Consejos para el bien

IV. Espera en Dios (Salmos 37:7)

Debemos aprender a esperar en Dios. Es importante conocer que los tiempos de Dios son perfectos. Algunas veces nos impacientan porque las cosas no van de acuerdo a nuestro plan, por eso es mejor que nuestro plan esté de acuerdo con el plan de Dios, debemos estar en el plan de Dios y todo irá bien.

Cuando esperamos en Dios y dejamos que el Señor sea quien obre en nosotros, tendremos un resultado especial, en el versículo once Su palabra nos dice que nos recrearemos con abundante paz. El Señor nos dará su paz si sabemos esperar en Él, esperar su tiempo perfecto para las cosas.

V. Consejos – Deja la ira y el enojo (Salmos 37:8)

Dios nos invita para que dejemos de quejarnos, dejemos la ira pues es un pecado y como tal desagrada a Dios. La ira produce la maldad y si actuamos por ella haremos las cosas mal. Por lo tanto debemos desechar la ira y el enojo, debemos saber que dependemos de Dios y no tenemos porqué estar enojados, sino confiados en el Señor.

Porque quienes están en ira que produce la maldad, serán destruidos, más aquellos que esperan en Dios heredarán la tierra. Dios nos ama y busca lo mejor para nosotros, sus hijos. Dejemos el mal y hagamos el bien como buenos hijos de un Dios bueno.

VI. Consejos para el bien – Apártate del mal (Salmos 37:27)

Debemos apartarnos del mal. En este mundo malo es difícil no toparse con la maldad, está a la vuelta de la esquina, espera por nosotros en cualquier lugar. Pero debemos aprender a identificarla y apartarnos de ella. No solo apartarnos del mal sino que debemos hacer el bien. Para el mundo esto es imposible, pero los hijos de Dios debemos dar el ejemplo y hacer el bien que el mundo no espera.

Si hacemos el bien que Dios quiere no solo heredaremos la tierra, sino que viviremos para siempre en su presencia. En esta tierra gozaremos de sus bondades y en la eternidad de su misma presencia para siempre.

VII. Consejos – Guarda el camino de Dios (Salmos 37:34)

Debemos guardar el camino, no apartarnos del Señor ni de su camino. Debemos guardar su palabra, escucharle y seguir sus consejos a cabalidad. Esto es agradable ante el Señor y procura Él bendecirnos con todas sus bendiciones, con todos sus dones, con todos sus regalos para nosotros, al ser fieles hijos de Dios.

Dios nos exaltará, en cambio a los pecadores serán destruidos por la justicia de Dios. El Señor es santo y quiere que sus hijos seamos santos también, la santidad es requerida para estar en su presencia, Dios nos ayuda a vivir de acuerdo a su voluntad.

Conclusión

Dios es bueno y nos aconseja para que vivamos en santidad, para que seamos hijos obedientes y podamos recibir de sus bendiciones que son eternas. Dios quiere bendecir nuestra vida y llevarnos a su presencia, seamos obedientes y démosle toda la gloria al Señor Dios Todopoderoso.

© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.

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