La fe del reino

Más verdades:

La lucha contra Satanás no es solo por el hecho de que es nuestro enemigo, él nos ataca con un propósito, él es centrado y se organiza en base a un plano especifico de combate; el no puedo robar tu salvación. En el reino de Dios usted no pelea en contra del diablo como si el tuviera control de su vida y de su entorno, peleamos contra las tinieblas para que estas no roben lo único que nos mantiene vivo en el reino de Dios.

Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos.” 1 Timoteo 6:12.

Debes declararle a las tinieblas, me has tocado la casa:

  • Mis hijos.
  • Mi economía.
  • Mi familia.

Pero nunca robaras mi Fe.

Satanás le dijo a Dios: Yo sé porque Job te ama. Porque tú lo bendijiste, él te sigue por los beneficios que ha encontrado en ti. Ahora, quítale eso y veras como te maldice en la cara. Dios le dice: Satanás ¿Quieres probarlo por mí? Yo conozco a Job, Job es de Buenas Nuevas. Te doy permiso de tocar todo de él, pero no puedes tocar su vida.

Satanás le quito todo, casi quedo sin nada. Cayéndose a pedazos. Satanás le dice a Dios: Ya lo tengo, te va a negar, te va a maldecir. Dios le responde: Atiende lo que dirá Job. Job declara: Aunque me mates, Yo seguiré creyendo en la roca de mi salvación. Cuando tienes fe en medio de la tormenta y una vez esta termine tendrás siete veces más que cuando entraste en ella.

Lucas 7:9 Al oír esto, Jesús se maravilló de él, y volviéndose, dijo a la multitud que le seguía: Os digo que ni aun en Israel he hallado una fe tan grande.”

Jesús escucho a un hombre pagano con fe.

  • Dios nos ha dicho, tomen esta ciudad, poséanla para mi reino; esa declaración es suficiente.
  • Dios te ha dicho, entrégame tus anhelos, colócalos en mi reino; esa declaración es suficiente.

El hombre le dijo, no tienes que ir a mi casa para sanar a mi siervo; yo creo que tus palabras son suficientes.

La palabra de Dios es suficiente.

No debes procurar hacer muchas cosas, debes procurar tener la palabra, porque su palabra es lo que aviva tu fe. Eres una persona a quien Dios le ha dado una palabra hace años y lo último que han visto cumplirse es eso. Permíteme decirte que su palabra sigue siendo suficiente.

Cierre de la sección:

Cuando usted termine esta materia, sentirá a alguien que titiritando, no se asustes, esos son los demonios. Porque habían creído que lo tenían destruidos. Cuando usted los escuche, declare: Yo creo en aquel que me salvo.

La fe del centurión fue lo que maravillo a Jesús. Maravillarse es sinónimo de sorprenderse. Jesús fue sorprendido. ¿Cómo se sorprende a Dios? Con tu fe. Cuando sería lógico no creer.

Nosotros queremos:

  • Ver la presencia de Dios.
  • Sentir su presencia.
  • Probar su presencia.
  • Lo queremos físicamente con nosotros.

Entienda, esto lo quiere sus sentidos carnales. Pero el centurión fue a otro nivel. El centurión dijo: Yo no necesito tu presencia física, no necesito que toques a mi siervo, solo necesito que digas la palabra. Cuando tú crees la palabra, Dios fluye a través de tus sentidos en la tierra.

Dios quiere que lo sorprendas. Has lo que supuestamente no es normal. Créele a Dios en todo tiempo. Dígale al mundo: Aunque mi carne sea desecha, con mis ojos veré a mi Dios.

© Francisco Carbonell. Todos los derechos reservados.

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