Esperar en Dios con valentía | Devocional Cristiano
Querida hermana, sé que has estado esperando. Has orado por ese hijo que se alejó, por ese diagnóstico que no cambia, o por esa promesa que parece haberse perdido en el viento. Has seguido sirviendo, sonriendo, y mostrando fortaleza por fuera, aunque por dentro te preguntas si Dios aún te escucha.
Esperar no es fácil. Y a veces, es en ese mismo lugar de espera donde las dudas se vuelven más fuertes. Pero hoy quiero recordarte una verdad que el enemigo quisiera que olvidaras: esperar en Dios con valentía no es debilidad, es una señal de fuerza espiritual.
La Biblia nos dice: “Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.” Isaías 40:31
Esa promesa no es poética, es práctica. Es para ti, mujer que ha permanecido firme en medio de noches sin respuesta. Es para ti, que has confiado aun cuando tu alma gritaba por claridad. Es para ti, que estás cansada, pero no vencida.
Dios no te ha olvidado. Tampoco está en silencio por descuido. Él está formando algo dentro de ti que no se logra con rapidez. La espera es el taller donde se forjan las mujeres de fe. No es un castigo, es una preparación. Y mientras más larga parezca, más profunda será la obra que Él está haciendo en tu interior.
No se trata de quedarte quieta esperando que todo cambie. Se trata de caminar con Él cada día, aun cuando no veas el cambio. Se trata de confiar que Él está obrando, aun cuando el panorama parece igual. Porque esa es la valentía de la mujer que espera en Dios: avanzar sin ver, confiar sin entender, amar sin garantías.
Quizás has sentido que ya no puedes más. Que nadie ve tu fidelidad. Pero hermana, el cielo lo ve. Dios está tan cerca de ti como siempre lo ha estado. Él recoge cada lágrima, escucha cada suspiro, y entiende los pensamientos que ni tú puedes expresar con palabras.
Hoy quiero animarte a que sigas esperando. No con resignación, sino con valentía. No con frustración, sino con fe. Porque la espera no es el final de tu historia. Es solo el lugar donde Dios te está preparando para el cumplimiento.
Oración
Señor, hoy elijo esperar en Ti con valentía. Aunque no vea aún lo que anhelo, confío en que estás obrando. Fortalece mi fe y llena mi alma de esperanza. Que no me rinda en medio del silencio, y que mi corazón permanezca firme en Tu Palabra. En el nombre de Jesús, amén.
© Danila Sebastian. Todos los derechos reservados.