El Verdadero Espíritu de la Navidad | Bosquejos Bíblicos
Bosquejos Bíblicos Lectura Bíblica: “Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor.” Lucas 2:10-11
Introducción
La Navidad es una de las festividades más celebradas en el mundo, pero también una de las más malinterpretadas. Su origen y tradiciones han sido influenciados por diferentes culturas a lo largo de la historia, pero su verdadero significado radica en el nacimiento de Jesucristo, el Salvador del mundo. En este estudio, examinaremos los elementos históricos y culturales de la Navidad, así como su verdadero espíritu según las Escrituras.
1. Origen y Desarrollo de las Tradiciones Navideñas
1.1 San Francisco de Asís y el Pesebre
San Francisco de Asís, tras regresar de las cruzadas y pasar por Belén, observó la celebración de la Navidad y quiso representar el nacimiento de Jesús de una manera más tangible. En 1223 (no 1225), en Greccio, Italia, creó el primer pesebre viviente con figuras humanas y animales. Esta tradición se extendió a Europa y luego al resto del mundo, llegando a América a través de los franciscanos españoles.
1.2 La Simbología de la Navidad
Los Magos y la Fiesta de las Posadas
Mateo 2:1-2 menciona a los magos que vinieron del oriente guiados por una estrella, trayendo oro, incienso y mirra. Aunque la Biblia no menciona que fueran tres ni sus nombres, la tradición los identifica como Melchor, Gaspar y Baltasar, representando distintas razas y continentes. En México, la fiesta de las posadas recuerda el viaje de María y José buscando refugio antes del nacimiento de Jesús.
El Origen de la Misa de Gallo
Se dice que el gallo fue el primer animal en presenciar el nacimiento de Cristo y anunciarlo con su canto. Esta creencia dio origen a la “Misa de Gallo”, una celebración católica que tiene lugar a la medianoche del 24 de diciembre.
La Novena de Aguinaldos
En el siglo XIX, la monja colombiana Bertilda Samper Acuña institucionalizó la Novena de Aguinaldos, una serie de rezos y cantos realizados durante los nueve días previos a la Navidad.
Las Saturnales y la Incorporación de Costumbres Paganas
En la antigua Roma, las Saturnales (fiestas en honor a Saturno) se celebraban en diciembre, con intercambio de regalos y la temporal abolición de las clases sociales. Con la expansión del cristianismo, algunas de estas tradiciones fueron incorporadas a la Navidad.
El Árbol de Navidad
Martín Lutero es reconocido como uno de los primeros en decorar un árbol de Navidad con velas, simbolizando la luz de Cristo. Su uso se extendió en la Europa protestante y luego al mundo entero.
2. La Comercialización y Desviación del Sentido Original
Con el tiempo, la Navidad se ha convertido en una festividad centrada en el consumismo. El personaje de “Santa Claus”, basado en San Nicolás de Bari, un obispo conocido por su generosidad, fue modificado por la cultura popular y la publicidad, especialmente por Coca-Cola en 1931, que lo popularizó con su imagen roja y blanca.
Sin embargo, el verdadero espíritu de la Navidad no está en los regalos ni en las decoraciones, sino en el regalo de Dios al mundo: Jesucristo.
Juan 3:16: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”
3. El Verdadero Espíritu de la Navidad
3.1 No Copiamos Tradiciones Mundanas
El cristiano debe ser consciente de cuáles tradiciones honran a Dios y cuáles han sido tergiversadas.
Colosenses 2:8: “Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.”
3.2 La Navidad No Es Solo en Diciembre
El gozo de la Navidad no debe limitarse a un mes del año. Cristo es nuestro Salvador cada día, y su amor debe reflejarse en nuestra vida diaria.
Filipenses 4:4: “Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!”
3.3 La Navidad Nos Llama al Arrepentimiento y la Salvación
Jesús no vino al mundo para darnos una celebración, sino para salvarnos del pecado.
Lucas 19:10: “Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.”
3.4 La Navidad Nos Invita a la Generosidad
El verdadero espíritu de la Navidad se refleja en dar, no en recibir. Así como Dios nos dio a su Hijo, nosotros debemos dar amor, compasión y ayuda a los demás.
Hechos 20:35: “En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.”
Conclusión
El mundo ha transformado la Navidad en una celebración superficial, llena de consumismo y tradiciones sin sentido bíblico.
Sin embargo, el verdadero espíritu de la Navidad es Cristo mismo: su amor, su gracia y su salvación. No permitamos que el ruido de la sociedad nos haga olvidar el mensaje central de la Navidad: Dios con nosotros, Emmanuel.
Mateo 1:23: “He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarán su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros.”
Que esta Navidad recordemos que nuestro gozo no depende de decoraciones, regalos o festividades, sino de la presencia de Cristo en nuestras vidas.
© Samuel Cardozo. Todos los derechos reservados.