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Rompiendo Ataduras

Hoy quisiera compartirles algo que me pareció muy interesante, algo que vi en la televisión. Transmitieron un programa en el que mostraban la forma como amaestraban a los animales de un circo. Como es de su conocimiento estos lugares de entretenimiento usan toda clase de animales y en especial animales salvajes. Un hecho muy curioso robó la atención de los que realizaban este documental y la mía también, al ver a un elefante de gran tamaño, el mismo que no se salía de un círculo que le rodeaba.

En ese momento, ellos hicieron tomas muy de cerca al enorme paquidermo, notando que lo que detenía al colosal animal de aventurarse afuera del círculo era una soga enterrada en el suelo. Para todos era sorprendente, tanto para los que realizaban el documental como para mí, ya que ese gran elefante sin realizar tanto esfuerzo podría haber roto sus amarras. Algo tan débil como esa amarra no resistiría la fortaleza de ese elefante. Aquellos corresponsales indagaban sin salir del asombro: -¿Cómo era posible que un animal tan fuerte, podía ser detenido por algo tan endeble? A lo que el administrador comenzó a explicarles que eso era producto de un proceso de entrenamiento que se desarrolló en el animal desde muy pequeño. Que por lo general los elefantes llegan al circo cuando son muy pequeños, y que a los mismos se los ata a algo bien firme e inamovible, y al pretender ellos recorrer más allá de lo que permite la cadena, eran detenidos al instante por su atadura.

Por la inteligencia bien desarrollada de estos paquidermos, velozmente asimilan que no pueden soltarse de esta atadura, y al crecer y querer recorrer más allá de lo que le permita la atadura, se detendrán al sentir la mínima resistencia, no harán más fuerza. ¿Les parece que de aquí podemos sacar un mensaje cristiano? Comprobémoslo en la Palabra de Dios, al leer:

Romanos 12:2No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Siempre es importante tener una idea del contexto general, conocer la base en la cual se desarrollan los hechos, así que revisaremos un poco la epístola a Los Romanos, leamos en Romanos 1:1: “Pablo, siervo de Cristo Jesús, llamado a ser apóstol, apartado para anunciar el evangelio de Dios.” Ésta carta fue enviada a los creyentes que vivían en la ciudad de Roma, como dice en Romanos 1:7: “Les escribo a todos ustedes, los amados de Dios que están en Roma, que han sido llamados a ser santos….” Es significativo hacer hincapié en esto, ya que Roma era la médula principal de este imperio, y en la cual existían diversidades étnicas. Su área geográfica no delimita más allá de 10 millas cuadradas, y su población rondaba el millón de habitantes. Así mismo, un promedio de 45000 de esos habitantes eran judíos. Como es fácil notar la población era casi en su totalidad gentil. Por esto inferimos que la iglesia en Roma estaba conformada por judíos y por gentiles. También hay que resaltar que el apóstol Pablo no había podido ir a visitar dicha iglesia. Pablo inspirado por Dios escribió esta grandiosa carta, tan consistente y completa en cuanto a la doctrina de la salvación. Para que puedan ser instruidos en todo lo relacionado a la salvación por gracia y basada únicamente en Cristo, para mostrar también la inclusión del pueblo gentil dentro del plan de Dios, y para animarles a que vivieran vidas piadosas en concordancia con lo que creían. Hermano con esta breve introducción, comenzaremos la prédica de hoy.

Al realizar una rápida comparación entre la Roma primitiva y nuestra era, deducimos fácilmente que no existe mucha diferencia. Puesto que al observar en derredor nuestro, vemos que ésta es una ciudad de gran pluralidad étnica. Y que podemos ver multiplicidad de procedencias, lo cual produce una diversidad de idiosincrasia. Por citar un ejemplo, notemos las características que por lo regular definen a una persona latina: el ego, la autoconfianza. Cuando un cristiano trata de adoptar o mantener este prototipo o clase de personalidad, es cuando se genera el problema ya que esto estorbara su vida cristiana. Estorbara en su vida cristiana, y terminará amarrada al sistema por el cual se maneja este mundo. Terminará de la misma forma que el elefante encadenada y limitada, su vida quedará en un círculo reducido. Hermanos al estudiar la Palabra de Dios, específicamente en éstos versículos, aprenderemos dos cosas que debemos hacer para impedir que nuestras vidas queden encadenadas, aprenderemos a advertir a otros sobre el peligro, y a librar a todo aquel que se halle atado. Sigamos con este estudio.

