Devocionales Cristianos… Meditaciones Cristianas
Sentado en la arena aquel anciano mirando el horizonte y recordando cuando el era un pescador muy reconocido de aquella zona, ahora envejecido, sin mucha fuerza y con dificultad para levantarse de la arena vio venir a lo lejos a 3 jóvenes y ellos llegaron y le saludaron:
Hola, como está? Aquí le trajimos unas rosquillas para ustedes, Ya tiempos sin saber de usted, pero recordamos con mi amigo sobre usted y venimos a recorrer el mismo trayecto y vemos que está aquí todavía. Mire el es Alberto, anda con nosotros es de la capital.
El viejo sabio les dijo: siéntense jóvenes, que alegría volverles a ver, si la vez pasada los estaba recordando pues me puse a pensar en ustedes y oraba por ustedes y me preguntaba: como vinieron estos jóvenes a dar hasta aquí conmigo?
Ellos dijeron: mire ahora somos tres. Y queríamos escuchar de sus consejos. El les inquirió: ¿y qué quieren saber? ¿Sobre qué? Uno de ellos dijo: tengo una pregunta: ¿qué es mejor ser pobre o ser rico?
El viejo se tocó su barbilla y les dijo: bueno, esa pregunta es un poco extraña, pues la respuesta es evidente. Pero creo que lo que tú quieres saber es si será mejor morir pobre o morir rico.
Eso depende hijo, veras, la riqueza es buscada por todos los pobres de mente y nunca la encuentran aún teniéndola a su lado, pero hay ciertos pobres que si luchan no por ser ricos, sino que en su lucha diaria se llegan a encontrar con la riqueza y esa riqueza es su experiencia que viven cada momento, es decir que ellos sacan una lección De Dios para sus vidas en todo lo que les pasa.
Finalmente ellos son ricos en experiencias y en sabiduría, el dinero no es la verdadera riqueza, es solo una parte de la riqueza, pues si ustedes solo tienen dinero y no saben cómo usarlo entonces son pobres con dinero.
Muchos usan el dinero para deleitar sus placeres, queriendo comprar a todo mundo, llegan a un lugar a adquirir algo y le hablan con pesadez a las personas y de entrada te das cuenta que son tontos con dinero. Pero no son ricos de verdad, el que es rico de verdad ni siquiera se da a conocer que lo es, te das cuenta por su verdadera esplendidez con que te trata. El mejor ejemplo de eso es Dios.
Dios desea que todos estén en su casa disfrutando, el no es mezquino, si nosotros en verdad supiéramos que está vida solo es para decidir dónde queremos vivir, nos decidiéramos por las cosas obvias como las riquezas De Dios, pero hay fuerzas extrañas e invisibles que hacen que lo que es obvio, o sea lo verdadero no se vea así, si no que se vea inalcanzable.
¿Ustedes saben que un rey hereda a sus hijos el trono, pero no se lo da a un plebeyo? O sea, a un externo es imposible que llegue al castillo me están entendiendo? Ellos asintieron y dijeron: continúe, perfectamente, esto está bueno; eso le dijimos a él, que con usted aprendemos para la vida.
Bueno hay un pasaje bíblico que dice así:“…Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable…” 1 Pedro 2:9
O sea que un Rey envía a escoger de las personas que desean vivir en su reinado, y al aceptar estas personas dicha invitación pasan a ser parte de un linaje aunque no de sangre, pero llegan a estar en las alturas que está el Rey, con el propósito que vayan y le cuenten a los demás lo que ya ellos están viviendo y experimentando, y algunos lo hacen muy bien, otros sencillamente no lo creen y se quedan de nuevo de donde fueron llamados, se quedan en las tinieblas. Donde no puedes ver nada o solo vives de lo que te cuentan, o sea es una vida sin sentido, pero es la más buscada.
Entonces la respuesta a tu pregunta es: No seas pobre de la mente y del corazón, la pobreza es un estado y la riqueza también, pero una es la base y la otra es el fin. Empiezas pobre aquí en la tierra y terminas rico en el cielo.
Pero puedes empezar a pensar como un ciudadano del cielo y así ayudarás a otros a salir de la pobreza pero solo con la ayuda e intervención Divina pues tener riquezas solamente daña a muchas personas que hasta pierden su identidad. Hay un dicho que siempre digo: Dale solo dinero a un pobre y veras realmente en que se convierte.
Sencillo lo perderá todo, no le quedará nada, porque hasta para tener debes aprender a dar desde que no tienes nada, allí se conoce el verdadero corazón de alguien, en su pobreza. Bueno, ¿no sé si eso responde a tu pregunta?
Los jóvenes estaban maravillados y dijeron: mire esta vez lo grabamos y lo vamos a presentar en la clase que tenemos de mercadotecnia.
Una vez más aquellos jóvenes salieron llenos de aquel lugar.
© Dr. Mauricio Loredo