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La gracia salvadora de Dios

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Predicas cristianas predica de hoy: La gracia salvadora de Dios

Predica cristiana lectura bíblica de hoy: Juan 5:1-18

INTRODUCCIÓN

A Dios le complace, realizar su obra y escoger como canal de bendición a personas menospreciadas por la sociedad. Así lo ha demostrado a lo largo de la existencia de la humanidad con hombres y mujeres desechados por los paradigmas y conceptos sociales de los pueblos. Y es que él mismo Señor en la persona de Jesús se hizo víl y menospreciado.

Se humilló ante el hombre, para luego ser exaltado como el Rey de reyes y Señor de señores. Pero había una característica importante, entre las muchas destacables de su personalidad, que le proporcionaban esa connotación tan importante en los lugares que predicaba el evangelio.

La tradición religiosa

Esta lo constituía, oponerse a la tradición religiosa del hombre que lo hacía apegarse más a los conceptos, que a la creencia de un enviado de parte del Señor para traer salvación eterna a los que en él creyeran y a aquellos que le recibieran.

Conozcamos bajo la guía del Espíritu Santo, la una de las facetas importantes de Nuestro Señor Jesucristo, ante el legalismo social de los pueblos:

La gracia salvadora de Dios: Desarrollo (vers. 1)

Es falso que Dios es aburrido y que todo lo que de él proviene también lo es. Jesús asistía a las fiestas. En aquella época se realizaban en el pueblo Judío fiestas para honrar el nombre de Dios.

Entre las mas importantes, se encontraban, las fiestas de Las Pascuas O de los panes sin levadura (Conmemora la salvación de los primogénitos del pueblo hebreo, cuando el ángel de Dios mató a todo primogénito en Egipto).

Las fiestas de Pentecostés (Celebraba la cosecha anual y ocurría 50 días después del ofrecimiento a Dios de la primera cosecha).

Y las fiestas de los tabernáculos o de las enramadas (Celebraba el peregrinaje del pueblo Judío por el desierto para encontrarse con Dios). Eran verdaderos momento de adoración y honra al Dios de la gloria.

Esta es la respuesta a su pregunta por qué los cristianos, danzamos, cantamos, te confirmo, porque lo hacemos para Dios. La Biblia dice que Dios habita en medio de la adoración y la alabanza. Por eso cuando tu danzas, cuando tu adoras, cuando tu cantas para el Dios de la Gloria, atraes su Gracia salvadora, alábale, adórale. ¡Aleluya!

La gracia salvadora (verss. 2-3)

Noten ustedes, respecto a las personas que estaban en aquel estanque, esperando el movimiento del agua ¿Quiénes eran?, les explico:

  • Enfermos
  • Ciegos
  • Cojos
  • Paralíticos

La gracia salvadora de Dios

Este grupo especial de personas, que por diversas enfermedades o circunstancia adversas, estaban allí, tenían algo en común, se encontraban impedidas para llevar una vida normal , sus vidas estaban llenas de tradiciones, de conceptos, e supersticiones, y representaban, conforme a la revelación de la Palabra a varios tipos de personas, que aún hoy podemos encontrar, revisemos:

1. Los enfermos, representan al hombre o la mujer, que hoy se hallan envueltos en dolores que han traído quebranto a sus almas, a sus corazones: Separaciones, divorcios, maltratos que durante su niñez o aún hoy siguen sufriendo y que provienen del entorno íntimo de la persona (Salmo 55). ¿Cuántas personas deambulan a diario por la vida con el cuerpo el alma y el espíritu enfermos por el dolor, por la falta de perdón, que han causado heridas, que todavía no han sanado.

2. Ciegos, representa al hombre natural de carne y huesos que no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, por que para él son locura y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente (1 Corintios 2:14). Muchas personas caminan en ceguera espiritual por que están distraídos con las cosas del mundo, andan a plena luz del día como los ciegos , representan a los líderes judíos que estaban muy preocupados por cumplir el mandato de guardar el sábado como el día de reposo.

3. Los cojos, ilustran a otro grupo de personas que sin entender de igual manera, el mundo espiritual de Dios, llevan una vida conformista, se apegan a lo poco, nunca piensan en la plenitud de la vida, en avanzar, prosperar, siempre se siente impotente de caminar correctamente, sin que su pie se salga del camino.

4. Los paralíticos, como el hombre de esta historia Bíblica, representan al hombre que espera la misericordia del hombre, dependen de otras personas para poder moverse. Pero también ilustra al hombre atado por su pasado, por sus pecados, que lo amarran espiritualmente y le impiden caminar en la bendición de Dios.

La gracia salvadora de Dios

Quiero decirte algo, el panorama ilustrado en esta enseñanza, no era muy halagador. Era muy deprimente, un montón de personas golpeadas por diversas enfermedades. Un grupo de indigentes, impotentes e imposibilitados, paralizados ante las circunstancias de la vida. Yo quiero que mires alrededor. Además, mírate a ti mismo.

