Inicio » Bosquejos Biblicos » No Envidies a los Malvados

No Envidies a los Malvados

4.7
(3)

Bosquejos Bíblicos

Bosquejos Bíblicos Predica de Hoy: No Envidies a los Malvados

Bosquejo Bíblico Texto Biblico: Proverbios 23:17-18

Tema: Vive en la Justicia de Dios y Recibe Su Recompensa

I. Introducción: La Tentación de Envidiar a los Malvados

En nuestra vida diaria, es fácil caer en la tentación de envidiar a aquellos que parecen prosperar a pesar de vivir en la maldad. Vemos a personas que obtienen riquezas, poder, y éxito por medios corruptos, y nos preguntamos por qué ellos prosperan mientras los justos sufren.

Los versículos que hemos leído hoy nos advierte contra esta envidia. Recordándonos que Dios tiene un plan y una recompensa para aquellos que viven en Su justicia. Hoy, exploraremos cómo podemos resistir la tentación de envidiar a los malvados y cómo podemos confiar en la promesa de Dios de una recompensa para quienes permanecen fieles a Él.

II. No Envidies a los Malvados: La Advertencia de Dios Contra la Envidia

En el vers. 17 se nos dice. “No tenga tu corazón envidia de los pecadores, antes persevera en el temor de Jehová todo el tiempo.” Esta advertencia es clara. La envidia hacia los malvados nos desvía del camino de Dios y nos hace olvidar Su justicia.

A. La Envidia Desvía Nuestros Corazones de Dios

  • La envidia nos lleva a enfocarnos en lo que otros tienen, en lugar de en lo que Dios nos ha dado (Santiago 3:16).
  • Cuando envidiamos a los malvados, estamos cuestionando la justicia de Dios y Su plan para nuestras vidas.
  • Preguntémonos: ¿Estamos permitiendo que la envidia nos desvíe de nuestra relación con Dios?
  • Al reflexionar sobre esta pregunta, vemos que la envidia nos aparta de la paz y la gratitud que provienen de confiar en Dios.

B. La Envidia Nos Roba la Paz Interior

  • Envidiar a los malvados no solo nos desvía de Dios, sino que también nos roba la paz y la satisfacción que provienen de una vida centrada en Cristo (Salmo 37:1-2).
  • La envidia es una trampa que nos lleva a compararnos constantemente con los demás, lo que genera insatisfacción y resentimiento.
  • Preguntémonos: ¿Estamos perdiendo nuestra paz interior por envidiar a quienes parecen prosperar en la maldad?
  • Al considerar esta cuestión, entendemos que la verdadera paz se encuentra en contentarnos con lo que Dios nos ha dado.

C. La Envidia Puede Llevarnos al Pecado

  • Si no controlamos la envidia, puede llevarnos a tomar decisiones pecaminosas en un intento de obtener lo que otros tienen (Éxodo 20:17).
  • La Biblia nos advierte que la envidia es una puerta abierta a otros pecados, como la codicia, la deshonestidad y la injusticia.
  • Preguntémonos: ¿Estamos permitiendo que la envidia nos empuje hacia el pecado?
  • Al reflexionar, debemos recordar que Dios nos llama a vivir en Su verdad y justicia, no a seguir los caminos del mal.

D. La Envidia Nos Aleja de la Confianza en Dios

  • La envidia revela una falta de confianza en el plan y la provisión de Dios para nuestras vidas (Filipenses 4:11-12).
  • Cuando envidiamos, estamos diciendo que no creemos que Dios sea suficiente para nosotros.
  • Preguntémonos: ¿Estamos confiando en que Dios tiene un plan bueno para nosotros, incluso cuando otros parecen prosperar injustamente?
  • Esta reflexión nos lleva a confiar más en Dios y a esperar Su recompensa en lugar de envidiar el éxito de los malvados.

III. La Promesa de Recompensa para los Justos

En el vers. 18 se nos asegura: “Porque ciertamente hay un porvenir, y tu esperanza no será cortada.” Dios promete una recompensa para aquellos que permanecen fieles a Él y no envidian a los malvados.

