La mujer encorvada

BOSQUEJOS BIBLICOS

Bosquejos Biblicos Texto Biblico: Lucas 13:10-11 “Enseñaba Jesús en una sinagoga en el día de reposo; y había allí una mujer que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar.“

INTRODUCCIÓN:

Nos encontramos frente a un caso bastante conmovedor; del cual podemos sacar varias lecciones. Veamos.

1. LA MUJER TENÍA UN ESPÍRITU DE ENFERMEDAD.

A. LA TENÍA ATADA, ESCLAVIZADA, DÉBIL.

Lucas 13:16 “Y a esta hija de Abraham, que Satanás había atado dieciocho años, ¿no se le debía desatar de esta ligadura en el día de reposo?“

B. Juan 10:10 “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.“

NOTA: Dios puede librarnos de cualquier limitación, debilidad o esclavitud si nos acercamos a Él como hizo esta mujer.

2. LA MUJER LLEVABA 18 AÑOS JOROBADA (ENFERMA).

A. La mujer no fingía su estado de salud

• I. Los huesos de su espina dorsal estaban afectados.
• II. No había cura posible para su enfermedad.
• III. Cada día su defecto se hacía más evidente..
• IV. No podía ocultar su apariencia… pero…
• V. No se avergonzaba de adorar a Dios en publico

3. LA MUJER NO PODÍA ENDEREZARSE

• A. ¡Qué incomodidad el no poder enderezarse!
• B. Ella no permitió que esta limitación la privara de ir a la sinagoga

4. LA NECESIDAD DE LA MUJER ATRAE LA ATENCIÓN Y COMPASIÓN DE JESÚS.

Lucas 13:12-13 “Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad. Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios.”

A. Jesús puede enderezar las situaciones más complejas, enredadas y torcidas de la vida.

B. Sólo Jesús puede curar, arreglar y enderezar:

• I. Las malas actitudes.
• II. Esas emociones y pasiones descontroladas.
• III. Ese mal carácter y espíritu de amargura que hay en el corazón de muchos.

5. LA MUJER SE ENDEREZÓ

• A. Por la palabra de Jesús.
  • NOTA: Cuán poderoso y notable es nuestro Señor que con palabras hace lo que es imposible para el hombre hacer. ¿Quieres confiar en Jesús? ¡Lo único que él desea hacer es enderezarnos para que podamos caminar correctamente!
• B. Todos los que confían en Jesús son enderezados espiritualmente.
• C. ¡Pidamos que Jesús nos ayude a enderezarnos ahora!

6. LA MUJER GLORIFICÓ A DIOS Y EL LÍDER DE LA SINAGOGA QUEDÓ INDIGNADO.

Lucas 13:13-14 “Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios. Pero el principal de la sinagoga, enojado de que Jesús hubiese sanado en el día de reposo, dijo a la gente: Seis días hay en que se debe trabajar; en éstos, pues, venid y sed sanados, y no en día de reposo.”

NOTA: Que contrariedad, muchos prefieren ver a la gente arrastrándose por la enfermedad, la tristeza y los vicios, que verlos bajo la gloria de Dios.

7. JESÚS SE ENFADA ANTE LA DUREZA DE LA GENTE.

Lucas 13:15-17 “Entonces el Señor le respondió y dijo: Hipócrita, cada uno de vosotros ¿no desata en el día de reposo su buey o su asno del pesebre y lo lleva a beber? Y a esta hija de Abraham, que Satanás había atado dieciocho años, ¿no se le debía desatar de esta ligadura en el día de reposo? Al decir él estas cosas, se avergonzaban todos sus adversarios; pero todo el pueblo se regocijaba por todas las cosas gloriosas hechas por él.“

NOTA: El milagro de Jesús demostró al público quién realmente tenía un corazón torcido; y no era la mujer, era el jefe de la sinagoga.

• A. Los torcidos de corazón siguen reglas según su conveniencia. Siempre están frustrados y amargados porque quieren controlar todo lo que no se puede controlar.
• B. Los de corazón torcido quieren que todos piensen y anden torcidos así como ellos.

CONCLUSIÓN:

Lucas 13:17 “Al decir él estas cosas, se avergonzaban todos sus adversarios; pero todo el pueblo se regocijaba por todas las cosas gloriosas hechas por él.“

Siempre los que oponen la verdad serán avergonzados, y los que aman la verdad se regocijan al ver la gloria de Dios.

• Hoy tenemos la oportunidad de no andar más torcidos.
• Hoy tenemos la oportunidad de enderezarnos.
• Pidamos que el señor cambie nuestro corazón.

© Simeón Caycedo Castaño. Todos los derechos reservados.

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