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El reflejo de Dios

Texto: Mateo 5:14-16.

Introducción:

No as fácil ser un creyentes consagrado. Nuestra sociedad no es amiga de Dios ni del pueblo de Dios. Nos guste o no, existente conflictos entre nostros y el mundo.

¿Por qué? Porque somos diferentes al mundo y tenemos actitudes diferentes.

El discípulo de Cristo no puede pensar como el mundo piensa, no puede hablar como el mundo habla, no puede practicar las mismas cosas que el mundo practica, porque la luz no as compatible con las tinieblas. Al leer las Bienaventuranzas hallamos que representan una perspectiva radicalmente diferente a la del mundo. El mundo elogia el orgullo, no la humildad. El mundo respalda el pecado, especialmente si puede salirse con la suya. El mundo esta en Guerra contra Dios. (Llamo mundo aquel grupo de personas moral y espiritualmente destruidas y separadas por Satanás). Mientras que Dios esta procurando reconciliar a sus enemigos y convertirlos en sus hijos.

Debemos esperar ser perseguidos y criticados si estamos viviendo de la manera que Dios quiere que vivamos. Dios quiere que seamos la luz y el reflejo de su Hijo ante toda la sociedad, para que así el mundo pueda reconciliarse una vez y para siempre con su padre celestial. Cada una de nuestras vidas debe brillar ante un mundo en oscuridad que nos acontece. Es por eso que:

Proposición: Es necesario que cada uno de nosotros seamos capaces de reflejar la luz de Cristo ante un mundo en oscuridad.

¿Cuanto tenemos que estar dispuesto a hacer?

1. Tenemos que estar dispuestos a brillar cuando el mundo quiere apagar la luz de Cristo.

La critica y el brillo de nuestras vidas aunque son dos aspectos completamente diferentes, son las evidencias de vidas cambiadas y transformadas por el poder de la sangre de Cristo y no podemos dudar ni por un omento que la sangre de Cristo tiene poder para transformar y cambiar vidas.

(Ponga ejemplos de grandes hombres de Dios) -Si vivimos y queremos agradarle a Él, tenemos que brillar como Él.

Con el mismo poder, con el mismo impacto, con la misma amplitud.

Poder. Con la ayuda del Espíritu Santo.

Impacto. Con vidas trasformadas y regeneradas por Su sacrificio en la cruz.

Amplitud. Siendo testigos de Cristo ante un mundo.

-No podemos callar cuando el mundo habla.

Somos nosotros los que tenemos que ser capaces con nuestro mensaje, con nuestras actitudes, con nuestra conducta, con nuestro testimonio brillar en medio de nuestra sociedad para que realmente la luz de Cristo resplandezca.

2. Tenemos que estar dispuestos a no negar nuestra fe en Cristo. (La luz que brilla en mí).

En ocasiones inconcientemente negamos la fe de Cristo.

-Negamos la luz de Cristo:

a. Cuando hacemos todo lo que el mundo hace.
b. Cuando hablamos como el mundo habla.
c. Cuando adoptamos posturas hipócritas y autosuficientes para hacernos creer y hacer creer que somos súper cristianos.
d. Cuando amamos mas las cosas del mundo que las cosas de Dios.

-Negamos la fe de Cristo cuando dejamos que el pecado impere en nuestro interior y nos deleitamos de el.

Dijo alguien: “Mientras mas alto esta nuestra luz; mas lejos será nuestro resplandor”. Para que así las generaciones futuras puedan imitar y entender cual as el resultado de una vida entregada a Cristo incondicionalmente de manera que puedan imitar su fe.

3. Tenemos que estar dispuestos a que otros conozcan la luz de Cristo.

-Cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de dar a conocer el mensaje que es capaz de cambiar la vida de los seres humanos.

-Que nuestro mensaje sea serio y eficaz.

-Que con la integridad que requiera demos el mensaje que tenemos que dar.

Porque el mensaje de Cristo no as un rafagazo de meras palabrerías, as un disparo certero cuando se usan las palabras correctas, cuando lo predica a las personas correctamente y cuando se vive de manera correcta. Ahí es donde esta el poder. Que seamos capaces de brillar eternamente.

Conclusión:

De manera que dejar que la luz de Cristo alumbre diariamente no es tarea fácil, pero cuando estamos dispuestos a brillar cuando el mundo quiere pacer la luz de Cristo, cuando estamos dispuestos también a no negar nuestra fe en Cristo de manera que estemos dispuestos a que otros conozcan la luz de Cristo, es entonces cuando en medio de un mundo en oscuridad empezamos a ser capaces de resplandecer en medio de un mundo en tinieblas.

Entonces nos podemos hacer la siguiente pregunta: ¿He hecho esto hasta este punto de mi vida?

Oremos para que Dios nos bendiga y nos de el poder y la capacidad necesaria para hacerlo.

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