Ensanchate

Pastor José R. Hernández

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Ensancha el sitio de tu tienda.. Bosquejos Biblicos

Ensanchate

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Bosquejos Biblicos

Bosquejos para Predicar Texto Biblico:Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas.Isaías 54:2

Introducción

Ensanchar significa extender, hacer algo más ancho. Dios nos invita a que nos ensanchemos, que crezcamos, que juzguemos. Cuando tenemos la bendición del Señor las cosas toman una nueva perspectiva, una visión totalmente diferente que cuando estamos solos, sin Él. Todo está en que Dios esté con nosotros para que las derrotas se tornen en victorias y las causas perdidas se transformen en grandes bendiciones.

1) La escasez personal (Job 34:15)

Ciertamente el hombre es polvo y un día este cuerpo mortal regresará a el. En este mundo nacemos y somos protegidos pues nada podemos hacer por nosotros mismos. Nada poseemos, con nada en nuestras manos entraremos a la eternidad.

a) El impío trabaja para el justo (Job 27:16-17)

Si vivimos sin Dios aun lo que tengamos en nuestro poder no será de bendición. Si amontonamos riqueza siendo impíos no las gozaremos, dice su palabra que las amontonamos para los justos. Por lo tanto es buen consejo ser justo y disfrutar de las bendiciones de Dios. Bendiciones que Dios las toma de los impíos para sus hijos.

b) Volviendo al polvo (Eclesiastés 3:20)

Todo está hecho de polvo. Dios nos formó del polvo de la tierra y algún día todo volverá al mismo polvo. Entonces no tiene sentido alguno perder una salvación eterna por querer tener algo que será temporal. Es mejor perderlo todo en este mundo, pero alcanzar la vida eterna con Dios. 

c) Nada son nuestras fuerzas (Ezequiel 7:17)

Todo lo que podamos buscar y todo lo que podamos conseguir con nuestras fuerzas son limitados. Ciertamente somos débiles, pero Dios es fuerte más que cualquiera. Lo que podemos conseguir en Dios no tiene límite porque nuestro Padre no los tiene. Si somos sus hijos no hay limitación en lo que podamos conseguir con Dios. No con nuestras fuerzas sino con su poder.

2) Lejos de Dios (Juan 15:5)

Nuestras fuerzas son nada y si estamos en pecado estamos lejos de Dios. Jesucristo dijo que lejos de Él nada podemos hacer. No queda entonces ninguna esperanza para el pecador en poder alcanzar algo. Solo queda sufrimiento y dolor para el ser humano que está lejos de Dios batallando con alcanzar la gloria con sus fuerzas. Apartados de Dios, nada podemos hacer.

La bendición de Dios (Juan 15:5)

Pero si estamos en Dios llevamos mucho fruto. Por nuestra cuenta seremos como un árbol plantado en el desierto, pero en Dios somos como árboles plantados junto a corrientes de aguas. Ya no es con nuestra fuerza limitada, es con el poder de Dios que se puede ser fructífero. 

a) No añade tristeza (Proverbios 10:22)

Cuando una bendición viene de Dios, dice su palabra que no añade tristeza. En primer lugar sabemos que no es contraria a su palabra y podemos tener la conciencia limpia cuando las cosas vienen a nuestra vida de parte del Señor. No sucede así cuando la riqueza es mal habida. Pero cuando Dios bendice a alguien no viene con tristeza, sino con gozo en el Señor.

b) Enriquece

Dios es quien enriquece. Él siempre se lleva la gloria en todo, pues solo Él la merece. Dios es quien fortalece al cansado, quien da la oportunidad a cada quien para gozar del fruto de sus manos. Es lo que Dios quiere que nos gocemos con lo que nos permite hacer en este mundo. Y cuando lo hacemos para su gloria conforme a sus preceptos, Él viene y prospera nuestro camino y nuestro esfuerzo. Dios enriquece a sus hijos.

3) Dios nos ensancha (Salmo 18:36)

Dios quiere hacer nuestro camino más ancho, no quiere que andemos en escasez espiritual ni material, sino que quiere que nuestra tienda sea más grande. Pero lo principal es que comprendamos que no es con nuestras fuerzas sino que es Dios el que obra en nuestra vida.

a) Primero ensancha el corazón (Isaías 60:5)

Dios quiere que primero nuestro corazón sea ensanchado en bondad, en generosidad para con los demás. Que demos abundantemente para las necesidades de los santos y para la obra del Señor en la tierra. Pero Dios quiere incomodarnos con esto y que nuestro corazón sea ensanchado, siendo un proceso doloroso y difícil.

b) Para tener su bendición (Proverbios 18:16)

Pero ese ensanchamiento del corazón es que que Dios ve y el que usa para ensanchar nuestros pies. No es la escasez con la que damos, sino el ensanchamiento de nuestras dádivas. Cuando damos no damos con tristeza, sino con alegría, sabiendo que Dios se alegra cuando lo hacemos de todo corazón.

Conclusión

Somos polvo y volveremos al polvo, todas las cosas materiales que podamos conseguir en esta tierra algún día dejarán de existir y pasaremos a una eternidad donde no tendrán cabida. Lejos de Dios nada podemos conseguir pero Dios es el que da la riqueza.

Dios ensancha nuestros pasos y bendice a aquellos que antes fueron ensanchados en su corazón y se vuelven dadivosos. Dios es el que bendice al hombre con un corazón generoso que no se limita a dar lo que le parece bien, sino aquello que está más allá de lo normal. Es en ese momento cuando Dios nos lleva también más allá de lo normal. Toda bendición está en la mano de Dios para aquellos que le buscan a Él primero y se gozan en su voluntad.

© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.

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José R. Hernández
Autor

Pastor José R. Hernández

José R. Hernández; educación cristiana: Maestría en Teología. El Pastor Hernández y su esposa son ciudadanos de los Estados Unidos de América.

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