Como primer punto meditaremos en esto: “No os conforméis a este siglo.” Expresamente Pablo clarifica el no vivir bajo el sistema que se maneja este mundo. Al comienzo de nuestro mensaje, ya establecimos la multiplicidad étnica bajo la cual la Roma primitiva se conducía. Y a se pueden imaginar las costumbres paganas, sus extraños cultos a las deidades que ellos tenían, así que pueden sencillamente ver la clase de molde en la cual vivía esta sociedad, y el ejemplo para aquellos nuevos conversos a Cristo. Hermanos, las Escrituras nos enseñan que como cristianos no tenemos que tener puestos nuestros ojos, ni mucho menos querer introducir nuestras vidas en el molde de este mundo idólatra e incrédulo. Pero alguien puede preguntar: -¿Cuál es el molde por el que se rige este mundo? -¿Qué ejemplo podemos introducir en nuestras vidas? Hermanos el sistema por el cual se conduce el mundo, es el que vemos todos los días a nuestro alrededor, ¿qué vemos?, pues vemos falta de amor, odio, lascivia, adulterio, pornografía, orgullo, religiosidad y más.

La verdad tiempo nos faltaría para enumerar las cosas por la cuales se maneja este mundo. Nosotros que llevamos el título de cristianos en nuestros hombros, debemos andar como es digno del evangelio, conduciendonos de la manera que le agrade a Dios. Como lo dijo Pedro en su epístola 1 Pedro 1:16 cuando leemos “…porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.” Nosotros como hijos de Dios debemos ser el patrón a seguir, no debemos seguir el patrón que lleva el mundo. Pero tristemente observamos como muchos que profesan ser hijos de Dios, toman el modelo de vida que el mundo lleva, aunque esto se oponga totalmente a la voluntad de Dios. Vemos a muchos cristianos manteniendo lo que han aprendido del patrón por el cual opera el mundo, creyentes que siguen dejando que sus vidas sean influenciadas por el mundo que nos rodea, contrario a lo que nos expresa Pablo en Romanos 12:21: “No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal”, ya que el cristiano se deja vencer por el mal, cayendo así en vidas llenas de pecado. Hermanos es prudencial advertirles que si el cristiano se deja moldear por el patrón que opera el mundo, o si se mantiene en ese molde dejándose dominar por todo aquello que el mundo aprueba y no agrada a Dios, simplemente no sirve a Dios, y se está engañando, bien lo describe la Escritura 1 Corintios 10:21: “No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios.”

El Libro a los Romanos, nos muestra la verdad acerca de este asunto, y es que el mundo ha preferido aceptar la mentira del diablo y rechazar la verdad revelada de Dios. El hombre ha cambiado lo bueno por lo malo, así que cuando una persona se deja moldear y vive según este patrón, específicamente queda encadenada y totalmente atada. ¡Ay Hermanos! Que dolor recae sobre mí, que aflicción provoca a mi alma el saber que muchos cristianos son como elefantes en un circo. Oigo a alguien decir: -¿Por qué pastor? -¿Por qué se expresa de ésta manera? Lo digo porque no es difícil ver a muchos cristianos que siguen amarrados y atados, sin oponer resistencia. Se han limitado a girar en torno a estas ataduras, y las mismas han provocado un estancamiento espiritual en sus vidas. Debiendo estar libres continúan sujetos a amarras de vanidad y orgullo, amarras de religiosidad y ceremonias, amarras de pornografía y adulterio. Estas amarras han delimitado su movimiento, provocando un severo estancamiento espiritual. ¡Hermanos en Cristo fuimos llamados a ser libres! Pero no utilicemos esa libertad para el pecado.

Esto no puede ser el modelo que rija en la vida de un cristiano. Empero tristemente somos testigos de que es una realidad, y de que mantienen un estilo de vida que dictamina el mundo, y que sólo estanca su vida. Oigo a alguien que dice: -¿Por qué los estanca? Pues porque lo dice la Palabra de Dios, veamos Proverbios 21:4: “Altivez de ojos, y orgullo de corazón, Y pensamiento de impíos, son pecado.” -¿Por qué los estanca? Pues porque lo dice la Palabra de Dios, ahora vamos a 1 Juan 2:16: “Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.” -¿Por qué los estanca? Pues porque lo dice la Palabra de Dios, leamos en Proverbios 17:11: “El rebelde no busca sino el mal, Y mensajero cruel será enviado contra él.” ¡Hermanos desatemos todas esas amarras que nos tienen paralizados! ¡Rompamos ese yugo al que nos hemos sometido! Veamos las Escrituras en 2 Corintios 6:17-18: “Por lo cual, Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo; Y yo os recibiré, Y seré para vosotros por Padre, Y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.” -Pastor-, alguien pregunta: -¿Cómo podemos librarnos de esto? ¿Cómo podemos romper estas amarras? Hermanos, veamos el segundo punto.

