Inicio » Bosquejos Biblicos » La memoria herida

La memoria herida

Bosquejos Bíblicos

Prédica de Hoy: La memoria herida

Bosquejos Bíblicos Texto Biblico: Salmo 77

Introducción

El dolor es una experiencia común a toda la humanidad. Todos los seres humanos experimentamos dolor, tanto al nivel físico como al nivel emocional.

El idioma español tiene una palabra que se refiere, específicamente, al dolor emocional. Esta palabra es sinónimo de la aflicción, la congoja y la ansiedad. Se define como un temor opresivo que, en muchas ocasiones, no tiene una causa precisa.

Es la sensación de estar en un aprieto, en un apuro. Y ese dolor emocional es tan intenso que puede provocar síntomas físicos, tales como la sofocación y la sensación de opresión en el pecho o en el estómago. Ese tipo de dolor emocional tiene un nombre: angustia.

La Biblia contiene varios textos que describen la angustia que puede sentir un ser humano. Sin embargo, hoy deseo compartir con ustedes un ejemplo en particular. Se trata del Salmo 77.

El Salmo 77 es un Salmo de Lamentación

Comienza con un lamento profundo, donde el poeta expresa toda una serie de dudas sobre su vida y sobre su relación con Dios. Estas dudas le atormentan. La tensión y la angustia del salmista son tan grandes que le han quitado el sueño (vers. 4); ha permanecido despierto clamando a Dios y tratando de encontrarle una explicación a su problema (verss. 1-3).

Los versículos 5 al 9 nos permiten ver el terrible estado de angustia del salmista. Después de haber examinado su pasado (vers. 5) y de cantar y orar al Señor (vers. 6), la duda permanece: ¿Volverá el Señor a tratarnos con bondad? ¿Se han terminado su amor y su misericordia? ¿Acaso el Señor ya no es un Dios bueno?

En distintos momentos de la vida, todos dudamos del amor y la misericordia divina. Se hace difícil mantenerse firme en momentos de prueba. A veces nos entristecemos pensando que el Señor no escucha nuestra oración y que ha faltado a sus promesas.

Oramos y no escuchamos respuesta a nuestras plegarias. Aún hay momentos cuando peleamos con Dios, reclamándole que cumpla las promesas que nos ha hecho. ¿Qué podemos hacer en momentos como esos?

El versículo 10 marca un cambio de dirección en el poema sagrado. Y esto no debe sorprendernos, porque cuando uno exterioriza sus dudas puede cambiar su perspectiva de la vida; cuando uno da voz a sus temores, uno puede encontrar nuevas formas de ver sus problemas.

Hablar con una persona que puede ofrecer un consejo sabio nos permite asimilar las experiencias pasadas. Por eso, después de expresar sus temores en los primeros nueve versículos del texto, el salmista recapacita y dice: «Enfermedad mía es ésta; traeré, pues, a la memoria los años de la diestra del Altísimo.»

1 comentario en «La memoria herida»

Deja un comentario