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Sed llenos de Luz

Predicas Cristianas | Bosquejos para Predicar

1 de Juan 1:5Y este es el mensaje que hemos oído de El y que os anunciamos: Dios es luz, y en El no hay tiniebla alguna.

Es un deber para todos los cristianos compartir el evangelio, no es, si queremos o si tenemos ganas hoy de hablar del Evangelio, sino que somos llamados a compartir las buenas noticias con todos y por sobre todas las cosas con aquellos a los que no conocen la palabra.

Cuando vamos a predicar la palabra a alguien debemos hacerlo con la verdad, respaldar las cosas que decimos con la biblia, que es la palabra de Dios.

No podemos decir lo que se nos ocurra o lo que sienta nuestro corazón, no nos olvidemos que nuestro corazón es parte del cuerpo carnal y muchas veces nos traiciona, como así también nuestra mente.

Mateo 28:19-20 –  Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, 20 enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.

Hay que hacer discípulos para la gloria de Dios y no para gloriarnos nosotros mismos. Somos instrumentos de Dios, no es que Dios es instrumento nuestro. Hay muchos pastores en este tiempo que creen tener poder para convertir a alguna persona, pero en realidad todo lo que hacen es es llevar a esa persona/s al infierno con su falsa enseñanza.

Dios es la luz y en él no hay tiniebla alguna.  Cuando Juan dijo que Dios es luz, estaba hablando de muchas facetas. Esta luz nos habla de muchas cosas, lógicamente es imposible nombrar todos los atributos sobre esta luz.

El poeta Whittier, expresó sus pensamientos sobre Dios como la luz, de la siguiente manera: “Nuestros pensamientos están abiertos ante Tu mirada, y desnudos ante Tu vista. Nuestros pecados secretos se ven a la luz de Tu semblante puro”. Y como acostumbraba decir el Dr. Chaffer: “Ese pecado secreto aquí en la tierra, es un escándalo abierto en el cielo, porque nuestros pecados están delante de Él, porque Dios es luz.”

La luz también nos habla de la blancura de Dios, Él es justo, su santidad sin mancha. Su luz alumbra muy fuerte cuando pasa a tu lado y puede hacerte ver las tinieblas que hay en ti, los pecados que hay en todos nosotros. Esa luz tiene que permanecer en nosotros, hasta alcanzar el punto que todo sea luz de Dios en nosotros.

Un día viajaba en Buenos Aires en un ómnibus que estaba a obscuras. Vino un hombre a examinar nuestros boletos y me dije a mí mismo: “Este hombre no podrá ver nunca si perfora los boletos en el lugar debido.”

Observándolo con curiosidad noté que se tocó un resortito en el pecho y que brilló en un pequeño globo de cristal una hermosa luz eléctrica. Por supuesto que aquel hombre podía ver en todas partes porque llevaba la luz con él. De la misma manera, cuando el corazón está lleno de Dios, encontraremos a Dios en todas partes.

Salmos 139:12

“ni aun las tinieblas son oscuras para ti, y la noche brilla como el día. Las tinieblas y la luz son iguales para ti.”

Daniel 2:22

Él es quien revela lo profundo y lo escondido; conoce lo que está en tinieblas, y la luz mora con Él.”

Santiago 1:17

Toda buena dádiva y todo don perfecto viene de lo alto, desciende del Padre de las luces, con el cual no hay cambio ni sombra de variación.”

© Pablo Quiroga

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