Si tu vida se asemeja o parece a la historia de estos hombres, ¡si andas enfermo, ciego, cojo o paralítico, espiritualmente hablando!, ¡te tengo maravillosas noticias. Hoy El Espíritu Santo, te trae un mensaje esperanzador, un mensaje renovado, te trae las buenas nuevas de su evangelio!. En el día de hoy te da la mano que durante mucho tiempo el hombre no te dio.

¡Jamás por mis misericordias alguien ha sido consumido, dice el Señor. Por el contrario, yo las renuevo cada mañana y hoy quiero entregártelas, mi gracia mi Espíritu Santo lo coloco sobre ti. Recibe mi palabra para que la prediques, recibe mi palabra que venda tu corazón quebrantados.

Recibe mi palabra que te libera del cautiverio, recibe mi palabra que derriba toda venda de ceguera espiritual recibe mi palabra cojo y paralítico. Salta de regocijo de alegría sabiendo que ahora eres un árbol de justicia y un plantío del Señor Jesús!, porque mi gracia representada por mi Santo Espíritu está sobre ti¡ ¡Aleluya!

La superstición vs. La gracia salvadora (vers. 4)

La otra verdad revelada en esta Palabra lo constituye la superstición que envolvía a este grupo de personas. La versión Bíblica Dios Habla Hoy, elimina completamente este versículo, fundamentada en que según los estudiosos de la Palabra tienen serias evidencias.

Que no era un ángel el que descendía al pozo y movía el agua, sino que era un riachuelo subterráneo que por momentos drenaba al fondo del pozo y esto hacía que burbujas de aire subieran a la superficie y agitaran las aguas. Aspecto muy convincente, pues no creo que Dios en su infinita misericordia, apelara a tal método para sanar a los enfermos.

Por eso en esta noche quiero que abras tus oídos espirituales. No es el azar, no es la suerte, no es la cinta roja, la mata de sábila o la herradura del caballo tras la puerta, la que te va a dar la sanidad de tu cuerpo y de tu alma. Déjame decirte que el único que lo puede hacer en esta noche y ahora, es el Señor Jesucristo, el Dios de la gloria, el Rey de reyes, el Señor de señores y su gracia salvadora y sanadora, recíbela!, recíbela!, recíbela ¡Aleluya!

Colocó su gracia salvadora en una persona (verss. 5-7)

Noten ustedes que Jesús se dirigió a solo un hombre. Él colocó su gracia salvadora en una persona. Un hombre postrado, paralítico, con 38 años bajo esta circunstancia que limitaba su vida.

Seguramente este hombre había recorrido todos los médicos de la época. Quizá este hombre acudió a los más renombrados, brujos, hechiceros y espiritistas. A lo mejor los parasicólogos y metafísicos, le sacaron mucho dinero. Pero ninguno de ellos impidió, que el hombre pasara 38 años postrado en una esterilla. Dependiendo de alguien, de la misericordia y voluntad de otro hombre, había perdido inclusive, su propia voluntad.

Escúchame bien, hoy día muchas personas han perdido, su voluntad para actuar, porque les parece mejor depender de la voluntad de otros. Muchas personas, como aquel paralítico, incapaces de caminar en la voluntad de Dios, le encomiendan su voluntad, su familia, su trabajo, sus negocios a brujos y hechiceros, espiritistas. A cualquier persona que valiéndose de la postración paralizante de la persona, lo hace sumir en las profundidades más oscuras de la naturaleza espiritual de maldad.

El Maestro, conociendo la voluntad del Padre y el papel que vino a desempeñar en la tierra y en ese lugar, le preguntó ¿Quieres ser sano?

Parece una pregunta de más, parece inclusive cruel, burlona, preguntarle a alguien que ha pasado 38 años paralítico, si quiere ser sanado. Como cuando el novio después de tres años de noviazgo, cada día más enamorados, le pregunta su novia si quiere casarse con él.

O cuando una persona le pregunta a otra que tiene tres días sin dormir, si tiene sueño. Escucha, en la vida hay muchas preguntas como estas, que todavía están esperando respuesta, por que las han considerado tan obvias, que la gente cree que no merecen respuestas, pero que en el fondo, representan la etapa inicial de un proceso de restauración.

La respuesta afirmativa de la novia conduce al matrimonio. La del hombre trasnochado, conduce al sueño. Así mismo las preguntas que Dios hoy te está haciendo, conducen a la restauración de las áreas de tu vida que deseas que sean restauradas. Solo necesitas la Gracia salvadora divina de Dios. Jesucristo hoy te dice ¿quieres ser salvo? ¿Quieres que tu y tu casa sean salvos?

