Esto no es un capricho de Dios. Él quiere bendecirnos desde el principio del Genesis hasta la actualidad. Hemos sido nosotros con nuestro orgullo y temor que nos distanciamos de Dios para buscar respuestas con otros métodos más fáciles y rápidos. Vivimos desenfocados, viendo cualquier oferta nueva, siendo que tenemos las soluciones en nuestras manos desde hace dos mil años.
Enfoquémonos solo a escuchar la voz del Padre, a creer en lo que preparo para notros sus hijos, pongamos a Dios en nuestro foco y caminemos en ese sentido, siempre en la dirección donde se encuentre el Señor, no miremos a los lados, la bendición está en El.
El propósito de Dios – Es un mandato ser valiente
Esfuérzate y se valiente, no es una opción, es un mandato directo de parte de Dios, ciertamente es un poco complicado caminar sin una dirección clara, sin una meta establecida, pero, es difícil caminar solos, sin un llamado.
Cuando el Señor entra en escena cambia todo. Él nos da una meta, una dirección y su respaldo. Esto en ocasiones nos aterra puesto que resulta ser totalmente distinto a lo pensado.
La valentía debe ser una disciplina para todo creyente. El evangelio es un transitar complejo. De hecho, la palabra nos indica la violencia que atraviesan los que siguen a Cristo y que solo los que son valientes podrán arrebatar el reino de los cielos. Es un mandato que debe ser cumplido, sobre todo cuando somos enviados bajo la dirección de Dios, con dudas o temor debemos decir que si, obedecer y caminar.
El propósito de Dios – Prepararse
Es un error muy común el pensar que solo con fe, creer y obedecer estaremos completos para salir a cumplir con los mandatos del Señor. Si bien es cierto que en la palabra existen registros de personas con funciones simples que terminaron convirtiéndose en grandes próceres de la biblia, no es excusa para quedarnos solo con lo que tenemos o conocemos.
Estudiar, conocer, aprender y aceptar lo que viene para transfórmanos es más que necesario, ya sea para estar preparado antes situaciones inesperadas o para ayudar a los necesitados hambrientos de sabiduría. Todo el conocimiento que adquirimos es de bendición para ti, pero también puede serlo para muchos más.
