Hipocresía

 1.2. La política: muchas personas de nuestra sociedad terminan eligiendo candidatos no por el plan de trabajo que él tiene, lo hacen por el obsequio  que recibieron de ellos en ese momento.

1.3. Lo laboral: debido a la situación difícil que pasa la sociedad muchos terminan trabajando en actividades que no les gusta.

2. HIPOCRESÍA RELIGIOSA: es cuando tratamos de vivir una vida de misticismo, pero no llevada por la verdad sino por la mentira y muchas veces no por maldad, sino por emoción: las áreas en las que podemos llegar a ser hipócritas son las siguientes.

2.1. Nos creemos Justos: V 1 “Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos.” Siempre aparecemos como los héroes del momento, pero no porque nos guste hacer el bien, sino porque nos gusta figurar, nos gusta que los demás nos estén siempre agradeciendo por lo que un día hicimos. Nos creemos tan buenos cristianos que juzgamos a los demás.

2.2. Nos creemos muy Bondadosos: V 2-4 “Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. 6:3 Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, 6:4 para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.” La ayuda que demos a los demás tiene que ser de corazón y no solo por ganar reconocimiento de los demás.

2.3. Oramos por llamar la atención: V 5 “Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.” Cuando nos dirigimos a nuestro padre celestial solo para que los demás nos vean nos convertimos en charlatanes. V 7 “Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.”

2.4. Cuando ayunamos solo para que nos vean: V 16 “Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.” El ayuno no es para inspirar lastima, es algo poderoso que nos levanta el ánimo y nos llena de energía.

La mejor forma de saber si estamos actuando con hipocresía es preguntándonos: ¿qué es lo que nos mueve hacer las cosas?. ¿Por qué oramos, por qué reímos?, muchos se ríen pero no de felicidad, lo hacen porque eses es su trabajo, o porque con eso agrada a los que están a su lado.

Pregúntate ¿a quién va dirigida mi oración?, si tu oración va a dirigida a Jehová o a nuestro señor Jesucristo, no va a importar que no hayan otras persona a  nuestro lado, solo lo puedo hacer.

Si creamos un ambiente de comprensión no necesitamos fingir ante los demás, o dicho de otra manera, no necesitaríamos ser hipócritas.

Dios quiere que le abramos nuestro corazón, con él no seamos hipócritas, no le escondamos nuestros sentimientos, nuestros temores o nuestras debilidades, Él si nos puede ayudar.

Deja un comentario