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El pecado oculto

Predicas Cristianas | Estudios Biblicos

Salmos 139:23-­24 Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; 24 Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno.

¿Qué acciones trata en ocasiones de ocultarle a Dios? Debemos de reconocer que delante de Dios estamos desnudos ante Su presencia, todo lo profundo de nuestra alma lo conoce de manera perfecta pues Él es Omnisciente (conocimiento sumo), Él sabe que es lo que hicimos el día de hoy el día de ayer y en toda la semana, por lo tanto nunca podremos ocultarle algún pecado, porque Él llena el cielo y la tierra, es imposible poder encontrar algún escondite en el universo donde escondernos de Dios.

Este salmo de David es muy importante porque David le pide a Dios que lo examine, algo que también cada uno de nosotros debemos de hacer y de pedirle a Dios que nos examine… 23 Examíname, oh Dios (hebreo ´´kjacár´´ explorar bien), y conoce mi corazón; ¿alguna vez le ha dicho al Señor esto? Esto ayuda para dejar de hacer cosas que están mal delante de Dios, necesitamos que Él nos explore.

Por ejemplo: cuando un médico forma un diagnóstico, lo primero que tiene que realizar es examinar detenidamente a la persona, o al órgano afectado del cuerpo para sacar un diagnóstico. Y ante ese dictamen, el médico identifica la enfermedad a través de los síntomas que presenta el paciente. Nuestro Dios es el médico del alma, Él tiene la medicina específica para cada enfermedad del alma, solo Él puede examinarla y determinar el diagnostico. Y con ello aplicar la solución. Para poder expresar “Examíname, oh Dios”, se necesita ser sinceros delante de Dios.

“Pruébame” (o sea que David sentía que era necesario el que fuera probado para saber si era realmente lo que decía ser en Dios, en ese proceso de refinación en nuestra vida espiritual, Dios nos pasa por el fuego para salir más preciosos que el oro) “y conoce mis pensamientos;” lo que David quiso es que Dios indagara con cautela la intención de su corazón; ve si todo lo que tengo en mi corazón es agradable delante de ti. “Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno.” Le pidió que se fijara como era su manera de ser, si era el correcto camino por el que iba. ¿Habrá perversidad en nuestro corazón? ¿Estaremos en el camino correcto donde Dios anhela que andemos? Debemos de guardarnos de los pecados ocultos.

Nos damos cuentas a través de la palabra del Señor como Acán desobedece a Dios cuando conquistan Jericó, la orden era exterminar con todo lo que había en la ciudad y Acán hizo lo contrario al mandato de Dios (Josué 7:1-26) ¿qué es lo que vemos?

Una interrupción de la bendición divina sobre el pueblo de Israel a causa del pecado de Acán. Fijémonos como por el pecado de uno todo el pueblo de Israel se contaminó, y así sucede muchas veces dentro de la iglesia, alguien falla a Dios y los demás se contaminan con el pecado cometido, en primer lugar toda su familia es la primera contaminada por esa falta.

Nos narra la biblia como Acán tomó para si un botín en la conquista de Jericó, pudo más la codicia que el prestar atención al mandamiento de Dios, entonces Josué desde Jericó envía a explorar la tierra de Hai para conquistarla con la ayuda de Dios, resulta que le traen el informe que la tierra era muy pequeña y que no había necesidad de que todo el ejército vaya a conquistarla, entonces se toma un acuerdo de que solo 3000 soldados vayan a conquistarla, pero cuál fue la sorpresa los de Hai derrotan al pueblo de Israel.

Al saber de esto todo Israel se llenó de miedo, no se explicaban por qué había sucedido tal cosa, fueron vencidos por el enemigo, estaban completamente consternados por lo sucedido, entonces Josué le reclama a Dios el por qué había permitido que fueran derrotados y que cayeran en manos de sus enemigos, nada más vasta que los cananeos se enteren de esto, y avisen a los pueblos de la región y nos exterminen aquí, y le responde el Señor: haber tranquilo, levántate “11 Los israelitas han pecado y han violado la alianza que concerté con ellos. Se han apropiado del botín de guerra que debía ser *destruido y lo han escondido entre sus posesiones. 12 Por eso los israelitas no podrán hacerles frente a sus enemigos, sino que tendrán que huir de sus adversarios.

Ellos mismos se acarrearon su destrucción. Y si no destruyen ese botín que está en medio de ustedes, yo no seguiré a su lado.” Había un pecado oculto de alguien que impidió la victoria del Israel sobre Hai, “No podrás resistir a tus enemigos hasta que hayas quitado el oprobio que está en el pueblo” y Josué sin saber que Acán era el culpable de toda la tragedia que pasó en Israel, Dios le reveló que él era quien había pecado de manera oculta.

Dice la biblia que la suerte cayó sobre Acán, a partir de allí Josué empieza a interrogarlo, haber dime ¿qué pasó? No me ocultes nada, Acán le empieza a narrar: “21 Vi en el botín un hermoso manto de Babilonia, doscientas monedas de plata y una barra de oro de medio kilo. Me deslumbraron y me apropié de ellos. Entonces los escondí en un hoyo que cavé en medio de mi carpa. La plata está también allí, debajo de todo.”

Acán trató de ocultar lo que había hecho en contra del mandamiento de Dios, pero no fue posible, Dios descubre su pecado. Por muy oculto que parezca su pecado Dios lo sabe en donde está enterrado, Él lo conoce a la perfección, por lo tanto es necesario que sea sacado si llegara a existir ese anatema que Dios aborrece de nuestro corazón, en nuestra vida espiritual también seremos débiles si existe algún pecado oculto ante los ojos de los hombre porque delante de Dios todo está al descubierto.

También vemos un ejemplo del pecado secreto de Ananías y Safira en complicidad. Ellos venden una propiedad, pero se quedaron con una parte del dinero y le dijeron a Pedro que esa era la cantidad en que la había vendido pero era mentira, ¿y qué con que hubieran hablado con verdad?

No hubieran sido enjuiciados por Dios, a Dios no podemos ocultarle nada pues el todo lo sabe, Pedro le dice a Ananías 4 ¿Acaso no era tuyo antes de venderlo? Y una vez vendido, ¿no estaba el dinero en tu poder? ¿Cómo se te ocurrió hacer esto? ¡No has mentido a los hombres sino a Dios! 5 Al oír estas palabras, Ananías cayó muerto… después como a las tres horas llega su esposa Safira ella no sabía lo que le había acontecido a su esposo pero Pedro le pregunta a ella ¿si es cierto que han vendido la propiedad en tal precio? Ella contesta afirmativamente, Pedro le dice: ¿Por qué se pusieron de acuerdo para poner a *prueba al Espíritu del Señor? —Le recriminó Pedro—. ¡Mira! Los que sepultaron a tu esposo acaban de regresar y ahora te llevarán a ti. 10 En ese mismo instante ella cayó muerta a los pies de Pedro… no podemos mentirle al espíritu santo de Dios, pues si se trata de hacer nos engañamos a nosotros mismos, Dios quiere todo o nada, No existe algún pecado oculto ante sus ojos.

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