Estar despiertos

Somos llamados a luz y debemos estar en luz. Haciendo todas las cosas como para el Señor. ninguna tiniebla debe encontrarse en nuestro corazón. Debemos pedir ayuda a Dios para permanecer en su luz y no desviarnos.

2) Hijos de la luz (1 Tesalonicenses 5:5)

La venida del Señor no nos debe tomar por sorpresa. Eso dice su palabra, que debemos andar como de día, velando su regreso. Somos hijos de Dios, hijos de la luz por lo tanto debemos actuar conforme a esa luz. Dios es nuestro Padre y como hijos suyos debemos estar en su luz.

a) Luz en el Señor (Efesios 5:8)

En otro tiempo andábamos en tinieblas, ocultándonos en la oscuridad de nuestra alma. Si Dios nos buscaba nos apartamos pues no queríamos que Dios viera nuestra inmundicia. Pero la luz de Dios nació en nuestro corazón echando toda tiniebla de nosotros para que vivamos en santidad de Dios.

b) Lumbreras para los demás (Mateo 5:16)

Dios quiere que su luz esté en nosotros para que podamos reflejar esa luz a los demás. Las personas deben ver que nos comportamos como hijos de luz y de esa manera testificar el poder de Dios en nuestra vida.

No debemos reflejar tinieblas, eso éramos en otro tiempo, pero el poder salvador de Dios debe reflejarse en nosotros. Dios es poderoso para cambiar a las personas y los que nos ven pueden testificar que es verdad.

3) El día del Señor (1 Tesalonicenses 5:2)

El Señor regresará por su pueblo. Él nos dice que ese día será como ladrón en la noche. Un ladrón busca entrar a la casa cuando todos duermen, así puede entrar tranquilamente, y robar la casa.

Pero si los dueños de la casa están despiertos no puede entrar pues no le permiten el acceso. El Señor vendrá, como en la noche, de repente. Por lo tanto debemos estar preparados y velando su llegada. 

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