Los milagros de Dios

No es que Pablo hiciera los milagros, aunque Dios usaba sus manos, sus palabras, incluso Dios usó la sombra de sus hijos, pero quién hace los milagros es Dios.

No debemos llegar a confundir o a buscar un milagro en una persona, tan solo porque Dios los usa. De ninguna manera debemos darle gloria a alguien que es usado por el Señor pensando que por medio de él podemos recibir milagros. 

Para Dios debe ser siempre la gloria, Él puede usar a quien le plazca, pero no es el hombre que hace los milagros, es Dios a través de sus hijos, a través de las manos de alguien, por el poder de su Espíritu.

4) Los milagros – Debemos Proclamarlo (Daniel 4:2)

Dios debe ser siempre glorificado por sus milagros y maravillas. Cuando Jesús sanó a diez hombres, uno regresó a darle gracias y se postró a sus pies. Cuando Bartimeo recobró la vista daba gloria a Dios. Cuando el hombre que pedía limosna en el templo recibió su milagro, saltaba delante de Dios. 

Siempre debemos dar la gloria a Dios cuando recibimos un milagro. Si Dios no hace el milagro que esperamos, también debemos darle gloria a Dios.

Cuando David oraba a Dios pidiendo por la vida de su hijo esperaba que Dios hiciera el milagro, pero el niño murió y lo primero que hace David es adorar a Dios.

Cuando los amigos de Daniel fueron echados en el horno de fuego, ellos le dijeron al rey que Dios los libraría, pero si no lo hacía, de todas maneras mantendrían la fe. 

Debemos proclamar las obras de Dios, sea que Dios actúe como pedimos y esperamos, o si Dios no obra como pedimos o esperamos. Porque Dios es soberano y su voluntad es perfecta para nuestra vida.

5) Los milagros – Impedimentos para un milagro (Mateo 13:58)

Pero un impedimento para que Dios haga un milagro es nuestra incredulidad. Para que Dios se manifieste debe haber ciertos requisitos y uno de ellos es la fe. Dios se mueve en medio de la alabanza de su pueblo y Él está donde dos o tres se reúnen en su nombre. 

También sabemos que sin fe es imposible agradar a Dios. Así es que si queremos que Dios se manifieste en nuestra vida, debemos empezar teniendo fe en Él y poniendo toda nuestra confianza en el Señor.

6) Los milagros no salvan (Mateo 7:22)

Tampoco debemos confundir y creer que los milagros son parte de la salvación. Dios nos permite ver milagros como un regalo adicional para nuestra vida, pero esto no nos salva. Tampoco que dios use nuestras manos para hacer milagros. El Señor dice que debemos buscar más bien que nuestro nombre esté escrito en el libro de la vida, de eso sí debemos gozarnos. 

Conclusión

El poder de Dios no tiene límites y es un Padre amoroso para con sus hijos. Los milagros son reales y Dios es el único que los hace para la gloria y alabanza de su nombre. Debemos tener fe en Dios y no dejar esa fe por nada. 

Toda la gloria y alabanza son del Señor para siempre, a Él y solo a Él debemos adorar y rendir nuestro ser humillados delante de su trono. Porque solo suyo es el poder, solo suya es la gloria.

Redactado por Mauricio Aquino para Central de Sermones.

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