La ofrenda

Dr. Mauricio Loredo

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Estudios Biblicos - ¿Diezmos en la Gracia y para el pueblo gentil?

La ofrenda

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Devocionales Cristianos… Reflexiones Cristianas

La ofrenda al final a quien más beneficia es al ofrendante

Aquellos dos seres alados de quienes observaban el comportamiento de las personas, a quienes ellos decían: Nuestro Señor y Hacedor les ha dado un muy alto honor a estos humanos, pero no puedo entender su proceder; mira esto por favor, y en segundos ellos estaban en aquella inmensa congregación de personas, y estaban justo en el momento en que daban sus ofrendas, y veían a uno de los más acaudalados de dicha comunidad y su acto al ofrendar, y observaron lo siguiente:

Aquel hombre de traje fino y zapatos elegantes se daba la media vuelta cerca a la pared, sacaba su billetera y comenzaba a apartar de entre un billete y otro, y aquellos seres alados veían frente a él sus gestos y reacciones más profundas y él tenía su lengua entre sus labios, como disfrutando el tocar cada billete y finalmente saco aquel billete de más bajo valor, y se guardó su billetera y felizmente lo depositó en aquella canasta que una anciana la estaba pasando de asiento en asiento en esa fila de personas.

Había un niño a su lado y el niño muy alegre depositó unas monedas que eran de mayor cantidad que las del hombre de traje fino.

Uno de los seres alados le dijo al otro: pero este hombre ¿por qué se daña a si mismo?

¿No sabe él que sus ofrendas que ofrece en sacrificio y alabanza a Dios todopoderoso son también a la final en beneficio de si mismo?

El otro ser alado o ángel le contestó: no olvides que ellos no pueden ver o saber con exactitud lo que nosotros en verdad sabemos, ellos lo ven escrito en sus libros de pasta negra pero muchos están en estos lugares pero sencillamente no lo creen.

Este hombre está con sus vestiduras finas, zapatos de alto valor y su ofrenda terrenal es más baja de lo que le permitiria una conciencia pura y limpia ante Dios dar, él está en este lugar pero no está en sintonía con este lugar, él solo está aquí impresionando con su presencia a los demás, para hacer sus negocios.

Observa sus tarjetas de presentación que se las reparte a todo el mundo para que todos sepan quién es él, él no es honesto consigo mismo.

El otro ser alado dijo: si los humanos supieran que todo lo que ellos hacen aquí también cuenta en las ciudades celestiales, en los bancos de arriba, donde no hay nada que destruye esa ofrenda o buena acción que realicen con su corazón de humildad y no de vanidad.

El otro ser alado dijo: si, en verdad por eso todo está escrito en muchos simbolismos para que no puedan ver con sus ojos materiales, ya que eso solo se ve con los ojos de la fe.

El ser alado más preocupado dijo: cuánto quisiera decirle a este hombre que todo lo que haga aquí allá están contabilizandole también y de una manera muy exacta, las balanzas son la medida exacta en el reino de los Cielos.

Definitivamente que de la forma que Dios ha diseñado el Reino de los cielos es una manera blindada donde solo pueden entrar a través de la sangre preciosa del cordero, y cada uno de los que se hayan cubrierto con dicha sangre generarán también sus bienes aqui arriba, de manera que todo lo que ellos dan desde un vaso de agua, una sonrisa, una buena acción hecha con el corazón en el nombre de Jesús, eso les dará intereses de parte de Dios padre.

Aquellos seres alados elevaron sus alas y se perdieron en las nubes, e iban dando alabanzas a Jesucristo.

Muchas personas que aunque van a los templos tienen un problema: son egoístas consigo mismos, están aparentemente beneficiándose con sus riquezas, o mejor dicho falsas riquezas, las cuales aunque sean hechas con el sudor de la frente pero Jesús dice:

“…Ganad amigos por medio de las riquezas injustas, para que cuando éstas falten, os reciban en las moradas eternas….” Lucas 16:9

Ya que ellas no son las verdaderas riquezas, las verdaderas riquezas son los amigos que debemos ayudarlos a que conozcan la verdadera riqueza.

El dinero es una ayuda para pasar por este mundo injusto, pero su amor y deleite en el dinero es una maldición, por la cual muchos han sido y otros serán traspasados, pues la verdadera riqueza es Jesucristo como nuestro Señor y Salvador.

“…Y cualquiera que os diere un vaso de agua en mi nombre, porque sois de Cristo, de cierto os digo que no perderá su recompensa...” Marcos 9:41

© Dr. Mauricio Loredo

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Dr. Mauricio Loredo
Autor

Dr. Mauricio Loredo

Me convertí a Cristo en mi cuarto año de medicina. Decidí en ese año darle mi carrera al Señor todopoderoso. Soy otorrinolaringologo por la Gracia De Dios, y servimos con mi familia activamente en la actualidad en la iglesia Local Betania.

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