Restaurando mi comunión con Dios

Dagoberto Meza Leal

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¿Oramos como conviene? - Predicas Cristianas

Restaurando mi comunión con Dios

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Bosquejos Bíblicos | Restaurando mi comunión con Dios

Bosquejo Bíblico basado en: 1ª Samuel 7:2-3

Restaurando mi comunión con Dios

Este mensaje está dirigido a todo aquel que siente que ya no es el mismo, que en algún momento experimentó la presencia de Dios de una manera real, pero ahora se siente vacío, distante, como si la voz del Señor se hubiera apagado en su vida. Tal vez hoy sientes que Dios ya no te escucha, que tu oración no pasa del techo, que lees la Biblia, pero no te habla como antes. Si te sientes así, déjame decirte que no eres el único. A lo largo de la historia, muchos hombres y mujeres de Dios han pasado por este estado de sequedad espiritual. Pero la buena noticia es que la comunión con Dios puede ser restaurada.

¿Qué significa restaurar?

La palabra restaurar significa recuperar o recobrar algo que se ha perdido, reparar lo que se ha dañado, renovar algo que se ha deteriorado y volver a ponerlo en el estado original. Si hablamos de nuestra comunión con Dios, significa volver a ese primer amor, regresar a la relación íntima con Él, a la pasión por su presencia y su palabra.

Para que haya restauración, primero debe haber un daño, una pérdida o una necesidad. No podemos restaurar algo que está en perfecto estado, pero sí aquello que ha sido quebrantado, descuidado o contaminado.

I. Restaurando mi comunión con Dios: Reconocimiento de la necesidad

Para haber restauración, primero debe haber un reconocimiento de la necesidad: “Todo el pueblo suspiraba por Jehová” (1ª Samuel 7:2)

    El pueblo de Israel se encontraba en un estado de abandono espiritual. No había profeta, no había palabra de Dios, y su relación con el Señor se había convertido en una mera religión sin vida. Lo mismo ocurrió en el tiempo del profeta Elías, cuando el pueblo estaba dividido entre servir a Dios y seguir a los ídolos.

    ¿Hasta cuándo claudicaréis entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él” (1ª Reyes 18:21).

    Cuando la comunión con Dios se rompe, el corazón del hombre se vuelve insensible y apático. Se acostumbra a vivir sin la presencia del Señor y se conforma con una vida espiritual vacía. Pero Dios no nos ha llamado a vivir en sequedad, sino en abundancia espiritual.

    II. Restaurando mi comunión con Dios: Pasos para la restauración

    Invertir nuestro rumbo. “Si de todo corazón os volvéis a Dios” (1ª Samuel 7:3).

      El primer paso para la restauración es reconocer que estamos en el camino equivocado y tomar la decisión de volver a Dios con un corazón sincero.

      Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra” (2ª Crónicas 7:14).

      Dios nos llama a volver a Él con un arrepentimiento genuino, dejando atrás todo lo que nos ha alejado de su presencia.

      III. Quitar todo lo que ha ocupado el primer lugar en nuestra vida

      Cada uno debe preguntarse: ¿qué me ha alejado de Dios? ¿Qué ocupa hoy el primer lugar en mi vida? A veces es el pecado, otras veces son preocupaciones, afanes o incluso bendiciones que hemos permitido que nos aparten de Dios. Para restaurar nuestra comunión, debemos hacer limpieza en nuestro corazón y darle a Dios el lugar que le corresponde.

        Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón” (Mateo 6:21).

        Preparar nuestro corazón para Dios

        Elías dijo a todo el pueblo: Acercaos a mí. Y todo el pueblo se le acercó. Y él arregló el altar de Jehová que estaba arruinado” (1ª Reyes 18:30).

          En tiempos de Elías, el altar del Señor estaba destruido. Sin altar, no había sacrificio ni relación con Dios. En la actualidad, el altar es nuestro corazón, y si está en ruinas, no puede haber comunión con Dios. Preparar el corazón significa limpiarlo de toda contaminación, apartarnos para el Señor y consagrarnos a Él.

          El verdadero arrepentimiento no es solo cuestión de palabras; es un cambio de conducta. No basta con decir que queremos restaurar nuestra comunión con Dios, hay que demostrarlo con hechos.

          Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento” (Mateo 3:8).

          IV. Restaurando mi comunión con Dios: Servirle solo a Él

          Restaurar nuestra comunión con Dios implica compromiso. No podemos servir a Dios y al mundo al mismo tiempo. Debemos rendirnos completamente a Él y decidir vivir en obediencia.

            No podéis servir a Dios y a las riquezas” (Mateo 6:24).

            Cuando nuestra comunión con Dios es restaurada, nuestra vida se alinea con su voluntad y experimentamos su presencia de una manera real.

            Finalmente, viene la bendición

            Entonces yo oiré desde los cielos” (2ª Crónicas 7:14).

              Dios es fiel a su palabra. Cuando un corazón se humilla y se vuelve a Él, Él responde. En el Monte Carmelo, cuando el pueblo volvió a Dios, descendió fuego del cielo.

              Respóndeme, Jehová, respóndeme, para que conozca este pueblo que tú, oh Jehová, eres el Dios, y que tú vuelves a ti el corazón de ellos. Entonces cayó fuego de Jehová” (1ª Reyes 18:37-38).

              Es el pecado el que nos roba la comunión con Dios. Cuando se pierde la comunión, también se pierde el temor a Dios. Pero cuando restauramos nuestra relación con Él, su paz, su gozo y su bendición vuelven a nuestras vidas.

              Conclusión

              Si hoy sientes que te has alejado de Dios, que has perdido el gozo de la salvación, que ya no sientes Su presencia como antes, no sigas en ese estado. Dios no se ha ido, Él sigue ahí esperando que vuelvas. Su amor no ha cambiado, su misericordia sigue disponible para ti.

              Vuelve a Dios con todo tu corazón. Arregla tu altar, deja atrás todo lo que te ha apartado de Él y ríndete completamente a su voluntad. No sigas caminando lejos de su presencia, porque solo en Él encontrarás vida, restauración y paz.

              ¿Te sientes perdido, confundido, sin esperanza? Vuelve a Dios. Él te espera con los brazos abiertos.

              © Dagoberto Meza Leal. Todos los derechos reservados.

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              Dagoberto Meza Leal
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              Dagoberto Meza Leal

              1 comentario en «Restaurando mi comunión con Dios»

              1. He hecho cosas de las cuales no me enorgullezco siento que he perdido esa comunion que en un momento tuve con Dios, me siento fuera de lugar al querer buscarle, siento que lo volvere a defraudar, que realmente no estara para mi. Tengo demasiadas peleas yo solo me siento tan vacia, tan lastimada

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