Inicio » Predicas Cristianas » Maneje los conflictos

Maneje los conflictos

Predicas Cristianas

Predicas cristianas predica de hoy: Maneje los conflictos

Predicas cristianas lectura bíblica de hoy: “…Sabemos, además, que a los que aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados“…   Romanos 8:28

Introducción 

¿Has tenido alguna vez un conflicto? Al parecer esto es parte de nuestro diario vivir.  Cada día nos enfrentamos a diferentes conflictos en mayor o menor grado y en diferentes formas y situaciones. Pero, ¿Por qué algunos tienen más facilidad que otros para enfrentarlos?

¿Qué nos hace diferentes? ¿Cuáles son las herramientas que tienen? Ciertamente hay una diferencia en la personalidad y la crianza que nos hace diferentes en la manera que podemos lidiar con los conflictos. Aun así podemos modificar nuestro modo de ver y lidiar con ellos con la ayuda del Señor y sus enseñanzas en La Palabra.

Desde muy temprana edad nos vemos obligados a tomar decisiones y a enfrentar conflictos. De hecho, el primer conflicto que enfrentamos es en el vientre de nuestra madre. Parte del proceso de parto es que el bebé se acomode en posición en la pelvis. Así que el primer conflicto que tiene el bebé es si me quedo aquí con la protección de mi madre o sigo el proceso natural de salir sin saber que hay allá afuera.

Diferentes situaciones de conflictos

La Biblia, nuestro manual de vida nos demuestra diferentes situaciones de conflictos a través de sus páginas y a su vez nos da las herramientas necesarias para poder lidiar con éstas.

Nuestra humanidad nos hace vulnerables a los conflictos y a las consecuencias de éstos.  Podemos ver como desde Adán y Eva, Abraham, Moisés, Sansón, Job, David, los apóstoles y muchos otros pasaron por momentos de conflictos y crisis por los cuales dejaron ver sus sentimientos de preocupación, estrés, ansiedad. Lo cual es propio de los seres humanos.

Es por  nuestra condición de pecadores, que nos olvidamos de la provisión que nuestro Dios poderoso nos da cada día. Porque hermanos, sabemos que Dios está en control de todo y es el creador de todo, incluso de los problemas, calamidades, conflictos y vicisitudes a los cuales nos enfrentamos. 

Nos dice en Deuteronomio “yo hago morir y yo hago vivir, yo hiero y yo sano, y no hay quien se pueda librar de mis manos”. Pero nuestro corazón imperfecto nos hace dudar de la protección y misericordia de nuestro Señor. Nos hace confiar en nuestras propias fuerzas, imperfectas y por lo tanto fallamos y nos equivocamos. A veces nos lleva a preocuparnos demasiado porque sabemos que somos imperfectos. Esta misma preocupación nos puede llevar al punto de que nos afecte emocionalmente.

Existen diferentes conflictos

Conflictos internos, interpersonales, matrimoniales, relacionales, laborales, sociales, comunitarios, nacionales y a nivel mundial.

Vamos definir que es conflicto.  Las palabras griegas utilizadas son “májh y agón”. Una usada como conflicto de batalla, bélico con otra persona, entidad o país. La otra se define como ansiedad, conflicto interior el cual no necesariamente implica un conflicto externo sino dentro de nosotros.

Que muchas veces se refleja en el exterior, en nuestro diario vivir. En el trato con los demás, en nuestro modo de actuar ante las exigencias diarias, en nuestras reacciones ante las situaciones cotidianas. Una definición del internet nos dice que conflicto ocurre cuando dos o más valores, perspectivas u opiniones son contradictorias por naturaleza o no pueden ser reconciliadas.

Otra que es la oposición entre fuerzas aparente o evidentemente incompatibles. Y me encanta esta última porque dice la palabra aparente. Porque a veces nos sumimos tanto en el problema que simplemente no vemos la solución que esta ante nuestros ojos. A veces no existe ni tan siquiera un conflicto verdadero.

Dios nos hizo únicos, por lo tanto estas situaciones de conflictos internos o externos  nos afectan de diferente manera y magnitud de acuerdo al valor y a la emoción que le pongamos a la situación de conflicto. El 31 de agosto de 2008 el pastor MERM en la serie de conferencias Sanando Familias en Crisis nos dio una definición de conflicto: “disputa o desacuerdo especialmente con uno mismo”. Especialmente con uno mismo, recalcando que es la interpretación y las emociones que uno mismo le da a los conflictos lo que nos hace mella y afecta nuestro corazón.

¿Cómo podemos abordar los conflictos?

En La Palabra podemos encontrar la respuesta a cómo podemos abordar los conflictos y varias técnicas para coartar los conflictos. Jesús mismo magistralmente usó varias técnicas que quedaron plasmadas en la Biblia para enseñarnos como debemos actuar en situaciones conflictivas.

Volviendo al pasaje original. En primer lugar, el pasaje lee: “Sabemos, además que a los que aman a Dios”. Nos dice sabemos. Así que presupone que ya tenemos conocimiento de algo. Dentro de la conversión del Espíritu Santo, existe un fenómeno de bienestar, de certeza, de seguridad y protección.

De alivio de nuestras cargas porque las dejamos en el control de nuestro Padre, por la Gracia de nuestro Señor Jesucristo que nos libró de nuestros pecados y por su llaga fuimos curados. En ese momento en que nos llama el Espíritu Santo, nos podemos dar cuenta y sentir el Amor de Dios porque nos llena.

Y al llenarnos de Su amor podemos sentir la certeza de Su Seguridad, de Su provisión. Experimentamos la definición bíblica de la fe. La certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve. Es una certeza que sólo recibimos de Él.

Por otro lado, ésta es una oración condicionada al decir que a los que aman a Dios. O sea, ésta condición de certeza es exclusiva de los que aman a Dios y lo que viene después es cierto para aquellos que aman a Dios. Con eso en mente es que podemos enfrentar satisfactoriamente nuestros conflictos. Primero aceptando a Jesús tenemos la certeza de Su provisión y protección y luego Amando a Dios es el arma efectiva contra cualquier conflicto.

El ser humano tiende a dar la espalda a los conflictos

Evitamos toda situación dónde podamos experimentar dolor. Tendemos a darle largas a los problemas. Han oído la palabra procrastinación?  ¿Dejar para más tarde? Eso es lo que hacemos muchas veces con las cosas que tenemos que resolver y que nos causan ansiedad e inseguridad ya sea en nuestro trabajo, en la casa o a nivel personal.

Simplemente nuestra mente quiere estar tranquila y se va por la línea de menor resistencia, evitando a toda costa esa inseguridad. Pero aprendimos en Teoterapia, que el factor tiempo lo que puede causar es que se enmascare los conflictos o que éstos se multipliquen aún más.

Deja un comentario