La construcción se planifica de arriba hacia abajo pero se construye de abajo hacia arriba. Dios habla, muestra y enseña sus planos, los confirma al corazón de siervos y siervas que han subido al monte (Éxodo 24: 12-13), “sube a mí”.
Moisés subió a donde estaba Dios, allí llenó el espacio vacío de Moisés con su visión, con sueños de Él. Dios te preña con visiones y luego te dice que es hora de poner en blanco y negro lo que te ha mostrado.
En Génesis 7:23, Dios destruyó todo porque tenía en el Arca, el elemento con que iba a construir algo nuevo. Puede ser que a tu alrededor esté ocurriendo lo mismo, a tu parecer no hay posibilidades de que algo nuevo surja, de que algo nuevo sea construido en tu vida pero acuérdate del Arca, flotando en medio del vacío del mundo destruido pero conteniendo lo que iba a llenar de nuevo la tierra. Sólo los vacíos pueden ser llenados, los vacíos son necesarios para tener relación con Dios y poder cumplir con su plan.
En Filipenses 2:7 dice de Jesús “que se humilló hasta lo sumo”, “se despojó a sí mismo”, se anonadó”, “SE VACIÓ”, de quién Él era por un tiempo pero su vacío hizo posible que hoy miles estén llenos de paz, de gozo, de esperanza, de vida, de fe.
Conclusión
Pregúntate: ¿qué tan alto quiero construir?, ¿qué tan alto quiero crecer? La pregunta obligada es: ¿cuánto espacio tienes vacío?, ¿de cuánto te has vaciado? Dios está buscando espacios vacíos, espacios amplios, no rinconcitos, para llenarlos y construir su Reino.
La altura dependerá del espacio que tengas vacío y disponible, y a la misma vez, así como de profunda sea mi relación con Dios, podrá Él construir en mi espacio vacío Dios anda buscando espacios vacíos, ¿hallará ese espacio en ti?
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