Bosquejos Biblicos
Introducción
El crecimiento no siempre está sujeto al paso del tiempo. Espiritualmente hablando, hay niños, que aunque pasan los años no crecen. Son corazones contenciosos, el apóstol Pablo lo dijo así:
“De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. Porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?”. (1 Corintios 3:1-3)
Los niños espirituales obedecen a Dios a su manera, transcurre el tiempo, pero son los mismos, hacen pataletas cuando su Padre Dios no les da lo que desean; en contraste un corazón manso y humilde es señal de madurez espiritual…
PROCUREMOS CRECER EN LA INTIMIDAD CON DIOS
1) REQUIERE DETERMINACIÓN Y PERSEVERANCIA.
El fracaso de Israel, no produjo la renuncia de Dios. Éxodo 34:1 “Y Jehová dijo a Moisés: Alísate dos tablas de piedra como las primeras, y escribiré sobre esas tablas las palabras que estaban en las tablas primeras que quebraste”.
Podemos recordar que Israel se fue en pos del becerro de oro, mientras Moisés estaba en el monte Sinaí los primeros cuarenta días. Cuando Moisés desciende quiebra las tablas y reprende al pueblo… Y vemos a Dios, pidiendo unas tablas cómo las primeras para escribir las mismas palabras (Dios continuo con su proyecto).
Esto nos habla de determinación, perseverancia, constancia, de no renunciar por los fracasos que puedan surgir en el camino.
El hombre debe hacer su parte, Éxodo 34:2 “Prepararte, pues, para mañana, y sube de mañana al monte de Sinaí, y preséntate ante mí sobre la cumbre del monte”.
Aquí podemos notar que Dios le dice a Moisés, hay varios verbos que indican la acción diligente y personal de Moisés, por ej: “Alísate”, “Prepárate”, “sube”, “preséntate”. El hombre debe ser parte activa en la búsqueda de Dios.
Vemos a moisés, quien debe preparar las tablas y luego subir a la cumbre del monte Sinaí, recordemos que acaba de terminar un ayuno y comienza otro. Existen dos rutas para llegar a la cima del monte Sinaí.
La primera El Siket Bashait, es más larga y menos empinada, aprox. dos horas y media de camino. La segunda Siket Sayidna Musa, más directa y más pronunciada, tiene unos 3750 pasos llamados “pasos de arrepentimiento”. Todo esto nos habla de esfuerzo y compromiso propio.
2) ASCIENDE AL ÁMBITO DE LA REVELACIÓN.
La cumbre del monte es sinónimo de alturas.
El Monte Sinaí con sus 2285 metros es la segunda montaña más alta de Egipto, y allí ascendió Moisés. Es una figura de las alturas de Dios. El Señor dice en su Palabra: “Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos” (Isaías 55:9).
En la intimidad con Dios, se oye su voz, se conocen sus juicios, lo que hace, lo que quiere, sus planes.
En Éxodo 32 (el becerro de oro) podemos ver en Aarón, Josué y Moisés, tres tipos de liderazgo:
