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Alcanzado por la bendición de Dios

Predicas Cristianas | Sermones Cristianos

Génesis 27

Uno de los temas que hoy se habla demasiado es la prosperidad y la bendición, muchos intentan y hacen lo imposible por alcanzar las bendiciones, sin embargo ese es el primer error, ya que la biblia dice que las bendiciones de Dios nos alcanzarán cuando Dios gobierne nuestras familias de acuerdo a Deuteronomio 28, por ello hoy quisiera desarrollar y abordar esta temática para observar por medio de las escrituras las bases y las condiciones para que alcancemos su bendición.

I. TENEMOS QUE APRENDER A BENDECIR NUESTRO PASADO.

El libro de Génesis en el capítulo 27 nos presenta la bendición que Isaac le da a Jacob al ser engañado y cómo Esaú al darse cuenta reacciona en cólera tanto que maquina matar a su hermano, sin embargo en el desarrollo de los pasajes siguientes quisiera nos enfoquemos en la vida de Esaú y cómo logró bendecir su pasado para vivir un presente bendecido por Dios.

A. EL PASADO DAÑADO POR OTROS

Cuando Esaú se da cuenta que su hermano Jacob ha robado su bendición, trae a su memoria los acontecimientos que le marcaron. La reacción inmediata fue recordar el “robo” de su primogenitura Gn 27.36, 41. Sin embargo Esaú nos muestra la solución que le llevó a ser alcanzado por la bendición de Dios, Esaú aprendió a perdonar a su hermano, sin mirar y recordar su pasado Gn 33.4

B. EL PASADO DAÑADO POR UNO MISMO

Aquellos que provocan un daño, la mayoría de las veces cuando intentan corregir su vida, no logran perdonarse a sí mismos, pero cuando entendemos que Dios ha perdonado nuestro pasado, es más fácil perdonar nuestro error. Jacob no vivía tranquilo por el daño que causó por lo que intentó cubrir y reparar el daño que causó a Esaú por sus medios y recursos, cuando Dios ya lo había hecho en la vida de Esaú.

II. TENEMOS QUE APRENDER A BENDECIR NUESTRO PRESENTE.

Esaú aprendió que por encima de la bendición del padre terrenal, se puede vivir con y en la bendición de Dios que cuando ve llegar los presentes de su hermano para él, no vacila en declarar: Suficiente me ha dado Dios, sea para ti lo que Dios te ha dado. Cuando no tenemos la bendición de un padre terrenal, Dios siempre tiene su bendición reservada. Génesis 27.36 nos muestra la preocupación inicial de Esaú por medio de la siguiente pregunta a su padre Isaac ¿No has guardado bendición para mí? Lo que me sorprende es que después de esa pregunta y esa intranquilidad, los capítulos siguientes nos muestran a un Esaú transformado por Dios que al encuentro con su hermano nunca mas reprocha la bendición que Jacob le “robó”, sino que encontramos a un Esaú escondido en la bendición de Dios.

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