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No dejando de congregarnos

Bosquejos Bíblicos

Prédica de Hoy: No dejando de congregarnos

Bosquejos Bíblicos Lectura Bíblica de Hoy: “Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; 25 no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.” Hebreos 10:24-25

Introducción

El Señor continuamente nos da ejemplo de su asistencia a la sinagoga o al templo. Porque quiere enseñarnos que es necesario para nuestro crecimiento espiritual que busquemos a Dios en el lugar de adoración.

En la iglesia nos llenaremos del gozo del que adora al verdadero Dios, y nos fortaleceremos para la lucha. En la iglesia encontraremos el consuelo de la oración. En la congregación estaremos adorando a Dios junto a los hermanos, para darnos cuenta de que somos un cuerpo y Cristo es la cabeza.

I. Jesús le dedicaba tiempo a la oración en el templo (Lucas 4:16)

a. El Señor, Dios hecho hombre, bajó a la tierra a salvarnos a nosotros los pecadores. Para mostrarnos el camino de la salvación, nos mostró el camino de la oración. Él asistía al templo todos los días de reposo, tal como nos dice el texto “conforme a su costumbre”.

b. Es decir que Cristo asistía al lugar de oración frecuentemente, para hablar con su Padre. Él no tenía necesidad de esto, porque siempre su Padre lo oía, en cualquier lugar que se encontrara (Juan 11:42).

Pero de esta forma nos indicó que es bueno para nuestro espíritu el asistir a la iglesia. No solamente es bueno, es necesario para nuestra condición humana que le destinemos a Dios un tiempo especial.

c. Todos estaban acostumbrados a ver a Jesús en los lugares de oración. Y no sólo eso, sino que además participaba activamente del culto. Vemos en el texto que Cristo se levantó a leer la Sagrada Escritura. A leer la voz de su Padre para los hombres, profetizando sobre Él mismo.

d. Nosotros debemos imitarlo y participar activamente de la iglesia Lo podemos hacer en los distintos ministerios. Algunos tendrán el don de la música para la alabanza, otros el don de gentes para recibir a los hermanos que se acercan por primera vez (Romanos 12:6-8).

Todos tenemos un rol que podemos desempeñar para el servicio a Dios y a los hermanos. Debemos buscarlo en nuestro interior y ponernos manos a la obra para la gloria de Dios, como dice el Salmo. (Salmo 100:4-5)

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