2. NO SE MEZCLA, MARCA DIFERENCIA (vers. 35)
A muchos les importan demasiado las apariencias. Hay padres que hacen de todo para “insertar” a sus hijos a la sociedad. Sin importar valores, principios. Mezclarte con el mundo por ejemplo es:
- Que tus hijas usen la misma ropa sensual que cualquier persona que no teme a Dios. (Y después decimos “no entiendo como cayo…”)
- Que tus hijos vayan a la discoteca o fiestas dónde ni 30seg de melodía hay que adore a Dios, sino totalmente lo contrario. Donde circula la droga, el alcohol, el sexo.
Jueces 2:10-12 “Y toda aquella generación también fue reunida a sus padres. Y se levantó después de ellos otra generación que no conocía a Jehová, ni la obra que él había hecho por Israel. Después los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová, y sirvieron a los bales. Dejaron a Jehová el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y se fueron tras otros dioses, los dioses de los pueblos que estaban en sus alrededores, a los cuales adoraron; y provocaron a ira a Jehová”.
Josué hizo grandes cosas, pero pasó algo trágico luego, a pesar de su fidelidad, Josué de alguna forma no supo transmitir su fe y valores a las generaciones que le siguieron. Como resultado, los hijos, nietos y biznietos de su generación se apartaron de Dios.
Si fallamos en formar a las generaciones para seguirlo, entonces podemos estar seguros de lo siguiente: nuestros hijos, nietos y biznietos caerán víctimas de pillajes e invasiones de enemigos y destructores. Cuando el pueblo adora ídolos de poder, placer, codicia, sexo, falsa filosofía y falsa religión, Dios los entrega para que sean invadidos y saqueados.
¿De qué clase de asaltantes hablamos? Pornografía, perversión y adicción sexual; enfermedades de transmisión sexual, adicción a las drogas y al alcoholismo; al crimen cada vez mayor; al abuso infantil; a la pobreza e ignorancia; y, a la destrucción del alma en la eternidad.
Nuestros hijos viven en un mundo difícil, un mundo que desea atraparlos y esclavizarlos, hacerles sentir insuficientes y avergonzados si no se adaptan. El mundo los ridiculizará y los maldecirá por ser cristianos y por demostrar que aman a Dios.
QUIEN PONE A SU FAMILIA ANTE TODO:
3. NO APRENDE LO MALO, SINO LO BUENO (vers. 35)
Con nuestros hijos no tenemos tiempo que perder. Cada minuto que invertimos en enseñarles, veremos el fruto de todo ese tiempo. “El mundo tiene muchas malas obras que enseñarnos. La Biblia tiene muchas buenas obras que enseñarnos”. No es la profesora, la niñera, el gobierno, el pastor quien debe encargarse de educar a tus hijos/as.
Proverbios 22:6 “Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él”.
- Si vos no enseñas a tus hijos valores, el mundo les enseñara anti-valores
- Si vos no enseñas a tus hijos como honrar a Dios, el mundo les va a enseñar cómo deshonrarlo.
- Si vos no enseñas a tus hijos lo bueno, el mundo les enseñara lo malo.
“Es más fácil moldear a un niño que reconstruir a un adulto”