¡Pues te doy la respuesta deja que mi Gracia salvadora, que mi Espíritu Santo, que mi Hijo Jesucristo llegue a tu corazón, para que comiences el caminar de la victoria, de la conquista, del triunfo que yo obtuve para ti en la cruz del calvario! ¡Aleluya!

Este hombre evadió la pregunta, pues conceptos y argumentos habían tomado su mente y su corazón y no le dejaban avanzar. Así se encontraba el paralítico del pozo de Betesda. El ni siquiera afirmó, que quería ser sanado, sino que quiso mostrarle al Señor su impotencia.

El Paralitico de Betesda

En su respuesta se reflejaba, que dependía de los demás. “¿Señor, no tengo quien me meta al estanque cuando se agita el agua, mientras yo trato de llegar allí, otro desciende antes que yo.

Este hombre no estaba enfocado en la solución de su problema, los conceptos, las tradiciones en las que estaba envuelto, le impedían ver la solución. Por el contrario, estaba más pendiente de los demás, de quién podía llevarlo a las aguas y al ver que por si solo no pudo, delegó es responsabilidad en los demás.

Buscaba en el resto de las personas, allí presentes, quien le ayudará a llegar al agua. Una gran enseñanza nos deja este versículo. Dios no quiere que tú dependas de ti mismo, ni siquiera que dependas de los demás.Pues su Palabra condena tal dependencia (Isaías 31:1; 30:1-3; Jeremías 17:5-6) Dios quiere que tu dependas de él. “Bendito el hombre que confía en el Señor….

Dios te ofrece su Pan de vida para saciar tu hambre espiritual. El Señor te da agua viva, para que saltes para vida eterna. El Señor te brinda Su luz para que camines en su claridad y en su bendición, Jesucristo es el camino, la verdad y la vida ¡ ¿Aleluya!

Gracia salvadora del Padre en el Hijo (Verss. 8-9)

Fíjense que ni siquiera por fe, este hombre recibió sanidad, solo obedeció, reconoció la autoridad del hijo de Dios. Y es que la Gracia salvadora del Padre en el Hijo, la misma gracia que Dios derrama hoy en este lugar, es la que te ordena ¡Levántate! ¡Toma tu camilla y anda!

El hombre obedeció la Palabra de Jesús y caminó. Dios pudo sanarlos a todos, pero prefirió mostrar su misericordia con aquel que estaba mas desvalido. Fue su decisión incuestionable la que decidió por aquel hombre.

Hoy te digo ¡Levántate, Levántate, Levántate!, recoge tu camilla y comienza a andar, te lo ordeno en el nombre de Jesús. Así lo hizo Lázaro cuando Jesús lo resucitó, así lo hizo el ciego Bartimeo cuando Jesús se lo ordenó, fue su palabra, fue su gracia divina, la que lo hizo posible. Aleluya!

Aspectos importantes encierra esta enseñanza (verss. 10-18).

Tres aspectos importantes encierra esta enseñanza. El hombre está mas pendiente de las tradiciones que de la gracia salvadora de Jesús. A los fariseos, lo único que le importaba era que durante el sábado había reposo, no se podía llevar nada a cuestas.

Les importó poco el milagro de aquel hombre, como que si Dios, en el día de reposo parara su obra, las plantas dejan de crecer, las personas dejan de salvarse, etc. Fanatismo, religiosidad, Dios no quiere fanáticos religiosos, Dios quiere hombres y mujeres llenos de su Gracia salvadora.

El segundo aspecto relevante, lo constituye, la expresión del vers. 13. “..Mira, has sido sanado, no peques mas, para que no te suceda algo peor“. La sanidad física era lo menos importante para Jesús. Lo más importante es la sanidad espiritual.

Jesús muestra que la enfermedad de este hombre era producto del pecado y que debía abandonar su vida pecaminosa, para la completa restauración de su vida. Tal vez tu vida pasada, esté llena de errores, pecado, que te ha conducido a un estado postrer que no deseas. Pero hoy Jesús te dice, si confiesas tu pecado, yo soy fiel y justo para perdonarlos y limpiarte de toda maldad, por que mi gracia salvadora, está en este lugar.

Para finalizar

La decisión de Jesús, al retar las tradiciones del pueblo Judío y sanar en sábado, a la postre le costó la vida, pero sabes por qué lo hizo, para salvar la tuya y la mía, no le importo sufrir por nosotros. Dios hoy siente regocijo y mudó su habitación para este sector de la ciudad.

Jesús ha derramado su gracia, su misericordia salvadora sobre nosotros. El Señor no quiere que dependamos de nosotros mismos, mucho menos de la voluntad de los demás. Él quiere plena dependencia de su Santo Espíritu.

Levántate pueblo del mundo, toma tu camilla y camina en la libertad plena de Cristo Jesús olvida las tradiciones del fanatismo religioso, del legalismo, comienza a caminar en la Gracia salvadora de Dios.

© Pedro Araujo Lemus. Todos los derechos reservados.

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