Este segundo punto basado en la Palabra de Dios dice: “sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento.” En esta porción de las Escrituras Pablo no enseña que debemos cambiar nuestra manera de pensar. Como también lo indica el mismo apóstol en Efesios 4:23-24: “Y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.” ¡Hermano es allí donde empieza todo! Al renovar nuestras mentes se producirá en nosotros la trasformación de nuestras vidas. Dicho de otro modo, el renovar nuestro entendimiento implica que quitemos de nuestra mente todo lo relacionado a las cosas que el mundo ha introducido en ella, contrarias a la voluntad del Señor. Y esto es algo que se instaura al relacionarnos íntimamente con nuestro Dios, ya sea meditando en su Palabra, o pasando tiempo en oración. Y esa relación hay que cultivarla por medio del Espíritu Santo que mora y vive con nosotros. Hermanos alimentemos esa relación cada día, y su Santo Espíritu nos guiará y nos mostrará cual es la perfecta voluntad de Dios. ¡Hermanos, cuán glorioso es esto! Dios el Espíritu Santo estará con nosotros diciéndonos hacia donde debemos ir y cómo debemos ir. Él inclinará nuestros corazones a su presencia siempre ¡Siempre!, noten lo que dice aquí Gálatas 5:25: “Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.” Ésta es la manera de conducirnos, labrando nuestras vidas para ir sembrando la Palabra de Dios en ella, y cultivando su presencia en nosotros ¡Debemos caminar con Dios!, así como Enoc. Viene a nosotros la pregunta: -¿Cómo caminamos con Dios?, pues caminamos cuando nos alimentamos de su Palabra, cuando en oración alzamos nuestros clamores todos los días, cuando nos congregamos para que con nuestros hermanos alabemos y bendigamos su Santo nombre, cuando nos levantamos y proclamamos el grandioso evangelio, Hermanos los invito a caminar con Él.

La debilidad en un creyente tiene su origen en la falta y escasa intimidad con Dios, y este, el que escaseamos en intimidad con Dios, es el objetivo principal del diablo, veamos la Palabra 1 Pedro 5:8: “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar.” Cuando no pasamos tiempo con Dios y no buscamos cultivar tan maravillosa relación, somos un blanco muy fácil para el enemigo, bien decía un predicador: “La intimidad con Dios nos alejará del pecado, o el pecado nos alejará de intimar con Dios” Hermanos al alejarnos de Dios y escasear en su intimidad, buscaremos auto justificarnos, aunque solo para nosotros, porque para Dios, no lo haremos, miren bien este versículo en Lucas 16:15: “Entonces les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; mas Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación.” Hermanos abramos bien nuestros ojos a esta verdad de la Palabra: “mas Dios conoce vuestros corazones.” A Dios no podemos engañarle, Él nos creó, acaso podemos pensar que Él no conoce hasta nuestros más íntimos pensamientos. ¡Hermanos vivamos de acuerdo a la palabra revelada de nuestro Dios!

Para concluir. Centrémonos en estas últimas palabras de este versículo, el cual dice: “para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” Hermanos para poder gustar todo lo que es bueno, agradable y perfecto comprobando la voluntad de Dios, debemos renovar nuestra mente, debemos salir de este patrón que el mundo ha formado, en donde muchos se encuentran, sin poner la más mínima resistencia. No permitamos hermanos, que esto nos quite ese privilegio de intimar todos los días con Dios, que todas las cosas que forman este sistema nos quiten el de disfrutar de su presencia. Hermanos no permitamos que la obstinación e incredulidad que gobiernan al mundo nos de forma.

Hermanos si nos sujetamos a estas cosas, la ruina espiritual no tardará en hacerse realidad en nuestras vidas. Abre tu oído a ésta palabra, leamos en 1 Pedro 1:14-15: “…como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir…” ¡Hermanos, despiértense! ¡No dejen que el mundo les de forma! ¡No dejen que el mundo los ate! ¡Juzguen vuestras propias vidas!, y vean si caminan a la luz de la Palabra de Dios, porque si no andan en esta luz, quiere decir que los han atado.

Es totalmente cierto que lo que la mayoría cree, que lo que la mayoría tiene como verdad, diverge mucho con la voluntad que Dios nos ha revelado, y ésta es la base de que muchos sigan atados, ya que no han considerado lo que el profeta menciona, veamos en Óseas 4:6: “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento.” Hermanos quizás pueda resultar difícil salir del sistema que gobierna este mundo, pero déjenme decirles, que en Cristo todo es posible. ¡Cristo ya ha vencido!, observen en Hebreos 2:14: “…Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo….” ¡Hermanos regocíjense!

¡Cristo ha destruido por su muerte, el imperio de la muerte! ¡Cristo murió y resucitó para salvarnos del pecado! ¡Él rompió todas las cadenas que nos tenían atados al pecado! ¡Todas las amarras y redes del enemigo son ineficaces para el creyente que está en Cristo! ¡Aleluya, que gloriosa verdad! Este versículo de La Palabra de Dios nos muestra esta verdad ¡Las Escrituras están llenas de verdades gloriosas!, miremos en Filipenses 4:13: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece….” ¡Hermanos con esa fortaleza que Cristo da a todo creyente que permanece en Él, no existirán estacas ni cadenas que puedan resistirse!

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