b) Cuando Pedro ve a Jesús se le olvida el viento y lo fuerte de la tormenta, incluso, que apenas hace algunos segundos temía por su vida; toma tanta confianza en Jesús que deja de mirar las olas, el viento y las leyes naturales que dividen lo lógico de lo ilógico. Tanta confianza adquirió que se atrevió a pedir que se le permitiera caminar sobre el agua y así fue como empezó a moverse en lo sobrenatural.
c) Deberíamos examinar nuestra confianza; mucho depende de que estemos viendo o que esta capturando nuestra atención. Si miramos a Cristo nuestra confianza es tan grande que podríamos emprender cualquier cosa aunque parezca imposible. Pero si lo que miramos es cualquier otra cosa como problemas, dificultades, temores etc. Titubearemos y solo seremos espectadores.
d) Mirar a Cristo no es una opción es una necesidad. La verdad es que no siempre podremos huir de las circunstancias negativas; tenemos que enfrentarlas, los resultados los definirá lo que estemos mirando.
II. No desvíes la mirada – Le proporcionará la fuerza para seguir avanzando en medio de esas situaciones difíciles
a) Empezar algo posiblemente sea difícil, sin embargo el permanecer es el verdadero reto, si lo que miramos no es lo correcto nuestra permanencia tampoco será la correcta.
b) La vida de Pedro dependía literalmente de lo que estaba mirando, en algún momento volvió su mirada de Jesús solo para mirar las olas, el viento, la tempestad en si, y claro todo aquello que no era Cristo. De esta manera le fue imposible seguir caminando en lo sobrenatural y nuevamente comenzó a ser dominado y afectado por lo natural; es decir la permanencia en esa esfera sobrenatural le resulto imposible, todo a causa de donde se encontraba su mirada.
c) ¿Alguna vez hemos vivido esto ?Nosotros siempre estaremos en medio de la tormenta, nos corresponde decidir si queremos caminar por encima de esta o que esta este por encima de nosotros. Existirá un resultado si desviamos nuestra mirada de Jesús, “nos ahogaremos en los problemas y las situaciones”
d) Si queremos permanecer en lo sobrenatural no debemos desviar nuestra mirada de Cristo.
III. No desvíes la mirada – Le proporcionará paz en esas situaciones difíciles
a) Tenemos muchas veces un concepto errado de paz, creemos que la paz es la ausencia de problemas, pero, no es así; la paz verdadera es aquella que esta aun cuando todo esta mal, es decir: Cuando Cristo esta nosotros y nosotros mirándole.
b) Pedro desvió su mirada, sin embargo retomó la visión correcta una vez mas, Miro y clamo a Cristo, fue llevado a la barca y el viento se calmó. Sin duda el factor de cambio fue Cristo, cuando el apareceré todo toma forma y rumbo en nuestra vida.
