Comunión con Dios

Bosquejos Bíblicos | Comunión con Dios

Bosquejo Bíblico basado en: 1 de Juan 6-7 – Si decimos que tenemos comunión con El, pero andamos en tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad; 7 mas si andamos en la luz, como El está en la luz, tenemos comunión los unos con los otros, y la sangre de Jesús su Hijo nos limpia de todo pecado.

Introducción a Comunión con Dios

Si creen que andan en comunión con el padre y hacen todo lo contrario a lo que Él manda, son unos mentirosos. No quiere decir que el cristiano no tropiece en el camino, que no vuelva a pecar. El punto es que como creyentes Cristianos, no podemos vivir en el pecado. Usted se va a caer, pero el padre lo va a levantar y quizá vuelva a caer y el padre lo vuelva a levantar. Pero si usted es un elegido por Dios para la vida eterna no se puede mantener por siempre en el pecado. Solo el tiempo que Dios quiera y crea que es conveniente para perfeccionarlo.

Pensemos un momento. Dios es justo, Él no tiene pecado y no puede un alma ir a el si está un poquito manchado. Entonces el lo tiene que perfeccionar a través del Espíritu Santo hasta el punto que Dios diga que es usted apto para entrar en el cielo. Usted sabe y si es salvo? Usted sabe si Dios está obrando en su corazón y en su vida?

Si antes de ser convertido usted pecaba y no se daba cuenta de la magnitud del pecado, pecaba y no sentía arrepentimiento y ahora se siente mal cuando peca porque siente que está pecando en contra de Dios, eso es un cambio importante, porque quiere decir que el Señor está obrando en su corazón. En definitiva, si usted aborrece el pecado, si lo detesta, aunque tropiece con el, eso quiere decir que Dios esta obrando en su corazón y lo va a ir perfeccionando día a día y le va a ir enseñando el camino para estar en plena comunión con el. Ese es el comienzo.

Juan 3:21

Pero el que practica la verdad viene a la luz, para que sus acciones sean manifestadas que han sido hechas en Dios.

Toda esta perfección de las que le hablo, la va a llevar acabo nuestro padre , siempre y cuando andemos en luz, si guardamos sus mandamientos. A la carne no le gusta orar, no le gusta estar en comunión con el Padre, pero a nuestro espíritu sí. Hay que orar a tiempo y a fuera de tiempo y no dejar que la carne se lleve la victoria. De esa manera estaremos en plena comunión con Dios, de eso se trata la oración.

Tito 2:14

quien se dio a sí mismo por nosotros, para REDIMIRNOS DE TODA INIQUIDAD y PURIFICAR PARA SI UN PUEBLO PARA POSESIÓN SUYA, celoso de buenas obras.

Salmos 51:2

Lávame por completo de mi maldad, y límpiame de mi pecado.

Apocalipsis 7:14

Y yo le respondí: Señor mío, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que vienen de la gran tribulación, y han lavado sus vestiduras y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.

Conclusión

La comunión con Dios no es solo un concepto, es una realidad que debe reflejarse en nuestra vida. No podemos decir que estamos con Él mientras permanecemos en las tinieblas. Su luz nos transforma, nos aparta del pecado y nos guía a la verdad. Como dice 1 Juan 6-7, si andamos en la luz, Su sangre nos limpia de todo pecado.

El verdadero creyente tropieza, pero no permanece en el pecado. Dios lo levanta, lo purifica y lo perfecciona a través del Espíritu Santo. Nuestra carne se resiste, pero nuestro espíritu anhela estar en comunión con el Padre. Por eso, debemos buscarle en oración, guardar sus mandamientos y vivir en obediencia.

Al final, solo aquellos que han sido lavados en la sangre del Cordero estarán ante Su presencia, como dice Apocalipsis 7:14. Examinemos nuestro caminar: ¿andamos en la luz o seguimos en tinieblas? Que nuestra vida refleje la comunión genuina con Dios, pues solo en Él encontramos redención y vida eterna.

© Pablo Quiroga. Todos los derechos reservados.

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