bendiciones que recibimos.
© Esaú Reyes De La Cruz. Todos los derechos reservados.
