La gran comisión

Es por eso que hoy debemos seguir cumpliendo con ese mandato del Señor, con la ayuda del Espíritu Santo. El poder de Dios sobre nuestra vida, la fortaleza del Espíritu Santo en nosotros es una realidad.

Ahora no es con nuestras fuerzas que realizamos la obra de Dios, sino con su fortaleza. Tenemos todos los recursos del universo en su Espíritu, pues en Él todas las cosas son posibles. Solo debemos ser obedientes y aceptar su voluntad en nuestra vida. 

Fue recibido en el cielo (Hechos 1:9-11)

El Señor después de su resurrección estuvo con sus discípulos unos días, pero se fue. Dice su palabra que fue recibido en el cielo y los discípulos vieron cómo se perdía en las nubes, pero mientras ellos miraban al cielo se les aparecieron dos varones y les preguntaron por qué estaban viendo al cielo, y que a Jesús le regresaría así como le habían visto irse, volverá en las nubes nuevamente.

El Señor volverá a esta tierra, pero su pie no la tocará, sino que le recibiremos en las nubes y siempre estaremos con Él. Para siempre será nuestro gozo cuando estemos con nuestro Señor en el paraíso. Ciertamente el volverá por una iglesia santa y sin arruga.

Volverá por una iglesia que persevera hasta el final, que cumple con su palabra y le espera fielmente. Una iglesia llena del Espíritu Santo que cumple con esa comisión que Él les dejó a sus discípulos de ir por todo el mundo y predicar el evangelio del reino de Dios.

Predicaron por todas partes – La gran comisión

En Marcos 16:20 leemos “Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. Amén.” (Marcos 16:20). Los discípulos se quedaron y se reunieron en el templo todos los días. Pero cuando vino sobre ellos el Espíritu Santo fueron investidos con poder de Dios y no pararon de predicar su palabra por dondequiera que ellos iban. Los milagros también seguían a la predicación y cada día se añadían a la iglesia del Señor más personas que eran alcanzadas con esa predicación.

Así es necesario que haga la iglesia del Señor, que salga a predicar por todas partes, de diferentes maneras, para que se sumen cada día más personas alcanzadas con el mensaje de salvación. Que cada día se agreguen más personas que reconozcan a Jesucristo como único y suficiente salvador.

Conclusión

No nos cansemos de llevar el mensaje a todas partes, el Espíritu Santo está de nuestro lado para ayudarnos, para darnos las palabras que debemos llevar al necesitado. El mundo entero está necesitando de las buenas noticias de gran gozo.

El mundo necesita a Jesucristo, la iglesia debe cumplir con la gran comisión que el mismo Jesús nos mandó a hacer. Acerquemos a Jesús a las naciones, prediquemos al Señor.

© Francisco Hernández. Todos los derechos reservados

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