A. La Recompensa de Dios Es Segura

  • Dios nos asegura que hay una recompensa para los justos, una esperanza que no será cortada (Hebreos 10:35-36).
  • Aunque a veces puede parecer que los malvados prosperan sin consecuencias, Dios nos recuerda que Su justicia prevalecerá.
  • Preguntémonos: ¿Estamos esperando con paciencia la recompensa que Dios ha prometido?
  • Al considerar esto, debemos confiar en la justicia divina y en la fidelidad de Dios para cumplir Sus promesas.

B. La Recompensa de Dios Es Eterna

  • La recompensa de Dios no es solo temporal, sino eterna; mientras que los malvados pueden prosperar temporalmente, su destino final está asegurado por la justicia de Dios (Salmo 73:17-19).
  • Los justos, en cambio, tienen una recompensa que trasciende este mundo y se extiende hacia la eternidad.
  • Preguntémonos: ¿Estamos valorando la recompensa eterna de Dios por encima de los beneficios temporales del mundo?
  • Esta reflexión nos lleva a vivir con una perspectiva eterna, confiando en que Dios es fiel para recompensar a quienes Le siguen.

C. La Esperanza en la Recompensa de Dios Nos Da Fortaleza

  • Saber que Dios tiene una recompensa para los justos nos da la fortaleza para perseverar en la fe, incluso en tiempos de prueba (Romanos 8:18).
  • Esta esperanza nos sostiene cuando nos sentimos tentados a desviarnos o a envidiar a los malvados.
  • Preguntémonos: ¿Estamos permitiendo que la esperanza en la recompensa de Dios nos dé fuerza para seguir adelante?
  • Al confiar en la promesa de Dios, encontramos la fortaleza para vivir una vida de integridad y fe.

D. La Recompensa de Dios Es Incomparable

  • Ninguna riqueza o éxito mundano puede compararse con la recompensa que Dios tiene preparada para los que Le aman y Le siguen fielmente (1 Corintios 2:9).
  • Los malvados pueden tener su recompensa aquí en la tierra, pero los justos recibirán la recompensa eterna que Dios ha prometido.
  • Preguntémonos: ¿Estamos viviendo con la confianza de que la recompensa de Dios es incomparable a cualquier cosa que el mundo pueda ofrecer?
  • Esta confianza nos anima a vivir en obediencia a Dios, sabiendo que Su recompensa es segura y eterna.

IV. Aplicación

Para vivir sin envidia y confiar plenamente en la recompensa de Dios, debemos recordar constantemente Su promesa de justicia y recompensa para los justos. En lugar de fijarnos en lo que los malvados tienen o logran, enfoquémonos en la fidelidad de Dios y en Su plan para nuestras vidas.

Al hacerlo, encontraremos paz, satisfacción, y una esperanza firme en la recompensa eterna que Dios ha preparado para nosotros. Hoy, les animo a dejar atrás la envidia, a confiar en el Señor, y a vivir con la seguridad de que Su recompensa es cierta y eterna.

Conclusión

En resumen, en lso versículos de Proverbios que hemos estudiado hoy se nos exhorta a no envidiar a los malvados, sino a confiar en Dios, quien tiene una recompensa segura para quienes Le siguen fielmente.

En un mundo que glorifica la riqueza y el poder, debemos recordar que la verdadera recompensa viene de Dios y es eterna.

Les invito a reflexionar sobre sus vidas y a dejar de lado cualquier envidia, confiando en que Dios es justo y que Su recompensa para los justos no fallará. Que nuestra esperanza esté siempre en Él, y que vivamos en la certeza de Su amor y fidelidad.

© Ramón Duarte. Todos los derechos reservados.

Central de Sermones .. Bosquejos Bíblicos

¿Qué tan útil fue esta publicación?

¡Haz clic en una estrella para calificarla!

¡Lamentamos que esta publicación no te haya sido útil!

¡Mejoremos esta publicación!

Cuéntanos ¿cómo podemos mejorar este post?

avatar de autor
Ramón Duarte
Bendiciones desde Venezuela. Me entregue al Señor hace 20 años, y le sirvo de todo corazón. Me uní al equipo evangélico de Central de Sermones, y ahorita publico predicas cristinas, bosquejos bíblicos, y mensajes cristianos para cumplir con la misión que Dios nos ha encargado.

1 comentario en «No Envidies a los Malvados»

Deja un comentario