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El hogar, el primer blanco de nuestras maldiciones

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Bosquejos Bíblicos Predica de Hoy: El hogar, el primer blanco de nuestras maldiciones

Bosquejo Bíblico Texto Bíblico: Génesis 31:32

Propósito:

Tener mucho cuidado lo que decimos en nuestro hogar, porque es allí donde decimos las mayores bendiciones y maldiciones, a nuestros hijos, cónyuges y ellos son los primeros blancos de las maldiciones y las bendiciones.

Introducción:

¿Qué es maldecir? Es decir mal. Hablar mal de alguien o de nosotros mismos. Tenemos que tener, mucho cuidado con lo que decimos; como bien sabemos que el hogar es el lugar donde Dios estableció nuestras familias. Siempre hemos escuchado la frase: “Hogar dulce hogar”, pero sabes que es en el hogar, donde se originan las mayores bendiciones, pero también las mayores maldiciones. Existen diferentes tipos de maldiciones, maldiciones que nosotros sin querer imponemos, sobre las personas o en nosotros mismo consciente o inconscientemente, y también como rompemos y cortamos con eso también.

1) MALDICIONES QUE NOSOTROS IMPONEMOS SOBRE LOS DEMÁS (Génesis 31:31-32).

A. Jacob, sin querer lanzó una maldición sobre Raquel su esposa.

B. Jacob maldijo a la persona que hurto unos objetos, esa persona era su propia esposa, sin saberlo Jacob.

C. Esas maldiciones que produjo, Jacob sobre Raquel tuvieron efectos. Con el tiempo actúan, la palabra indica que Raquel murió dando a luz a su hijo Benjamín, de alguna manera actuó en ella. Sin querer él, maldijo a su esposa.

D. Normalmente, las maldiciones que decimos, lo hacemos sin darnos cuentas, lo hacemos muchas veces cuando estamos en ira, cuando estamos molestos, decimos insultos, decimos ofensas, decimos cosas hirientes, decimos palabra de odio, de dolor, de amargura, y no nos damos cuenta, que lo que está saliendo de nuestras boca son maldiciones y eso podrá afectar el resto de nuestras vidas, si no nos arrepentimos y si no cancelamos toda palabras de maldición que hemos pronunciado.

E. Cuantas veces caemos en el error como padres, sobre nuestros hijos, tú eres un torpe, un inútil, bueno para nada, no eres como tu hermano, o como tu hermana, eres un bruto, él o ella es más inteligente que tú; no vas a llegar a nada, eres igual que tu padre. ¿Sabe cómo se llaman esas palabras? Maldiciones, eso no es más que Maldiciones.

F. ¿Qué ocurre cuando usted pronuncia todas y estas palabras? Satanás, literalmente toma todas y cada una de nuestras palabras mal dichas, y asigna demonios para que las lleven a cabo, eso es lo que sucede, y la maldición comenzará a trabajar en la vida de sus hijos muy lentamente, pero ira de seguro hacia el destino que usted mismo le impuso.

G. Ocurre porque Dios nos dio poder y autoridad, y tenemos poder para hablar, para bendecir o maldecir; Dios todo lo hizo con el poder creativo de las palabras (Proverbios 26:2; 18:21). Tener conciencia de la Autoridad, sobre las palabras que decimos, para no hacer daño ni destruir a las personas que amamos. Hay que enfrentar las cosas.

2) LAS MALDICIONES AUTO IMPUESTAS (Génesis 27:6-13)

A. Son maldiciones que hablamos de nosotros

B. Este caso es una maldición consiente, ella estaba consciente de lo que dijo.

C. Cuidado con maldiciones auto impuesta. Hay que ser muy cuidadoso esta mujer (Rebeca) pago con su vida las consecuencia de lo que ella dijo sobre su hijo Jacob. Ella no disfrutó a su hijo Jacob, porque él tuvo que huir de su hermano Esaú, que casi lo mata por la bendición de la primogenitura y Rebeca todo lo que ella hizo por ese hijo, no lo pudo disfrutar y ella pago la consecuencia de ese auto maldición y sufrió la lejanía de sus hijos hasta morir. Nunca más pudo estar ella con ningunos de sus hijos. Qué triste, que pena.

D. Debemos de ser muy cuidadoso, con lo que hablamos, de nosotros mismos

E. Todo lo que establezcamos de nuestras vidas, lo recibiéremos.

F. Todo lo que decimos, los recibiremos.

G. Todo lo que anunciamos, lo veremos acontecer.

H. ¿Piense y vea como usted alcanzo eso que siempre pronuncio sobre usted?

I. ¿Piense usted y vea, como usted alcanzó eso, vea como se ha cumplido lo que ha profetizado sobre usted?

J. ¡Si Ud. declara que nunca le alcanza el sueldo, así será!!

K. ¡Si Ud. declara yo no me voy a curar de esta enfermedad, así será!!

L. ¡Si Ud. declara es que no tengo trabajo y este país se lo llevo quien lo trajo, así será!!

O. ¡Si Ud. declara que se va a volver loco, así será!! ¡Si, Ud. dice ninguno de mis hijos me aman, así será!! ¡Y si Ud. declara nunca saldré de deudas, así será!! Nunca saldrá de deudas.

3) ¿CÓMO ROMPEMOS CON LAS MALDICIONES?

A. Primer paso: Por medio de la Oración, renunciar, arrepentimiento sincero y un cambio de aptitud en nuestra vida. Dios quiere y puede dejar sin efecto toda palabra de maldición que usted ha establecido sobre usted, sobre su hijo, sobre su esposo, sobre su prójimo, Dios lo quiere y lo puede hacer.

B. Segundo paso: utilizando la Armadura de Dios (Efesios 6:12-18).

C. Tercer paso: Cancelar las maldiciones, con poder y Autoridad.

Conclusión:

Señor renunciamos a todas palabras de maldiciones, que el auto impuesto, sobre mi vida, mi familia, mi entorno, mi comunidad, mi estado y mi nación. Cancelo todo los que han dicho de mis palabras que marcan, que la sangre de Jesucristo me limpie de todo pecado y toda maldad.

© Neptaly Ramón Molina. todos los derechos reservados.

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