Bosquejos Biblicos
TEXTO: 1 PEDRO 3:12
La palabra de Dios nos dice que el Señor tiene atento sus oídos a las oraciones de su pueblo, entonces surge la pregunta ¿Por qué nuestras oraciones no tienen respuesta?
¿Por qué parece que hay oraciones estériles, es decir que no dan fruto, que no producen la respuesta esperada por aquellos que han orado al Señor?
En la palabra de Dios encontramos algunas respuestas que tenemos que tomar muy en cuenta para que nuestras oraciones no sean estériles, sino que puedan ser oraciones efectivas, que sean oraciones eficaces (Santiago 5:16) Eficaz: Que produce el efecto esperado
I. LAS ORACIONES ESTÉRILES SON PRODUCTO DE LA INCREDULIDAD DE NUESTRO CORAZÓN (MATEO 13:58)
Tenemos que saber qué dudar de Dios es pecado, por lo tanto, ninguna oración que se haga dudando agradara a Dios ni tampoco tendrá la respuesta esperada.
La incredulidad viene de poner nuestra mirada en las circunstancias, en los problemas, en la enfermedad, en la escasez, y no en Dios, como lo vemos en el rey Saul (1 Samuel 17:33) pero si ponemos nuestra mirada en Dios nos daremos cuenta de que él es más grande que todos nuestros problemas y dificultades, así como lo creía David (1 Samuel 17:37)
En la oración, ¿Eres un Saul o eres un David? Si cuando oramos ponemos nuestra mirada en Dios y su poder no habrá gigante que no podamos vencer.
Si nos cuesta creer, si reconocemos nuestra incredulidad confesémoslo al Señor, y pidamos a el que nos ayude a vencer nuestra incredulidad y que podamos creer de todo corazón (Marcos 9:23-24)
II. LAS ORACIONES ESTÉRILES SON PRODUCTO DE NUESTROS PECADOS OCULTOS (ISAÍAS 59:1-2)
Los versículos que hemos leído nos muestran una verdad muy importante: La mano de Jehová no se ha acortado, ni sus oídos han dejado de escuchar, es decir el problema de nuestras oraciones estériles no esta en Dios, sino en nosotros, pues nuestros pecados han hecho una división entre su poder y nuestra vida.
Tenemos que saber que lo primero que tenemos que pedir al Señor en nuestras oraciones es su gracia, a pesar de nuestros pecados podemos acercarnos confiados para recibir su misericordia y su perdón para nuestra vida (Hebreos 4:16).
Si confesamos nuestros pecados seremos perdonados (1 Juan 1:9)
III. LAS ORACIONES ESTÉRILES SON PRODUCTO DE CORAZONES DUROS HACIA LA NECESIDAD DE NUESTRO PRÓJIMO (PROVERBIOS 21:13)
Cuando oramos pedimos a Dios su ayuda, pedimos a Dios su sanidad, pedimos a Dios su provisión, pero ¿Hemos sido nosotros dadivosos?
Nosotros queremos que Dios abra su corazón en bendiciones para nuestra vida, pero muchos de nosotros tenemos un corazón cerrado, un corazón endurecido para el clamor del pobre.
Y tenemos que comprender que el pobre no solamente es la persona indigente que va por las calles, el pobre puede ser alguien de nuestra propia familia, alguien que en tiempo de escasez y necesidad nos ha buscado para solicitar nuestra ayuda pero que muchas veces se la hemos negado, y aun teniendo la capacidad de ayudarlo (Proverbios 3:27-28).
Nuestro Dios ha dejado establecidas leyes espirituales y el mismo no puede ir en contra de las leyes que ha establecido, y una de esas leyes es la ley de la siembra y la cosecha (Gálatas 6:7). Eso significa que nosotros vamos a recibir el mismo trato que le dimos a nuestro prójimo en necesidad.
IV. LAS ORACIONES ESTÉRILES SON PRODUCTO DEL MALTRATO A NUESTRA ESPOSA (1 PEDRO 3:7)
Este es un versículo que esta dirigido directamente para los hombres y específicamente para los esposos, y nos permite comprender que la manera como tratamos a nuestra esposa puede ser un estorbo en nuestras oraciones.
Veamos este mismo versículo en la traducción de lenguaje actual (vers. 7) “En cuanto a ustedes, los esposos, sean comprensivos con sus esposas. Reconozcan que ellas no tienen la fuerza de ustedes, pero que también a ellas Dios les ha prometido la vida eterna. Si ustedes lo hacen así, Dios escuchará sus oraciones“.
Lastimosamente muchos esposos no so comprensivos con sus esposas, sino que las humillan, las ofenden, las maltratan, y con la misma boca con que han humillado y ofendido a sus esposas también le oran a Dios, también le claman al Señor.
“De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. 11 ¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga? 12 Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así también ninguna fuente puede dar agua salada y dulce“. (Santiago 3:10-12).
Muchos esposos usan violencia contra su esposa, las golpean, las maltratan físicamente, y después las mismas manos con las que han golpeado y maltratado a sus esposas las levantan en la presencia del Señor en oración y en clamor, pero Dios nos puede ser engañado.
“Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda“. (1 Timoteo 2:8).
CONCLUSIÓN:
Quitemos los estorbos de nuestras oraciones para que ya no sean estériles, sino que sean eficaces para la gloria de nuestro Dios.
© Oscar Alberto Flores. Todos los derechos reservados.
