b.2. Ana en una oportunidad muy dolida y triste por no poder darle un hijo a su esposo, se humillo ante Dios y orando fervientemente le pidió un hijo prometiéndole que será dedicado a Él y que nunca una navaja tocaría su cabeza.
b.3. Dios escuchó su oración, vio la actitud de su corazón y le concedió lo que tanto anhelaba, su oración movió a Dios. Su oración cambió su historia, le dio la dicha de ser madre.
b.4. Su hijo fue dedicado a Dios tal y como lo prometió, fue un siervo de Dios útil. Samuel fue el último Juez del pueblo de Israel.
c. La viuda y el juez injusto (Lucas 18:1-8)
c.1. En esta parábola no encontramos una pobre viuda que constantemente insistía por justicia a un juez que no tenía temor de Dios ni de nadie. Cristo hace una breve comparación para que entendamos que es necesario persistir en la oración y no desmayar con tanta facilidad.
c.2. Esta viuda logro su objetivo que era que este juez le hiciera justicia. Para este juez la misma representaba una molestia y por esto le hizo justicia.
c.3. Esta parábola cierra diciendo que si este juez siendo injusto hizo justicia por la persistencia cuanto no hará Él Señor con nosotros siendo el juez justo.
c.4. Muchas veces oramos y creemos que Dios nos responderá inmediatamente ignorando sus planes y que además cada uno de nosotros tenemos que atravesar un proceso diferente. Cristo nos llama a orar, a insistir, a no desmayar.
d. Jesús (1:35)
d.1. Jesucristo en toda su estadía en la tierra demostró lo importante que era para Él mantenerse en oración y comunión con su padre. En todo su ministerio no vemos a un Cristo retraído ni distante ante Dios, al contrario, vemos como disfrutaba su tiempo de oración. Y esto era enseñado por Él a sus discípulos. Siempre les enseño que debían orar y no desmayar.
d.2. Jesús no oraba porque pecaba o solo porque tenía una necesidad, Él oraba porque amaba con todo su corazón a su padre.
