Las matemáticas son exactas

Dr. Mauricio Loredo

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Las matemáticas son exactas

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Devocionales Cristianos – Mensajes Cristianos

Don Medardo, quien era un anciano, se había caracterizado por su sabiduría y usaba bien sus consejos. Cierto día vino el joven, Pedro a su casa a pedirle consejo sobre sus futuros estudios que quería realizar en la capital.

El sabio anciano le preguntó: dime hijo y ¿qué has decidido estudiar?

El joven, con su porte elegante y con su cabello embadurnado de gelatina, y que lucía como si su cabello estuviera mojado le contesto: quiero ser un licenciado en matemáticas Don Medardo.

El viejo, se incorporó en su silla, le tocó su hombro y le dijo: – bueno hijo, me parece bien, lucha por lo que quieres, lo único que debes saber es que las matemáticas son exactas.

El joven, al escuchar esa palabra y sabiendo lo que eso significaba sobre las matemáticas, pero le hizo la pregunta: – Don Medardo, ¿por qué dice que las matemáticas son exactas?

El anciano, quien se alegró por la pregunta, ya que Don Medardo siempre había pensado, que cuando alguien pregunta es porque saber quiere y eso les motiva aún más a retener esa información. El Anciano le explicó: – mira, eso significa que lo que te viene a la mano es porque estás capacitado para realizar eso.

Pedro, aún sin entender le dijo: pero no entiendo bien.

El anciano se levantó de su silla y se paró frente a la mesa del comedor e hizo un esfuerzo por levantarla y lo hizo, luego se paró frente a la refrigeradora y le mostró a Pedro que no podía levantar dicho objeto. Y le dijo: ¿puedes ahora entender?

Pedro le dijo: realmente aún no estoy seguro.

El viejo se volvió a sentar y le dijo: en la vida todo es exacto prácticamente. Se te da a hacer aquello que estás capacitado para hacer, y debes concentrarte en eso, debes luchar por lograr manejar bien eso, pero cuando ves a otros haciendo otras cosas que parecen aún más grandes que las que tú haces, lo único que cambia es la cantidad y será de extensión si fuese un terreno. Te lo ejemplificare aún más claro.

Supón que hay 3 personas que no tienen nada, pero que han trabajado antes para mí, yo les conozco en su forma de trabajar y de reaccionar, y sé que es el dinero para ellos en general. Ahora yo les quiero dar un pedazo de parcela a cada uno y al que veo que es más diligente y sagaz le doy 4 manzanas de tierra, al otro le doy 2 manzanas de tierra y al otro le doy solo la mitad de una manzana de tierra, antes ellos no tenían nada propio, hasta este momento. Sin embargo, lo que se les dará es prácticamente una responsabilidad, ya que si les estoy dando tierra en arrendamiento o en alquiler o regalada es porque yo deseo ver algo de cada uno de ellos, pero se los reparto de la forma en que les conozco según sus capacidades que me han mostrado al momento.

La razón por la que le doy la mitad de la manzana de tierra a uno de ellos es porque le he visto que es débil, tiene menos familia, se levanta un poco tarde de su cama, le pide permiso a un pie para mover el otro y entonces viendo eso le di esa mitad.

Al otro de las 2 manzanas se las di porque veo que se esfuerza más que el primero, tiene 3 hijos y le pueden ayudar un poco en su faena de diversas formas y sé que les gusta sembrar.

Al otro le di 4 manzanas, pues tiene una familia numerosa, todos le ayudan, se levantan muy de madrugada y son muy trabajadores. Esa es la razón, por eso las matemáticas son exactas.

Ahora bien hijo, imagínate que el que tiene media manzana, no está contento con eso y empieza a tener envidia de aquel que yo le di 2 manzanas de tierra, y hace cualquier cosa, hasta legal, para quitarle o apoderarse de esas tierras que no le corresponden, ¿sabes qué está pasando allí? Las matemáticas no están empezando a concordar, el que tiene menos fuerzas y disposición está queriendo tener más de lo que está permitido hasta ahora para él, esto lo que provocará en su vida sin que él se de cuenta es más trabajo y menos fuerzas, por tanto menos vida para vivir, menos tiempo para disfrutar con su pequeña familia, y más esfuerzo que él que debe hacer para mantener aquello que no podrá sobrellevar.

Entonces Pedro le interrumpió al anciano y le dijo: – pero ¿no está permitido entonces anhelar más en la vida y no ser conformista?

El anciano don Medardo, tomó un sorbo de agua, sacó su pañuelo y se limpió la frente de su humedad y le dijo: – claro que puedes anhelar más, pero después que ya has demostrado que puedes con aquello pequeño que se te dió, pues si en lo poco que te doy eres leal, honesto y luchador, entonces significa que serás así con lo extra que se te vaya agregando, de manera que si eres fiel en lo pequeño, significa que serás fiel en lo mucho. Por eso las matemáticas son exactas.

El hombre a quien le di la mitad de la manzana, y que se adueña de las otras 2 manzanas que no le corresponden vera sus fuerzas aún más disminuidas, su salud se deteriorará aun mas rápido, no podrá disfrutar sus bienes, estará en hospitales la mayor parte de su tiempo, sus bienes serán consumidos por particulares prácticamente, allí será ganancia para otros y no para su familia, finalmente perderá su vida en medio del trabajo y el dolor y la fatiga vendrá a ser su leal compañera. No podrá disfrutar de sus bienes, aunque los llegue a poseer pues tendrá un sentimiento de pesar y no querrá invertir.

Pero ¿por qué teniendo más no puede hacer más? Sencillamente porque no estaba preparado para obtener más, esa preparación la da el tiempo, el esfuerzo, la perseverancia, la tenacidad y entrega, todo con la fe férrea en el creador de todo quien da los días sobre la tierra. Finalmente este hombre perderá todo por ser ambicioso, codicioso y vivirá para sus medicinas, no obtendrá ganancias.

El joven Pedro estaba admirado el saber esta nueva información sobre la exactitud de las matemáticas, y se motivó aún más a aplicar las matemáticas a las cosas reales en la vida, y sacar mejor provecho de su futuro estudio con dicha área tan abstracta para algunos, pero para Pedro había tomado vida el consejo de Don Medardo.

Finalmente Don Medardo le dijo, si quieres sabiduría mira hacia arriba donde Dios esta presto a auxiliarte y tendrás las matemáticas perfectas para tu carrera y tu vida.

Un consejo a tiempo es tan vital como lo es un poco de agua en el desierto, por muy poca agua que sea, sin embargo la cuidarás en el momento que pases por el lugar y la necesites. Seguramente no te pondrás a regar una planta en el desierto y quedarte sin agua, la cuidaras y será ella la que te lleve más adelante por usar bien los recursos que Dios te ha dado.

© Dr. Mauricio Loredo. Todos los derechos reservados. 

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Dr. Mauricio Loredo
Autor

Dr. Mauricio Loredo

Me convertí a Cristo en mi cuarto año de medicina. Decidí en ese año darle mi carrera al Señor todopoderoso. Soy otorrinolaringologo por la Gracia De Dios, y servimos con mi familia activamente en la actualidad en la iglesia Local Betania.

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