Jesús te llama por tu nombre

Bosquejos Bíblicos

Prédica de hoy: Jesús te llama por tu nombre

Bosquejos para Predicar Lectura Bíblica: “Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham. Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.” Lucas 19:9-10

Introducción

La mayoría de personas tienen historias que contar, varios sucesos que vivieron en el caminar de sus vidas. Muchos son buenos, íntimos, vergonzosos o graciosos. Pero, ¿qué hay de esas experiencias de las que nos sentimos arrepentidos?

Hablo de aquellas que causaron un punto negativo en nuestro currículo. Esa vivencia que nos catalogo como un ser desagradable y mal visto ante los demás.

Los errores suelen ser catalogados por niveles de gravedad, entre ellos destacan las motivaciones. Me refiero a malas acciones que pueden ocurrir por equivocación, y de aquellas que son planificadas por nosotros mismos antes de cometerlas. Cuando somos visto haciendo el mal a otros intencionalmente, ocasionando rencor en los que nos rodean como es el caso de Zaqueo.

Como todos sabemos, existió un hombre llamado Zaqueo, mencionado en el Nuevo Testamento. Alguien que obtuvo grandes fortunas a través de la cobranza de impuestos. Alguien quien se aprovecho de ser el jefe de los recaudadores, aplicando un sobre precio a dichos impuestos, sin importar el nivel social de los afectados. Este hombre hizo eso con el propósito de adquirir riquezas para sí mismo.

Zaqueo era repudiado por todos los que fueron estafados por sus actividades ilícitas. Esto es importante notar, ya que fue de gran impacto. Digo esto porque cuando Jesús paso por Jericó, Jesús mismo fue quien lo llamo pidiéndole el favor que pudiera hospedarse en su casa (vers. 5). Esta acción automáticamente ocasiono un repudio hacia nuestro Maestro, al proponer dormir bajo el mismo techo de este malhechor.

I. Tienes un nombre para Jesús

A diferencia de nuestro Dios, quien nos ve con ojos de amor y misericordia, Satanás nos mira con odio he intenciones de destruirnos. El enemigo sabe nuestras debilidades. Por él somos llamados conforme al pecado que hemos cometido, atribuyendo rechazo desde el interior de nuestro ser hacia el exterior, lo que ha causado dolor por cientos de años.

Existe un dicho muy popular, el cual relata que “la primera impresión es la que cuenta”. Imagínense cuantos han sido conocido principalmente por sus pecados. Esta imagen queda grabada con deprecio en las mentes de aquellos que no han sido transformados por Jesús, tachando y desprestigiando al emisor de lo que catalogamos como un crimen.

Si bien es cierto que el pecado desagrada y nos distancia del Señor (Isaías 59:2), no podemos afirmar que perdemos el amor que siente Él por nosotros. Pero esto ¡NO! es un privilegio que nos permite pecar libremente (Romanos 6:15-16). Dios nos ama y la causa de su perdón es la gracia. Ese poder divino que no podemos comprender, pero fue entregado a nosotros mediante el sacrificio de la cruz (Juan 3:16).