José estaba haciendo bien las cosas, pero la tentación se le cruzó por su camino a través de las insinuaciones de la esposa de su jefe. José pudo haber cedido ante la tentación, pero actuó con la suficiente firmeza para decir NO y correr en el momento en que debió haberlo hecho.
No obstante, su objetivo era agradar a Dios (vers. 9). José estaba consciente de los desastrosas consecuencias (verss. 8-9). El diablo también conoce de nuestros deseos de servir y vivir para agradar al Señor.
POR ESO nos presenta obstáculos, atacándonos en nuestros puntos débiles. Ojalá nosotros actuemos con la misma firmeza para hacer siempre lo que es correcto y huir del mal.
“No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.” 1 Corintios 10:13
“Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” 1 Pedro 5:8
III. CAMINAR CON DIOS CONSISTENTEMENTE (verss. 20-23)
A veces, el actuar con firmeza, nos lleva a enfrentar sus últimas consecuencias. Dios no libró a José de la cárcel porque Dios tuviera un plan que incluía la cárcel (Génesis 40-41).
Pero aún ahí Dios le mostró su misericordia. José contó con el favor del encargado de la cárcel. Sin embargo, recordemos que José fue consistente. No dejó de ser fiel a Dios y de hacer lo correcto. Aún cuando enfrentemos algún revés en nuestra vida, debemos serle fieles a Dios.
“Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel.” 1 Corintios 4:2
CONCLUSIÓN
José era un hombre íntegro: no se desesperó, ni cedió ante la tentación, ni dejó de serle fiel a Dios.
© Félix D. Ramírez Montalvo. Todos los derechos reservados.
Bendiciones Hermano muy impactante el tema que Dios te bendiga en el nombre de Jesús.