Bosquejos Bíblicos
Bosquejos para predicar Texto Bíblico: “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.” (Romanos 5:1-2)
Introducción
Somos justificados por la fe en nuestro Señor Jesucristo. Esto significa que nos hacemos justos delante de Dios. No es por méritos personales que tenemos paz con Dios, sino por los méritos de Jesucristo es que podemos tener entrada al reino del Señor.
Dios nos pide que busquemos la paz con todas las personas y que vivamos con paz en toda nuestra forma de vida. Pero debemos iniciar teniendo paz con Dios. Al estar en pecado, una persona no se encuentra en paz con Dios, pues la paga del pecado es muerte, pero el don de Dios es la vida eterna. Ningún pecador heredará la vida eterna dice su palabra, por lo tanto es necesario arrepentirse para obtener la gracia de Dios.
1) Paz del pasado
Para muchos, los actos del pasado marcan toda su vida. No pueden dejar los hechos que ocurrieron en el pasado y esos hechos determinan todo lo que hacen. Pero Dios vino a borrar los pecados pasados, vino a llevarlos todos y echarlos en lo profundo del mar y jamás acordarse de ellos.
a) Comprada con sangre (Isaías 53:5)
La Sangre de Jesús es la sangre del Cordero de Dios. Es la única que tiene el poder para perdonar todos nuestros pecados, presentes y pasados. Así podemos empezar de nuevo una vida de acuerdo al corazón del Señor.
Si Jesús no hubiera venido, estaríamos perdidos, pero por su gran amor murió el justo por los pecadores, para que por medio de su sangre tuviéramos el perdón de todos nuestros pecados. Así es que somos comprados por su sangre, ese fue el precio de nuestra redención. Ahora solo debemos arrepentirnos, pedirle perdón y vivir para Él.
b) Reconciliando al mundo con Dios (Efesios 2:14-17)
Jesucristo vino a reconciliarnos con Dios. Por causa del pecado estábamos alejados de Él y sin esperanza. Pero por su sacrificio ahora, todo aquel que se arrepiente y le recibe como salvador, tiene acceso al Padre.
Por la sangre del Cordero somos reconciliados con Dios y podemos adorarle, podemos servirle, podemos glorificar su nombre y tener la esperanza sólo en Él.
2) Paz en el presente
Pero el Señor no sólo nos perdona por los pecados pasados. Dice su palabra que él se vuelve abogado ante el Padre. El Señor Jesús está a la diestra del Padre abogando por sus hijos. Podemos estar con paz por los errores del pasado, pero también podemos tener paz en el presente ante cualquier situación.
a) Para pelear la batalla de la fe (Efesios 6:15)
Dios nos da su paz, para que peleemos la batalla de la fe. Debemos armarnos con esa paz que Él nos ha dado para vivir de acuerdo a sus mandamientos. Debemos ser soldados fieles y ponernos la armadura de Dios, que incluye la paz.
b) Para vivir para Dios (Hebreos 12:14)
Pero esa paz que sobrepasa todo entendimiento no es para ser contemplada nada más, sino para seguirla, para vivir en paz con todos, principalmente con Dios. Vivir en paz implica acción, buscando la paz de Dios y contagiando con ella a todos los que nos rodean.
c) Para guardarnos (Filipenses 4:7)
La paz de Dios guarda nuestros corazones y nuestros pensamientos, para que no se desvien del camino del Señor. Esa paz que hemos recibido es mayor a cualquier paz que podamos recibir del mundo, la paz de Dios sobrepasa todo entendimiento.
Así podemos tener la paz de Dios a pesar de tribulaciones, a pesar de persecuciones, a pesar de todas las cosas podemos seguir viviendo en paz, porque la paz de Dios nos guarda y nos permite estar tranquilos en todo momento y lugar.
3) Paz en el futuro
Pero esa paz no tiene fin. Podemos estar tranquilos por lo que pasó en el pasado, podemos estar tranquilos en toda situación y tener la paz de Dios. Pero esa paz no acabará en esta vida, seguirá a nuestro lado para siempre.
a) En la tierra (Juan 14:27)
El Señor se fue y dejó a sus discípulos, ellos sabían que era lo que venía, el Señor les dejó instrucciones, pero el no tener al Señor a su lado les dejaba con cierta incertidumbre. Pero siguieron teniendo paz porque vino el Espíritu Santo sobre su iglesia.
No importa lo que venga en esta tierra, Pablo escribe que sabe vivir en abundancia y también en escasez, no importa lo que viene si estamos en Dios estaremos bien. También escribe que si vivimos para Dios vivimos y si morimos igual somos del Señor. Sea lo que sea que esté por venir, si estamos en Dios tendremos paz.
b) En el cielo (Mateo 6:10)
Y cuando llegue el momento dejaremos esta tierra. Entonces veremos las cosas que están hechas en el cielo y nos daremos cuenta que ahí se adora al Señor constantemente y para siempre. Así estaremos por toda la eternidad, en la misma presencia de Dios. Ahí tendremos paz de todo, pues Dios nos dice que ya no existe el llanto, ni tristeza ni dolor, pues Dios estará a nuestro lado.
Conclusión
La sangre de Jesús es poderosa para perdonar nuestro pasado, para que vivamos el presente en su paz y para hacernos entrar en el futuro a su reino. Es nuestro deber arrepentirnos de nuestros pecados, vivir en santidad y cuando llegue el momento de partir que Dios nos encuentre haciendo su voluntad. Ahí entraremos al reposo del Señor, a la paz que no tendrá fin.
© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.
Gracias me parece muy buena sus enseñanzas sigan adelante estaré siempre con ustedes cómo dice la palabra que donde hay dos o más ahí está El en Mario de nosotros
bendicione y gracias