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De desecho a valiente en el peor mes

Predicaciones Cristianas

Predicaciones Cristianas Prédica de Hoy: De desecho a valiente en el peor mes

Predica Cristiana Lectura Bíblica: 2 Corintios 5:172 Samuel 23:8-231 Samuel 22:1-2

Introducción:

Hay una canción de Joaquín Sabina que se titula: “¿Quién me ha robado el mes de abril?”, que quiero compartir en este momento con Uds., a modo de ilustración para iniciar mi mensaje. En el estribillo que se repite varias, el autor pregunta y se contesta:

“¿Quién me ha robado el mes de abril? ¿Cómo pudo sucederme a mí? ¿Quién me ha robado el mes de abril? Lo guardaba en el cajón donde guardo el corazón.”

Y en la primera estrofa, el autor describe cómo se siente al saberse robado:

“En la posada del fracaso donde no hay consuelo ni ascensor
El desamparo y la humedad comparten colchón
Y cuando por la calle pasa la vida como un huracán
El hombre del traje gris saca un sucio calendario del bolsillo
Y grita….”

Interesante es como Sabina juega con las figuras:

Menciona el fracaso como un lugar, “una posada”. Donde no hay alivio ni nada que levante para arriba. Luego se refiere a la vida, como algo tormentoso que se vive en la calle, y un hombre sin color (sombrío, gris, depresivo) pone en su mano un calendario. Quizá meditando cómo se le han ido los días, semanas y meses en su situación, y también pensar que le están robando el mes de abril. Quizá, hoy estés en la Casa de Dios igual.

La estás pasando mal. Y en esa realidad te sentís un fracaso en un pozo del cual no podés salir, ya sea porque lo intestaste todo y no podes zafar de tu situación, ya sea porque nadie te da una mano para salir.

Y estás viendo como se te pasan los días pasan uno a otro, de tormenta en tormenta, semanas, meses, años quizá, sin ningún progreso. Y de cara a este mes de abril que recién empieza, te sientes robado una vez más; impotente frente a la situación adversa que atraviesas. Pues bien, esta noche la Palabra de Dios trae esperanza para tu vida.

Ya sea que no conozcas a Cristo todavía, por lo cual estando en pecado, lejos de Dios y su amor te está yendo bien mal o, ya sea que habiendo venido a Cristo, te apartaste de la fe entristeciendo al Espíritu Santo en tu vida, desobedeciendo a Dios, permitiendo que el pecado enfriará tu pasión por el Señor y esto te ha metido en problemas.

Si esta noche escuchas la Palabra de Dios, y abriéndote a ella tomas la decisión de venir a Cristo y aferrarte a Dios de todo corazón, nadie te robará más tu mes de abril, y recordarás esta fecha como el inicio de un nuevo y mejor tiempo tiempo para tu vida. Esta noche quiero hablarte de un grupo de personas a las que les habían robado su mes de abril y la estaban pasando mal, hasta que la providencia de Dios los tocó y transformó.

La Biblia se refiere a ellos como los “valientes de David”, y su historia, que les invito a leer, se encuentra en 2 Samuel 23:8-23

He titulado el sermón de esta noche: “de desecho a valiente en el peor mes”, con la esperanza que el Espíritu Santo inspire tu vida a cambios y salgas de esta noche de este lugar, con Cristo Jesús dentro de tu vida, llenándote de su paz, alegría y confianza.

Valientes – Núcleo

Estos valientes eran el ejército que acompañó a David en su proceso de llegar a ser rey de Israel. Dado el título que pesaba sobre ellos, y como hemos leído, el valor, la destreza de armas, y su fiereza al pelear en guerra, cualquiera podría pensar que esta gente fue una suerte de “súper héroes” o “supersoldados”, que nacieron en cuna de dioses, sin penas ni pesares como los demás mortales. Sin embargo, la Biblia enseña que fue todo lo contrario.

Esta gente tuvo un “génesis”, un principio para nada promisorio. Se trató en su origen, de hombres amargados, angustiados, llorones, depresivos, endeudados, que estaban refugiados y escondidos a la sombra de una cueva, y que inesperadamente tuvieron una visita que les cambió su destino para siempre.

Los valientes – Les invito a leer la cita: 1 Samuel 22:1-2

La visita que estos hombres amargados recibieron, fue la visita del que sería luego Rey de Israel. David. David había sido ungido como sucesor del Rey Saúl por el profeta Samuel. Les invito a leer 1 Samuel 15:11; 16:1; 12-13. El Espíritu del Señor estaba en David. Pero Saúl le estaba robando a David su mes de abril; como la aflicción, las deudas y la amargura de espíritu estaba robando el mes de abril a los 400 de esa cueva de Adulam.

