Bosquejos Bíblicos
Bosquejos Bíblicos Prédica de Hoy: Gozosos en la escasez
Bosquejos Bíblicos.. Texto Biblico: Filipenses 4:11-13
Introducción
¿Alguna vez has vivido pobreza o abundancia? ¿Te has encontrado en una situación de pobreza tal que, que parece que llegarás hasta el día de mañana? ¿O has atravesado un momento de riqueza tal, que tu corazón es llenado de avaricia y te olvidas de Dios?
Entonces, este sermón es para ti. En bosquejos bíblicos, hoy veremos lo que dice Pablo para enfrentar estas situaciones conforme a la Palabra de Dios. Este pasaje nos enseña cómo ser gozosos en la escasez y agradecidos en la abundancia.
Desarrollo
Contexto
Este pasaje es la continuación de una idea comenzada en el versículo 10 de este capítulo, y termina en el versículo 19. Este pasaje completo trata sobre la ofrenda que los Filipenses dieron a Pablo.
El apóstol Pablo agradece a los Filipenses por la ayuda que la habían dado para que siguiera ejerciendo en su ministerio. Y en el versículo 10, Pablo dice que ellos no habían podido seguir ayudando, porque no habían tenido la oportunidad.
Después, en el versículo 11, el apóstol Pablo va a aclarar lo que quiso decir. Él no dijo porque tuviera necesidad, y tuviera dando lastima o rogando dinero a los hermanos de Filipos. En ninguna manera. Además de agradecer lo que ellos habían hecho por él, Pablo va a explicar que Dios es su principal Sustentador. Y Él es quien siempre lo ha ayudado.
Ahora, el apóstol comienza a explicar cómo Dios lo ha capacitado para enfrentar cualquier situación en que estuviese viviendo. Él ha aprendido a estar gozoso, sea que esté en escasez o en abundancia.
I. Gozo en la escasez
a. Pablo experimentó pobreza.
El apóstol Pablo fue una persona que vivió muchas necesidades. Era constructor de tiendas, pero tal trabajo no daba mucho dinero en aquel tiempo (Hechos 18:3). Pablo se dedicaba completo al ministerio, y esto, no traía muchas ganancias, por lo menos no monetarias. Además, las persecuciones, los encarcelamientos, las huidas extremas de ciertas ciudades para escapar de la muerte, hicieron que viviera muchas aflicciones.
De hecho, en diferentes cartas, Pablo dice que, debido a su ministerio, tuvo que pasar diversos tipos de escasez. Ellos eran la escoria del mundo y el desecho de todos, literalmente habían abandonado todo para servir al Señor (1 Corintios 4:7-13). En otras palabras, en todo tiempo, llevaron en su cuerpo la muerte de Jesús (2 Corintios 4:10). Todos estos sufrimientos implicaron hambre, sed, desnudez, fatiga, frío y ayuno (2 Corintios 6:4-5; 11:27, 33). Es más, al momento de escribir esta carta, Pablo estaba encarcelado, ¡viviendo, quizá, todas estas cosas! Si había alguien que conocía la pobreza, ese era Pablo.
b. Pablo aprendió a vivir en esta situación.
Ahora, Pablo dice que, aun en esas situaciones, aprendió a vivir. Supo estar gozo aun cuando pasaba necesidad: hambre, frío o sed.
Esto parece paradójico, pero es posible. Porque el gozo del Señor no depende de ninguna fuerza humana, ni de alguna situación externa. Este es un gozo que sobrepasa todo entendimiento y situación (4:7).
Así que no se trata de la situación que vivamos, sino de la fe que tengamos para enfrentar esas pruebas. Debemos cambiar todo pensamiento malo, en pensamientos buenos, humildes y llenos de confianza en Dios (verss. 7-8). Ese es el secreto del gozo en la escasez.
II. Gozo en la abundancia.
a. Pablo vivió en abundancia.
Según dice también el apóstol, hubo momento muy bueno también. Ya estamos seguros que antes de su conversión, tuvo un lugar muy importante entre los fariseos (Filipenses 3:4-6). Pablo venía de padres adinerados, o por lo menos, con una buena posición económica. Sólo así pudo explicar ciudadanía romana de nacimiento (Hechos 22:25-29) y sus estudios con Gamaliel (vers. 3).
Pero en palabras de Pablo, hubo momento en su fe donde también vivió estos momentos de abundancia.
b. Pablo aprendió a vivir en esa abundancia.
Pablo dice que aprendió a vivir en abundancia. Esto puede parecer extraño. ¿También hay que aprender a vivir en la abundancia? Bueno, la Biblia dice que las riquezas también están llenas de muchos peligros tales como la avaricia, la soberbia y la idolatría. Según Proverbios 30:8-9, la riqueza hace que la gente se olvide de Dios.
También da luz al desenfreno de los deseos y los sentidos. Hace que nos volvamos tacaños, y duros de corazón con las necesidades de los demás. ¡La riqueza está unida a cientos de tentaciones!
Entonces, Pablo había aprendido a mantenerse fiel a Dios en su abundancia. Agradecía siempre a Dios. Reconocía que no merecía nada. Era generoso con los necesitados. ¡Este hombre aprendió a vivir en necesidad!
c. Una aplicación para nosotros.
Y nosotros también tenemos que aprender a vivir en los momentos de riquezas. No debemos llenarnos de soberbia, ni alejarnos de Dios. No debemos dejar que el amor el dinero arrope nuestro corazón. Ni olvidarnos de ayudar a los necesitados. Ni debemos entregarnos al desenfreno, como comer o beber mucho, tener muchas propiedades por simplemente tenerlas, etc. Debemos aprender a estar saciados.
III. Gozoso y asistido.
a. El secreto del gozo.
Pero, ¿cómo Pablo llegó a ser un hombre así? ¡A nosotros nos cuesta demasiado soportar la escasez y ser íntegros en la abundancia! Bueno, el apóstol Pablo dice que en todo fue enseñado (vers. 12). Literalmente, la palabra que se usa para enseñado significa: “fui instruido en el secreto”, “he aprendido el secreto”.
Según Pablo, había un secreto que había descubierto en la Palabra de Dios. Tal secreto lo ayudó a ser fiel en todo momento al Señor. Ese secreto es descrito en el versículo 13: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.
b. El poder de Cristo es ese secreto.
Pablo dice que pudo soportar todas estas situaciones con fe y dominio propio, con agradecimiento y fidelidad, porque Cristo lo fortaleció. Literalmente, el texto significa que Cristo es quien nos da la ayuda para enfrentar cualquier situación.
Esto no quiere decir que Cristo nos dé la capacidad para hacer absolutamente todo lo que queramos, como algunos usan este pasaje erróneamente. Significa que Cristo nos da el poder para cumplir todos los mandamientos de Dios en toda situación. Que Cristo nos ayuda a estar sujetos a sus promesas en todo momento.
Unidos a Cristo, no habrá necesidad que nos venza, ni abundancia que nos haga caer. ¡Confiemos en el poder de Cristo que nos fortalece!
Conclusión
De esta manera, el secreto para gozosos en la escasez y agradecidos en la abundancia, es confiando en Aquel que nos sostiene: Cristo Jesús. En bosquejos bíblicos, hoy hemos aprendido que las situaciones no determinan nuestro gozo. Nuestro gozo está determinado por el grado de fe que tengamos en nuestro Señor Jesucristo.
© Julio Torres. Todos los derechos reservados.