Bosquejos Bíblicos
Prédica de Hoy: La belleza
Bosquejos para Predicar Texto Bíblico: “Sécase la hierba, marchítase la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre.” Isaías 40:8
Introducción
Es muy común encontrarnos hoy en día con muchas situaciones que nos hacen considerar que los humanos solemos ser superficiales. Ser bombardeados de propagandas todos los días, exigiendo de nosotros una apariencia “ideal” para poder ser exitosos y tener una buena vida.
Bueno, es lo que nos dice el mundo. Pero recordemos que cuando somos hijos de Dios, la perspectiva que Él tiene de nosotros es mucho más importante que lo que diga la sociedad.
Bien se dice que la belleza es subjetiva. Pero lo que nos debe preocupar realmente no es nuestra apariencia física, sino aquellas cosas que cosechemos en nuestro corazón y nuestro espíritu.
Esto es lo que realmente nos hace agraciados delante del Señor. Y de hecho, la opinión y el juicio de Él es lo único que debería ser primordial entre nuestras preocupaciones.
I. La belleza – Lo superficial
Como mencioné al inicio, la apariencia es algo superficial. Algo que solo ven los ojos humanos y sobre esto se suelen hacer juicios sobre alguien. Esto es algo que la Biblia describe como algo vano (Proverbios 31:30), pues de qué nos servirá vernos bien externamente si nuestro corazón sigue sucio a causa de nuestro pecado.
Ahora, esto no significa que descuidemos la salud y el aseo personal. De hecho nosotros somos templo del Espíritu Santo (1 Corintios 6:19), así que debemos cuidar nuestro cuerpo como tal.
Pero la superficialidad no es esto, en realidad sucede cuando las personas ponen su apariencia física por encima de su parte espiritual. Y allí es cuando nos comenzamos a alejar de Dios, pues ponemos la opinión de la sociedad por encima de la opinión del Señor.
Jesús exhortaba muy fuerte a los fariseos cuando hablaba de los sepulcros blanqueados. Con esta expresión, se refería a que solo se dedicaban a decorar el exterior aun sabiendo que en su interior no había nada agradable, al igual que las lápidas de los cementerios. Y esto aún sucede bastante, hay personas que solo se preocupan por cómo se ven ante los hombres, pero nunca se detienen a pensar “¿cómo me veo ante Dios?”.
II. La belleza – Todo es pasajero
La verdad es que hay personas que, al preocuparse por cómo se verán ante los demás, se olvidan de su salud, lo cual debería ser igual o más importante. Hay gente que se angustia por seguir modas, estar al tanto de lo que la sociedad les impone.
Por causa de esto, es que muchas personas comienzan a padecer de trastornos de ansiedad, enfermedades que son inexplicables. Pero su raíz es por los afanes innecesarios de las personas.
Bien nos dice el Señor en su Palabra que no tengamos afán por aquellas cosas que no podemos controlar o algo que simplemente está bajo el control de Dios (Mateo 6:25).
Además, recordemos que la belleza exterior es pasajera. Esto es algo que no tendremos toda la vida y por lo tanto, es efímero. Lo único que permanece para siempre es la Palabra de Dios. La Biblia es un libro que trasciende de generación en generación. Desde los tiempos de Jesús hasta nuestro tiempo.
