Cuando Todo parece Perdido

3. UNA RESPUESTA ESTREMECEDORA (2 Crónicas 20:13-19)

Cuando los líderes y el pueblo de Dios claman, Dios responde. En respuesta a la oración, Dios levanta instrumentos que comuniquen su palabra.

La única manera de traer avivamiento a la iglesia, es pagando el precio de la ORACIÓN. Dios se manifiesta cuando ayunamos y oramos.

El Espíritu de Dios vino sobre Jahaziel, un levita descendiente de Asaf, y trajo al rey Josafat y a todo el pueblo una palabra profética esperanzadora. “No tengan miedo y no pierdan la esperanza ante este gran ejército, porque esta guerra no es de ustedes, sino de Dios.” (2 Crónicas 20:15 PDT).

Esas palabras deben haber estremecido a Josafat y a todo el pueblo de Judá. Dios haría suya aquella batalla. Para Dios no hay ejército grande ni entrenado. Las alianzas no le impresionan.

Para Dios no hay enemigo invencible que Él no pueda derrotar. Si ellos estaban pidiendo su ayuda y socorro, entonces no debían tener miedo ni perder la esperanza, porque aquella guerra no era de ellos, sino de Dios. Dios se encargaría de sus enemigos.

La palabra que Dios quiere que te diga en esta hora es que confíes en Él, que no te dejes dominar por el miedo, que no pierdas la esperanza, porque si estás buscando la ayuda y el socorro de Dios, el Señor no te va a defraudar, no te dejará en vergüenza, Él va a hacer suyas tus batallas.

La orden de Dios fue precisa “No son ustedes los que van a pelear esta batalla. Tomen posiciones, estense quietos y verán cómo el Señor los librará. ¡Habitantes de Jerusalén y de todo Judá, no tengan miedo ni se asusten; marchen mañana contra ellos, ¡porque el Señor está con ustedes!” (2 Crónicas 20:17 DHH).

Dios no le dijo: Quédense en casa tranquilos que yo me las arreglos con ellos. Mientras yo libro la batalla entreténganse todo lo que quieran (TV, Cine, Facebook, internet, Nintendo, etc). Dios no dejó sin responsabilidad al pueblo.

Ellos debían tomar posesiones en el campo de batalla y marchar contra ellos, y en un acto de fe, creer que Dios cumpliría su palabra. Que Dios estaría allí con ellos demostrándole que Él cumple sus promesas, y que nada hay imposible para Él.

En el reino de Dios la colaboración es divino-humana. Dios cumple con su palabra y nosotros debemos cumplir con nuestra responsabilidad.

La mayor evidencia de que el rey Josafat creyó la palabra del profeta es que adoró y dio gracias a Dios, antes que la victoria se hiciera realidad. Y el rey le dijo al pueblo: “Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados.” (2 Crónicas 20:20). Un llamado a creer que la Palabra de Dios tiene fiel cumplimiento.

El rey se sujetó totalmente a la estrategia que Dios reveló por medio del profeta, para librar la batalla contra tan grande ejército. Nunca pretendas cambiar las estrategias de Dios, aunque te parezcan ilógicas y las tuyas más sofisticadas; Dios sabe lo que hace y como lo hace (2 Crónicas 20:21-22).

CONCLUSIÓN

Yo concluyo diciéndote que la victoria divina sobre esta alianza de moabitas, amonitas y sirios fue total y rotunda. Tanto Josafat como el pueblo disfrutaron la victoria y alabaron a Dios con salterios, arpas, trompetas y danzas (2 Crónicas 20:23-29).

  • “Cuando todo parece perdido”, recuerda que Dios es tu principal recurso.
  • “Cuando todo parece perdido”, búscate compañeros de oración que te apoyen.
  • “Cuando todo parece perdido”, confiésale a Dios tus miedos, tu impotencia y desesperanza.
  • “Cuando todo parece perdido”, recuerda que Dios pelea tus batallas.
  • “Cuando todo parece perdido”, agradécele a Dios antes de que la victoria se haga realidad.
  • “Cuando todo parece perdido”, disfruta la victoria, adora a Dios con gozo y alegría.

1 Henry, M., & Lacueva, F. (1999). Comentario Bíblico de Matthew Henry (457). 08224 TERRASSA (Barcelona): Editorial CLIE.

© David N. Zamora. Todos los derechos reservados.

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