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Cediendo derechos – Parte I

Bosquejos Biblicos – Bosquejos para Predicar

Santiago 1:20

Propósito de la Lección:

Aprender a identificar las fuentes de Ira y aprender en base a la palabra de Dios como poder conquistarla. Entender que la Ira es como un sistema de alarma que me avisa que algo está mal en mi vida. Saber que uno de los problemas principales causantes de la Ira es que sentimos que nuestros derechos son violados. Aprender cómo Cristo cedió derechos.

Introducción:

Un volcán activo ilustra vívidamente muchas de las características de la persona enojada. Sus erupciones externas son el resultado de tensión y calor internos. Las erupciones son imprevisibles, y dañan a los que están más cerca del volcán. Las erupciones también causan daño de largo alcance, mucho tiempo después de que el volcán se apaga.

La vida alrededor del volcán nunca vuelve a ser igual después de que hace erupción. Con razón la escritura declara,”…La ira del hombre no obra la justicia de Dios” Stg. 1:20. Los cristianos han de dejar todo enojo e Ira. Ef. 4:31. También hemos de evitar amistad intima con personas iracundas, para no llegar a ser como ellas. Prv. 22:24-25. Salmo 37:25.

Eliminando la causa de la Ira.

A. Identifica la Ira.
B. Enumera Derechos
C. Distingue entre derechos y expectativas.
D. Entrega derechos a Dios y cumple con las responsabilidades.
C. Equilibra las expectativas.
D. Da Gracias a Dios por los Privilegios.
1. La Ira es contrario a Mansedumbre.
2. Considera la Ira como un sistema de alarma.

Filipenses 2:5-8.

Veamos ejemplos de Cristo.

1. CEDIÓ SU DERECHO A LA RIQUEZA.

A. La riqueza y el esplendor del cielo no pueden ser imaginados por nuestras mentes finitas. 1. Cor. 2:9.

B. Para que Cristo pudiera redimirnos del pecado, tuvo que dejar la gloria, belleza y majestad del cielo.

La vasta riqueza del cielo apenas se insinúa en el libro de Apocalipsis. Ap. 21:10-11, 18-19,23; 22:1-2.

C. La recompensa de ceder el derecho a la riqueza.

Así como cristo regresó al cielo con mayor riqueza que la que había tenido antes (comunión con todos aquellos a quienes había redimido), así nosotros recibiremos tesoros mucho mayores en esta vida y en la venidera, en la medida que cedemos nuestros derechos a la riqueza y a las posesiones.

2. CEDIÓ SU DERECHO A UNA BUENA REPUTACIÓN.

A. En el cielo es adorado continuamente, y su Nombre es altamente honrado.

1. El es el rey de reyes y Señor de señores, pero cuando vino al mundo “se despojó a sí mismo.”

2. En lugar de nacer en la riqueza, nació en la pobreza. Su pueblo tenia tan mala fama que cuando Felipe le contó a Nataniel acerca de Cristo, Nataniel respondió;… ¿De Nazaret puede salir algo de bueno? Juan 1:46.

3. La manera en que Jesús fue concebido también arrojó sospechas acerca de su reputación.

4. Los líderes religiosos rechazaban el hecho de que había sido concebido por el Espíritu Santo, y  nacido de una virgen. Por tanto en la mente de ellos era un hijo ilegitimo.

5. Al ceder sus derechos, y obedecer de inmediato cada orden de su Padre Celestial, El dañó aun mas su popularidad entre los lideres religiosos.

6. Ellos se alarmaban porque El permitía que una mujer de mala fama le lavara los pies. Lc. 7:38-50.

7. Ellos se ofendieron porque El sanó a un hombre el día de reposo. Marcos 3:1-6.

8. Sin embargo, el peor daño a su reputación ocurrió cuando fue arrestado, acusad de muchos crímenes, y clavado en una cruz.

B. La recompensa de ceder el derecho a una buena reputación.

1. Por el hecho de que Cristo sacrificó su reputación por nosotros, al obedecer la dirección de Su Padre Celestial, nosotros somos redimidos, y Cristo recibió un Nombre sobretodo nombre. Gal.3:13; Fil. 2:9.

C. ¿Cómo cedemos nuestras reputaciones a Dios?

1. Uno de los deseos mas fuertes que tenemos, es el de ser aceptados por otros.

2. Estamos muy conscientes de lo que otros piensan de nosotros, de quien nos quiere y de quien no nos quiere.

3. Dios desea que lleguemos a la decisión madura de entregarle a El todos los derechos a nuestras reputaciones.

4. De allí en adelante, no estaremos preocupados por lo que la gente piense de nosotros, sino más bien, por representar adecuadamente a Cristo ante los que están a nuestro alrededor , y por lo que  ellos piensen de El.

5. Cuando llegamos a preocuparnos de la reputación de Cristo, y dedicarnos a proteger su reputación como protegeríamos la nuestra, entraremos a un nuevo y emocionante nivel de madures espiritual,  y propósito para nuestra vida.

Conclusión:

En próximas lecciones continuaremos con este interesantísimo tema de cómo conquistar la Ira. Dios nos ayude.

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