Te hago unas preguntas: ¿qué esta robando en este día tu mes de abril? ¿Puedes identificar aquello que te tiene sin paz, en turbación, metido en una cueva? Un principio real para sanar es saber cómo uno está, y por qué se está donde se está. Por eso te hablo de identificar lo que te tiene mal.

  • Amar al dinero, pasándolo todo por plata, bienes, trabajo, lujos, gustos, sin importar más nada (1 Timoteo 6:10).
  • Amar la maldición, enredándote en lo oculto, inmiscuido en todo lo malo y perverso que pueda haber (Salmo 109:17).
  • Amar el pecado, contrariando a Dios – por lo cual tu vida se está secando (Salmo 32:3-5).
  • Amar las obras malas, viviendo un infierno en vida (Juan 3:19).
  • Amarte a ti mismo, sin importar la perdición de tu familia. Necio en tu propia opinión, sin escuchar consejo (Proverbios 26:12; Isaías 5:21).

Esta noche es hora de hablar claro. Se acabaron las excusas. ¿Qué esta robando en este día tu mes de abril?

Volviendo al relato de los valientes.

En la cueva hubo un nexo entre dos tipos de personas. Por un lado, los que ya estaban en la cueva de Adulam: 400 hombres en malaria, y por otro, David, que en problemas, era el ungido de Dios: la presencia del Señor estaba en él. Y en ese choque espiritual, esa señal como ungido de Dios, notoria en David, que estaba con él, hizo que los 400 allí presentes lo distinguieran como su jefe.

Es decir, se pusieron bajo su gobierno de manera que salidos de su encierro, en pos del ungido de Dios se transformaron en personas tremendamente victoriosas. De desechos en valientes en su mes abril; hoy puede suceder igual.

En este lugar espiritualmente está habiendo una confrontación. Jesucristo, el ungido de Dios, esta aquí en esta noche, con el poder y autoridad para darte salvación y nueva vida. Con poder y autoridad para reconciliarte con Dios si te apartaste de él. Su voluntad es agradable y perfecta (Romanos 12:1-2).

Sus pensamientos sobre ti son pensamientos de bien y no de mal (Jeremías 29:11). Su mano esta extendida para que te tomes de él; no importa lo que seas y hayas hecho. Jesús dijo: el que a mi viene, yo no lo hecho fuera (Juan 6:37). Aunque tus pecados sean como la grana rojo, serán emblanquecidos (Isaías 1:18).

El diablo vino para hurtar, matar y destruir, más Jesucristo vino a dar vida y vida en abundancia y deshacer las obras del diablo (Juan 10:10; 1 Juan 3:8).

Sin embargo, la decisión de hacer a Jesucristo, el ungido de Dios, jefe de tu vida desde ahora y para siempre, para salir del pozo donde estás, y ser conocido en un futuro como un triunfador en Cristo depende de ti. Dios no fuerza a nadie. David no forzó a nadie a seguirle. Sin embargo, los que le siguieron cambiaron su destino para siempre: de desechos a valientes en el peor mes.

Conclusión:

¿Quién me ha robado el mes de abril? Canta Joaquín Sabina en su canción. Mencionando el fracaso como un lugar, “una posada”, donde no hay alivio ni nada que levante para arriba. L

a vida, como algo “tormentoso”, y la existencia equiparada a un hombre sin color (sombrío, gris, depresivo), que pone en su mano un calendario una y otra vez, meditando cómo se le van los días, semanas y meses en su situación.

Si esa es tu realidad, esta noche todo cambiará si aceptas a Jesucristo como Señor y Salvador de tu vida. Sólo el ungido de Dios puede transformarte de desecho a valiente en tu peor mes. ¿Qué harás?, seguir cantando “quien me robó el mes de abril”, o detendrás el robo de tu vida de mano de Satanás de una vez y para siempre?

Esta noche te invito a que hagas de Jesús tu único y suficiente Salvador y mediador ante Dios. Ven a Jesús.

Y para los que se apartaron del Señor, y sin su cobertura terminaron en la cueva de Adulam, también quiero proponerles volver a poner la mirada en Jesús, el autor y consumador de la fe; invitarlos a que se reconcilien con Dios y considerando lo que sucedió con los valientes de David, se inspiren para seguir a Jesús hasta la victoria, aunque sientan que están en su peor mes.

Amén

© Daniel Caramutti. Todos los derechos reservados.

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