¿Realmente es necesaria la oración?

Claro que no, buscaríamos el mejor lugar posible. También existen muchos otros ejemplos en la biblia de hombres que buscaban a Dios en la mañana para orar.

  • El Rey David (Salmo 5:3).
  • Job (Job 1:5).
  • Elcana y Ana (1 Samuel 1:19).

Si nos fijamos bien, todos ellos tienen algo en común, buscaban y oraban a Dios temprano por la mañana antes de empezar el día con sus tareas rutinarias. Esto es un ejemplo para nosotros. Tenemos que ofrecerle el primer lugar a Dios en nuestra vida todo el tiempo.

II. Dios siempre nos oye (Juan 11:41-42)

A. ¿Dios nos escucha?

Ciertamente, más de un cristiano puede que alguna vez en su vida se haya preguntado si Dios lo escucha. Debido a que muchas veces podemos orar, orar y orar por la misma cosa constantemente y no recibir ninguna respuesta de Dios, o más bien la contraria.

Esto es algo muy frustrante y también en ocasiones decepcionante. En este pasaje podemos ver que Jesucristo afirma que Dios siempre lo oye. De le la misma forma podemos encontrar a santos de Dios en toda la biblia que oraban a Dios y él les respondía. Es más, Dios mismo nos pide que le clamemos y nos promete respondernos (Jeremías 29:12 y 33:3).

Orar a Dios también significa pasar tiempo con él y adorarlo. Cada vez que oramos Dios nos escucha al 100%, no existe algo que oremos y que Dios no escuche nuestro ruego. Pues al creador del mundo no se le puede escapar ningún detalle, ni siquiera la palabra más pequeña que sale de nuestra boca se le escapa (Mateo 12:36).

B. ¿Si nos escucha, por qué Dios no nos da lo que pedimos en oración?

Dios escucha el ruego de todos sus hijos, y hasta de los que no son sus hijos (Hechos 28:28). Pero no todo aquello por lo que oramos nos conviene o no es el momento para eso, de hecho, las 3 respuestas de Dios son las siguientes: si, no y espera.

  • A muchas de nuestras oraciones Dios nos dice que “si”, que está bien, no hay problema hijo yo te lo consigo.
  • A otras oraciones Dios nos dice que “no”, eso no está bien, no puedo hijo lo siento, no te conviene.
  • Sin embargo, hay unas en las que Dios nos dice que si, pero no por el momento, sino que tenemos que esperar y ser persistentes.

Tenemos que recordar cuando oremos, que tenemos que orar conforme a la voluntad de Dios (1 Juan 5:14-15). Es decir, no podemos orar mall intencionadamente, o pedir cosas fuera de lo que es bueno para Dios.

Conclusión

Dios siempre escucha nuestros ruegos y oraciones (Salmos 34:15). Y nos da conforme a su voluntad y lo que mejor nos conviene, nos existe algo así como que “Dios nunca me escucha”. Jesús mismo sabe que Dios siempre lo oye, y hasta la mínima palabra que nosotros decimos será contada en el gran día del juicio.

Nunca nos olvidemos de que Dios no escucha a los pecadores (Juan 9:31), así que arrepintamonos de nuestros pecados, y acerquémonos a Él en oración confiando en Su palabra (Hebreos 4:16).

Animémonos a orar todos los días, y a tener una comunión con Dios (1 Corintios 1:9). Tenemos que darle a Dios el primer lugar en nuestra vida (es lo más importante que existe), adorarlo, y después hacer nuestras peticiones. ¿Cuánto debemos orar?

Orar es algo que podemos hacer por lo menos tres veces al día, pero mientras lo hagamos mejor es. Y sobre todo, nunca nos olvidemos que tenemos que orar de todo corazón, con buenas intenciones, y no tan solo para pedir cosas que pensamos que merecemos (Santiago 4:3).

© Francisco Hernández. Todos los derechos reservados.

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